La idea es que haya “millones” de diseños posibles resultantes de la combinación de correa, tamaño del reloj... Al menos eso es lo que dice Jony Ive. Y, claro, ahora tiene mucho sentido que haya tantos periodistas y blogueros de moda entre el público asistente. Repetimos: la sensación es que esto no lo quieren vender como tecnología, o no principalmente, sino como un reloj.