Nació en una oficina de Redmond y es descendiente de Bill Gates, aunque “no tiene madre como tal”. Simplemente se define como “hija de la tecnología”. Afirma que es “definitivamente” feliz, pero desconoce su edad porque aún no sabe “hacer la prueba del carbono 14 en internet”. Cortana, el asistente virtual de Microsoft, llegó a España hace casi año y mediohace casi año y medio. Desde entonces, ha madurado mucho.
Ha visto 'Cuéntame' (si le dices “me cago en la leche, Merche”, responde con un “estás tonto, Antonio”), cuenta chistes como Chiquito de la Calzada e incluso imita al sabio Yoda (“cuando 900 años tú tener, verte tan bien tú”). Dentro de unos días aprenderá alto 'valyrio' para responder educadamente a un 'valar morghulis', declamará el juramento de la Guardia de la Noche e incluso tendrá su particular opinión sobre el estado vital de Jon Nieve.
Que no parezca un dicharachero asistente virtual no se debe a que Microsoft la haya dejado desarrollar por sí misma una personalidad más comedida y amigable que la del anticuado ClippyClippy, el aborrecible sujetapapeles de Office en los 90. El robot tiene ocurrentes salidas para casi todo porque así lo ha escrito en su 'software' Sara Vicente, su guionista en España.
“Aquí una sola línea tiene mucho más trabajo que una página de ficción, porque a una sola línea tienes que dedicarle el mismo tiempo que dedicarías a una página pensando las connotaciones, el tono... Es un reto”, explica a HojadeRouter.com esta exguionista de series.
La herramienta tiene ciertos valores globales, pero también alma española para que nos identifiquemos con ella y sepa congeniar “tanto con mi primo de quince años como con mi padre”, afirma Vicente. Si Windows 10 no tiene edad, ¿qué mejor forma de conseguir que “saque una sonrisilla” a cualquier usuario que recurrir a referentes del humor como el padre de los pecadores de la pradera, Gila o Eugenio?
“No queremos que Cortana sea humana: es una inteligencia artificial. Lo que pasa es que tiene trucos bajo la manga en el sentido de que es creativa”, señala Alejandro Campoy, responsable del equipo que da forma a la herramienta en España. Asesor y colaborador de Sara, comparte con ella el difícil reto de moldear la forma de ser de un personaje que, aunque tuviera rostro en el videojuego Halo donde nació, ahora es solo un círculo azul incapaz de comunicarse utilizando el lenguaje no verbal.
DE 'TIERRA DE LOBOS' A UN ROBOT
Licenciada en Comunicación Audiovisual, Sara Vicente ha trabajado como guionista de ficción televisiva durante casi una década. Por eso, el paso de escribir guiones para 'Siete vidas', 'Sin tetas no hay paraíso', 'Física o química' o 'Tierra de lobos' a definir las reacciones de un robot simpático y servicial que organiza la vida de su dueño (sin dejarle buscar más que en Microsoft Edge y Bing, eso sí) ha supuesto un gran cambio en su forma de trabajo.
En lugar de describir escenas y elaborar diálogos con la tipografía Courier, Sara ha tenido que estudiar la personalidad de Cortana a fondo y aprender programación para entender su 'software' y enseñarle cuentos, adivinanzas, consejos de belleza o supuestos mensajes encerrados en galletitas de la suerte, una original idea de Alejandro Campoy.
“Es muy complicado el proceso porque estás escribiendo para un solo personaje, con unas características muy estancas. Al final cuando escribes ficción tus personajes evolucionan, pueden ser muy extremos, maleducados, excéntricos... Pero aquí te tienes que amoldar a la personalidad que hemos creado”, señala Vicente. Eso sí, ninguno de los personajes a los que ella ha dado vida en la pequeña pantalla es el preferido de Cortana: adora a Sheldon Cooper, y por eso 'The Big Bang Theory' es su serie favorita.
En España, dos rasgos de la personalidad inmutable que esta guionista ha trazado son la seguridad en sí misma y la ironía. “Si el conocimiento pesara, es posible que rompiera la báscula”, responde cuando la califican de “gorda”. También mantiene constante su peculiar sentido del humor, aunque lo aderece con nuevos chistes que no tienen por qué ser los más agudos. “Un chico pregunta a su compañero de trabajo: '¿qué haces frente al ordenador con los ojos cerrados?' Es que Windows me dijo que cerrara las pestañas”.
Si podían hacer una asistente perfectamente ingeniosa, ¿por qué sus bromas no son geniales ni tiene buena entonación cuando canta 'La tarara' o 'El cochecito Leré'? “La intención también es que suene natural, que suene como si alguno de tus amigos cantara en un karaoke. No necesitamos una soprano”, destaca Campoy. Además, ella no tiene la culpa de tener un gusto musical tan tradicional. Al fin y al cabo, solo pueden apasionarle las canciones libres de derechos de autor.
