La dependencia de una fuente de electricidad puede convertir un ordenador portátil en un bonito (y pesado) pisapapeles cuando su batería ya no da más de sí. En cambio, otros dispositivos más modernos no requieren de un enchufe de pared para recuperar su energía: la entrada USB de teléfonos, tabletas y 'wearables' es más que suficiente para rellenar sus reservas de alimentación gracias a un cargador portátil o ‘power bank’.
¿Por qué no pasa lo mismo con los ordenadores? Para empezar, porque sus puertos no lo permiten. “El USB es entrada y salida de datos y salida de alimentación, para alimentar dispositivos externos”, explica el ingeniero experto en electrónica Daniel López. Por eso conectando un ‘power bank’ al portátil “no vas a conseguir nada y puede que te cargues algo interno del ordenador”. Además, incluso si los puertos USB del ordenador admitieran la entrada de corriente, habría otro impedimento: la potencia.
“El teléfono móvil sí se puede cargar con 5 voltios, pero el ordenador necesita más tensión de la que da un puerto USB”, explica Carlos Roldán, director del departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universitat Politècnica de València. En concreto, requiere entre 15 y 20 voltios. “Además, el consumo que tiene un portátil es mucho mayor que el de un teléfono y pocas baterías pueden proporcionar ese amperaje”, explica el desarrollador y ‘maker’ Miguel Ángel López.
A pesar de los citados impedimentos, no es completamente imposible utilizar un ‘power bank’ para llevar electricidad al portátil cuando se ha agotado su batería. Hay que olvidar el USB como opción de entrada y tener en cuenta que, como explica Roldán, “electrónicamente puedes subir la tensión de cinco voltios” que ofrece un cargador portátil gracias a un convertidor DC-DCconvertidor DC-DC, que modifica la tensión de la corriente continua.
“Tú puedes poner cualquier convertidor que lleve esos 5 voltios a 19 voltios, por ejemplo”, señala Daniel López, y de ahí llevarlos al portátil a través de su puerto habitual de alimentación. “Estos convertidores los encuentras en AliExpress por 3 euros y llegan a elevar la tensión hasta a 35 V”, añade el ingeniero.
No obstante, la utilidad de este sistema es cuestionable. Los 'power banks' pensados para un móvil aguantarían poco alimentando un portátil, y fabricar un cargador específico para ordenadores sería poco práctico por cuestiones como el tamaño o el peso. Además, salvo circunstancias muy excepcionales, rellenar la batería de un portátil no es algo tan urgente como evitar que se apague un teléfono móvil. Por tanto, la posibilidad existe en la teoría, “pero no es rentable” en la práctica, concluye Miguel Ángel.
La esperanza del USB-C
Allá por agosto de 2014 vio la luz una nueva especificación que podría acabar con el problema. El USB Tipo-C, un estándar de conector que finalmente fue aprobado a comienzos del pasado año, tiene un par de ventajas importantes: en primer lugar, que es reversible, con lo que pone fin a ese drama cotidiano que es introducir un USB de forma correcta en su puerto; segundo, que el estándar permite transmitir hasta 20 voltios, una tensión más que suficiente para cargar portátiles.
Apple ya ha adoptado oficialmente este conector para sus MacBook, que lo utilizan entre otras cosas para recibir energía. Así, el siguiente paso natural no se ha hecho esperar: ya existen baterías externas que permiten cargar un ordenador portátil a través de su puerto USB-Ccargar un ordenador portátil a través de su puerto USB-C, que admite tanto la salida como la entrada de alimentación.
El precio de estos primeros 'power banks' para portátiles se mueve entre 50 y 100 dólares (entre 40 y 80 euros al cambio actual), bastante por encima de lo que cuestan sus hermanos pequeños para móviles. Sin embargo, según Miguel Ángel López, “no esperes que te aguante mucho”. Sirven, “como máximo, para que la propia batería del portátil se descargue más lenta”.
Hasta nuevo aviso o mejora de la actual tecnología, los portátiles tendrán que resignarse a un justo sueño cuando se agote su batería y no haya un enchufe a mano (o un convertidor DC-DC).
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Las imágenes de este artículo son propiedad de Raúl Hernández González y Wikimedia Commons (y 2)