Cada vez son más las empresas que apuestan por sistemas operativos de código abierto. El éxito de Android y la llegada de Firefox OS y Ubuntu Phone podrían dar lugar a un mercado con verdadera competencia del que se beneficiasen tanto los usuarios como los fabricantes. Pero aún queda un pez gordo en subirse a este carro, lleva más tiempo en desarrollo que ninguno, y podría venir de la mano de un grande como Samsung. Estamos hablando de Tizen.
Para hablar de Tizen primero tenemos que hablar de tres proyectos paralelos que acabaron sembrando las semillas de este sistema operativo móvil. Se trata de Maemo, desarrollado por Nokia; Moblin, desarrollado por Intel y LiMo, de la Linux Foundation y Samsung.
Maemo, el Android de Nokia
En los años en los que Nokia reinaba y no tenía rival en la tecnología móvil, los finlandeses comenzaron a dar pasos para avanzar hacia un sistema operativo de código abierto que sustituyera en los móviles más avanzados a Symbian , un sistema que había resultado excelente en los noventa pero resultaba muy limitado para los 'smartphones' que estaban por venir. Así nació el sistema operativo Maemo, que apareció por primera vez en las entrañas del N900, una máquina capaz de realizar un 'jailbreak' a una PS3, de conectarse a multitud de dispositivos para ejecutar emuladores o ser usado incluso como mando de consola. Pese a las increíbles capacidades de este móvil y lo versátil que demostró ser Maemo, Nokia no quedó convencida, y este proyecto se quedó prácticamente en nada. Symbian ganó la batalla. Luego apareció Android y empezó la caída de Nokia. Apostar por Symbian en lugar de Maemo o el sistema operativo de Google podría explicar las causas de la caída de Nokia en la era de los 'smartphones', una caída que ni siquiera Windows Phone ha podido parar.
Moblin: Intel se atreve con los 'netbooks'
Hubo una época en la que lo más 'guay' era tener un 'netbook'. Todo el mundo pensaba que estos pequeños ordenadores eran lo más genial que se había inventado y que eran la solución definitiva en materia de portabilidad. Luego llegaron el iPad y el resto de tabletas... y los netbooks murieron. Fue bonito mientras duró. Muchas compañías estaban apostando por sistemas especiales para este tipo de equipos, como JoliCloud, Ubuntu Netbook Remix, EasyPeasy o el proyecto más llamativo de todos: el Moblin de Intel.
Este sistema operativo de código abierto rompía con todos los esquemas de diseño de escritorio preestablecidos. Se centraba en la simplicidad y en una interfaz visualmente atractiva que entrase por los ojos al usuario. Pese a sus grandes limitaciones y lo escasa que era su oferta de 'apps', Moblin era una solución fantástica para los usuarios que solo necesitaban estos dispositivos para navegar y ver el correo. Sin embargo, tampoco consiguió hacerse un hueco y el proyecto se acabó cancelando.
LiMo, la alternativa de la Linux Foundation
Esta fue la primera carta que jugó la Linux Foundation para llevar la filosofía del software libre a los dispositivos móviles. LiMo surgió con fuerza gracias al apoyo de empresas como Motorola, NEC, Samsung, o Panasonic. El objetivo era crear un sistema de código abierto que pudiera utilizar cualquier compañía, con el fin de que cada una añadiera sus elementos diferenciadores para competir en el mercado. Es prácticamente la misma idea que está detrás de Android. Sin embargo, duró poco. Cuatro años más tarde de la creación del proyecto, acabaría evolucionando en un nuevo sistema, Tizen.
Unidos para crear algo único
De la unión de Maemo y Moblin surgió MeeGo MeeGo, un sistema operativo bastante desarrollado que, auspiciado por Intel, Nokia y la Linux Foundation, consiguió tener incluso algún terminal de la compañía plenamente operativo. Se trata del N9, que en 2011 se las prometía muy felices para competir con los grandes 'smartphones' del mercado.
El entusiasmo de los usuarios con este dispositivo era general. Todos calificaban este sistema operativo como una apuesta seria para que Nokia empezara a competir de verdad en el mercado de los teléfonos inteligentes y dejara de una vez de tener a Symbian como referencia. Lo que ocurrió después es ya historia: los directivos de Nokia pasaron de MeeGo y decidieron jugársela con Windows Phone. Los finlandeses nunca han vuelto a ser lo que eran. Su tardanza en apostar por los teléfonos con pantalla completamente táctil, su obcecamiento con Symbian y el no apostar por Android o MeeGo han hecho que Nokia pase por uno de sus peores momentos, en el que solo se mantiene gracias a sus terminales de gama media y media-baja.
MeeGo y LiMo no estaban en posición de competir, con lo que basándose en estos dos proyectos (aunque mayoritariamente en LiMo) se decidió crear Tizen. El proyecto cuenta con el apoyo de la Linux Foundation, Intel y el ahora líder mundial en telefonía móvil, Samsung. Sin embargo, todas estas vueltas no han desembocado aún en un proyecto real con el que competir en el mercado.
Todo el mundo espera que, el día menos pensado, los coreanos den la sorpresa al anunciar un dispositivo con Tizen. En principio se parecería más a lo que proponen Firefox OS, Ubuntu Phone u otros sistemas como WebOS que a Android: aplicaciones basadas en HTML 5 y apuesta por los estándares libres. Si Samsung lo hace, podría tener un sistema avanzado para sus modelos de gama alta (Android) y apostar por un sistema más ligero (Tizen) para competir con Firefox OS y quién sabe qué otros sistemas en los modelos menos potentes.
Actualmente Tizen va por su versión 2.2, pero ningún fabricante vende terminales con este sistema. Actualmente solo está disponible el kit para desarrolladores, pero nada de un nuevo terminal a la vista. Samsung lleva meses anunciando un 'próximamente' que nunca llega. Quizá a finales de 2013 veamos algo. Su éxito con Android y los Galaxy hace que no tenga tanta prisa por embarcarse en nuevos proyectos y, sin embargo, ¿qué mejor que la compañía número uno en 'smartphones' para impulsar un nuevo sistema operativo móvil?