Mientras al sur del Viejo Continente nuestros mandamases estiman oportuno incoporar a un expiloto de rallies como asesor de una brigada del ejército, al norte prefieren utilizar la realidad virtual para entrenar a sus soldados.
En España, será Carlos Sainz, el bicampeón del mundo de rally y campeón del Dakar, el encargado de impartir lecciones entre los soldados de la Brigada Acorazada (BRIAC) 'Guadarrama' XII del Ejército de Tierra. En Noruega prefieren implantar la tecnología de Oculus Rift para que sus soldados puedan practicar su manejo de los vehículos blindados.
Aprovechando la tecnología desarrollada por Oculus RV, la firma por la que recientemente Facebook ha desembolsado cerca de 1.500 millones de euros, las autoridades militares noruegas han incorporado la realidad virtual para incrementar la seguridad de sus soldados. A partir de ahora, gracias a las gafas Oculus Rift, los pilotos podrán tener constancia de todo lo que sucede alrededor del acorazado sin necesidad de abandonar su puesto.
La compañía noruega Making View, junto con el Norwegian Army Battle Lab, ha sido la encargada de llevar esta tecnología a los tanques del ejército de Noruega. Para ello, han dispuesto cámaras en los lados de los vehículos que permitirán al conductos ver los obstáculos que se pueda encontrar o a los enemigos que tratan de atacarle sin necesidad de abandonar la cabina. Con las escotillas totalemente cerradas, sin poner en riesgo ninguna parte de su cuerpo, puede conocer de primera mano qué ocurre a su alrededor.
Quienes ya lo han probado aseguran que las acorazadas paredes del tanque se vuelven transparentes para quien pilota el vehículo. Aunque aún está en fase de pruebas, los responsables del ejército noruego creen que este sistema se podrá incorporar a los carros de combate y a un contexto real de batalla en tan solo cinco años.
La tecnología, una gran aliada en la batalla
Son numerosos los avances tecnológicos que se han incorporado en los últimos tiempos al equipamiento de los soldados. Todos con un único objetivo: reducir en lo posible los riesgos a los que se exponen en el campo de batalla. Desde los robots capaces de desactivar bombas hasta los drones, pasando por mirillas para ver si algún peligro acecha a la vuelta de la esquina.
Además, para perfeccionar las tácticas de guerra y situar a los soldados en un contexto similar al que algún día se podrían encontrar, ciertos ejércitos han puesto a sus militares a practicar con la videoconsola. Pegados a la Play Station o a la Xbox, pueden tomar sus fusiles y simular acciones que, más tarde, podrían ocurrir en la vida real. Y eso estaba bien, pero ahora, gracias a la realidad aumentada y a la tecnología de Oculus Rift, la preparación de todos ellos puede ir un paso más allá.
Si antes tenían que contentarse con girar el 'joystick' del mando de su videoconsola para guiar al protagonista del Battlefield, ahora ellos serán los auténticos protagonistas de este juego. Gracias a la realidad aumentada, podrán mirar a un lado y otro y vivir en primera persona lo que podría depararles una situación real de conflicto armado.
Pese a que ha sido el ejército noruego el primero en otorgar a la tecnología de Oculus Rift una misión concreta, la Armada de Estados Unidos y las autoridades militares de Reino Unido también han comenzado a experimentar con estos nuevos dispositivos adaptándolos al campo de batalla. En Norteamérica, expertos del Laboratorio de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Defensa han confirmado que ya trabajan en ello.
Sin ir más lejos, la Marina estadounidense ya ha publicado alguna imagen en la que un soldado aparece utilizando esta tecnología. Y es que hay informaciones que aseguran que el ejército norteamericano ha invertido ya cerca de 57 millones de dólares (41 millones de euros) en un proyecto conocido como Dismounted Soldier Training System. Un simulador diseñado por la empresa Intelligent Decisions, para que sus soldados puedan entrenar situaciones de combate en entornos virtuales.
La tecnología de Oculus Rift no es ningún juego. Pese a que muchas personas, que en su día sufragaron el 'crowdfunding' con el que los creadores pusieron en marcha el proyecto, han pedido a la compañía que les devuelva el dinero que invirtieron tras haber sido comprada por Facebook, su tecnología continúa ganando adeptos. No solo en el mundo de los videojuegos. También la industria armamentística le ha echado el ojo y está dispuesta a llevar al límite sus posibilidades.