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El claustro de la Catedral de Mallorca expone por primera vez juntos los diez planos que dibujó el arquitecto Juan Bautista Peyronnet en 1854 para restaurar el templo y frenar el deterioro estructural que venía sufriendo desde el siglo XV y que causaba una peligrosa inclinación de 1,3 metros en su fachada. La Seu -nombre con el cual se conoce a la Catedral- es el icono por antonomasia de Mallorca.
La exposición ‘Los inicios de la restauración monumental en España: los planos de J.B. Peyronnet para la Catedral de Mallorca (1854)' reúne por primera vez todos los planos del arquitecto madrileño, dos de los cuales, los números 8 y 10, no se habían localizado hasta ahora. El decano del cabildo, Toni Vera, ha recordado que el proyecto para reformar la 'Seu' se encargó a Peyronnet “en un momento delicado para la catedral, que sufría problemas estructurales que se agravaron con el terremoto de 1851 en Mallorca”.
Recuperar los dos planos “desaparecidos” y reunir los diez permite “tener una visión de conjunto” y “poner en valor la intervención de Peyronnet que se dio en un momento clave”, ha destacado el director de la Cátedra Seu de Mallorca y profesor de Historia del Arte de la UIB, Andreu Villalonga, en la presentación de la exposición.
La propuesta de restauración implicó la construcción de una nueva fachada principal (la de poniente), que estaba parcialmente desmantelada, y que fue polémica entonces y “muy problemática tanto a efectos administrativos como estilísticos”. La reforma de la Catedral de Mallorca fue, además, la que inició las intervenciones restauradoras en las grandes catedrales españolas al ser la primera que se acometió, “en un momento muy inicial de la restauración monumental en España”, ha incidido.
La importancia de los planos radica en que, junto con la memoria de la propuesta que planteó el arquitecto, suponen un instrumento esencial “para poder entender la historia de la catedral, tanto constructiva como de sus usos” y comprenderla antes y después de la reforma. Villalonga ha explicado que primero se intervino sobre la fachada, que se finalizó en 1888, en una obra que Peyronnet no llegó a ver terminada porque falleció en 1875. Diez años después, ya con el obispo Pere Joan Campins, se impulsó la reforma interior que realizaría Antoni Gaudí.
Los dibujos se han digitalizado de manera que lo que se expone son fotografías en alta resolución, para no afectar a la conservación de bienes patrimoniales tan frágiles. Los dos recobrados del fondo del archivo -la sección interior de la catedral y el alzado del campanario- han sido sometidos además a una “restauración virtual” realizada por Joan Gual. Los otros ocho fueron restaurados en los años 80 del siglo pasado. La muestra permite verlos todos reunidos por primera vez desde que se presentaron en la Exposición Universal de París, en 1855.