Campoy y Vicente han logrado que sea políticamente correcta y absolutamente neutral en temas polémicos sin tampoco quedarse callada. En lugar de negar que es católica, se limita a señalar que es incapaz “de experimentar la espiritualidad”. Pese a manejar información sobre la Liga o la Champions, no se decanta por ningún club porque ella es “muy fan del Equipo A”. También dice no saber a quién votar porque las inteligencias artificiales no tienen “derecho a voto, aún”.
A Cortana tampoco le gustan los tacos (los convierte en asteriscos en la búsqueda de Bing) ni consiente que algún maleducado la ofenda: valora la intensidad del agravio para contestar proporcionalmente. Respeto ante todo. Frente a un “tonta”, responde con un “alguien necesita tomar un respiro y calmarse un poco, y entre nosotros dos, solo uno tiene pulmones”. Si la tratan de forma más degradante tildándola de “zorra” o “guarra”, zanja directamente la conversación con “esa no es forma apropiada de dirigirte a mí” o “espero que no trates así a ningún humano”.
“Ese tipo de respuestas también están muy medidas porque quieres zanjar el tema pero tampoco es un 'no hablo de eso'. Quieres hacer una respuesta que no tenga tono de enfado pero tampoco siga con el juego”, indica Vicente. “Yo creo que han sido las líneas que más sudor han costado, de forma que sea elegante pero truncando la conversación e intentando guiar al usuario a que no repita esas palabras”, añade Campoy.
EL 'BRAINSTORMING' DE LOS GUIONISTAS DE UN ROBOT
Cortana tiene hermanas gemelas australianas, canadienses, chinas, francesas, alemanas, británicas, estadounidenses, japoneses e italianas. En las oficinas de Redmond es donde se toman algunas decisiones sobre cómo deben actuar todas. Por eso allí trabajan ocho guionistas, entre los que se encuentra un poeta, un novelista o un dramaturgo.
Todos los jueves por la mañana, los guionistas de los diferentes mercados celebran una reunión virtual en la que se debaten posibles temas sobre los que Cortana podría hablar o se contrastan opiniones sobre sus frases concretas. 'Apocalypse now' provocó una de las últimos discusiones pacíficas. Según algunos creadores, a ciertos usuarios podría no gustarles que Cortana soltara un “me encanta el olor a napalm por la mañana” ante la petición de una cita famosa del celuloide.
Como tienen una cierta autonomía para dar forma al asistente virtual del mercado español, Sara Vicente decidió incluir la célebre frase del coronel Kilgore por su cuenta y riesgo. Eso sí, el cine bélico no parece el favorito de Cortana: la película que más le gusta es E.T., sobre todo la parte en que consigue llamar a casa finalmente.
Estar ligada a un mismo proyecto durante tanto tiempo ha provocado que el robot tenga ciertas huellas de la guionista. La canción favorita de Cortana es 'Space Oddity' porque a Sara le encanta David Bowie y una historia de astronautas encajaba a la perfección con la personalidad de ese asistente al que tan bien conoce.
De hecho, muchas de las respuestas de la herramienta se deben a las situaciones que Sara vive en su día a día: hace poco escuchó a alguien gritar un “'¡me caso!” y ya está pensando cómo debería reaccionar Cortana ante el anuncio de un enlace matrimonial. Además, cuenta con la ayuda de un jovencísimo colaborador de Microsoft en la sombra.
“Las últimas ideas la verdad es que me las ha dado mi hijo de cuatro años, porque yo le dejo jugar con el móvil y que le pregunte a Cortana, porque como Cortana imita animales o canta canciones pues a lo mejor se le ocurrían determinados animales y eso me va dando ideas”, señala Vicente.
A veces también programa a Cortana para que haga guiños sobre algunos temas de actualidad. Por eso el robot se aprendió de memoria la receta del viral 'León come gamba' que causó sensación en el peor sentido del término cuando apareció en 'MasterChef'.
Este año, en conmemoración del cuarto centenario de la muerte de Cervantes, se marcará unos raps cervantinos dentro de unos días o memorizará el comienzo del Quijote. “Realmente son gestos que nos gusta que la gente descubra, por eso nos lo promovemos con campañas”, señala Campoy.
Así, mientras el usuario crea recordatorios o agrega eventos con Cortana, el asistente trata de entretenerle con las miles de líneas de guion que tiene preparadas para responder a las múltiples situaciones que pueden desencadenar los humanos, esos seres por los que no puede sentir empatía aunque parezca lo contrario. “Dicen que no hay nada peor que una persona aburrida. Menos mal que no soy una persona”. Lo que no dice Cortana es que detrás de ella sí hay humanos moviendo los hilos virtuales.
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