Matilde Escalas, la compositora silenciada: “Si su obra la hubiera escrito un hombre, saldría en todas las enciclopedias”

Alejandro Alcolea

Mallorca —

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La primera vez que escuchó su nombre era tan solo una niña. Su abuelo fue quien lo pronunció, al recordar que, en una ocasión, escuchó a Matilde Escalas tocar el piano. Con el paso de los años, la escritora Maria Escalas (Campos, 1969) se sorprendió al no poder volver a encontrar en ningún lugar ese nombre silenciado por la historia, cuando se trataba de una destacada compositora de finales del siglo XIX e inicios del XX. Empujada por ese injusto vacío comenzó a investigar, a buscar, a preguntar.

Los misterios alrededor de la figura de Matilde Escalas, nacida en Palma en 1870 y fallecida poco antes del inicio de la Guerra Civil española, son múltiples y muchos, directamente, no tienen respuesta todavía. Pese a ser una mujer plenamente avanzada a su tiempo, que vivió durante la mayor efervescencia del modernismo en París, Mallorca y Barcelona, que se lanzó a estudiar composición musical fuera de la isla en el 1882, su vida y su obra permanecen ocultas. ¿Dónde han acabado sus composiciones?

“El problema está en que su familia se avergonzó de su vida bohemia y destruyeron muchos de sus documentos”, explica Maria Escalas, cuyo apellido no guarda relación de parentesco con la compositora. Sin embargo, a su vez, han sido los sobrinos de la artista, Teresa y Romà, quienes más tarde han ayudado a reconstruir su historia. En su reciente libro ‘Matilde E.’, la escritora explora de manera detectivesca la vida y obra de la desconocida compositora, que trabajó con Isaac Albéniz, Erik Satie y otros grandes músicos de la época. 

El problema está en que su familia se avergonzó de su vida bohemia y destruyeron muchos de sus documentos

“Hace ocho años empecé a recibir información y poco después me puse a trabajar. Ha sido una tarea completamente subterránea, donde he accedido a partituras que guardaban sus familiares, he hablado con músicos y he leído muchas obras y biografías de las personas que la rodearon, como los pintores Santiago Rusiñol, Ramón Casas y Henri de Toulouse-Lautrec o la escritora Emilia Pardo Bazán”, explica Escalas a elDiario.es unas horas antes de la presentación de la novela en Barcelona.

Desaparecida de la vida pública

Tras el paso de Matilde Escalas por Barcelona y París, su rastro en la vida pública desapareció. La pregunta que vertebra el libro es por qué lo hizo, por qué volvió al ámbito de lo doméstico. ¿Fue una decisión propia y libre o fue influenciada por terceros? “La verdad es que todavía no sé los motivos”, confiesa la escritora, que intuye que, en algún momento, se le pudo retirar el apoyo emocional y económico a su carrera como compositora.

“Me pregunto hasta qué punto se puede ser libre para continuar en el camino que una se forja, en esas condiciones. Matilde no tenía su habitación propia, como decía Virginia Woolf, y debió de sufrir un momento de ultimátum en el que se vio forzada a decidir, aunque bien es cierto que siguió escribiendo música hasta el final de sus días”, afirma Maria Escalas.

Me pregunto hasta qué punto se puede ser libre para continuar en el camino que una se forja, en esas condiciones. Matilde no tenía su habitación propia, como decía Virginia Woolf, y debió de sufrir un momento de ultimátum en el que se vio forzada a decidir, aunque bien es cierto que siguió escribiendo música hasta el final de sus días

Pese a que muchas de sus composiciones se perdieron durante la Guerra Civil, su obra puede conocerse a través del álbum Matilde Escalas. Obra inèdita de 2021 que fue presentado en el Festival Casmusic durante el mismo año. El álbum, que incluye 15 canciones para voz y piano, está producido por Eugènia Gallego y cuenta con la participación del pianista Francesc Blanco y del tenor José Manuel Sánchez. También colaboran el barítono Joan Miquel Muñoz y el dúo musical Músiques d'Elles (Mercè Medina y Laura Serra).

En relación a la vida sentimental de la compositora, que estuvo casada con Antoni Rosselló durante un matrimonio que duró muy poco tiempo, quedan muchas incógnitas por despejar. La principal está en su relación con el pintor modernista Santiago Rusiñol. “Parece que tuvieron una relación desigual y muy poco simétrica. Creo que solamente ellos supieron cómo se quisieron. Cuando se habla de amor en la biografía de Matilde Escalas sólo aparece el pintor, mientras que en su biografía no aparece Matilde. Tuvieron una relación de diez años. Rusiñol estaba casado, se divorció y se fueron juntos a Montmartre”, aclara la escritora.

Sobre esta historia romántica entre la compositora y el pintor queda, no obstante, una prueba fehaciente. Se trata de ‘Miss Mac Flower’, un retrato de Santiago Rusiñol donde se ha identificado a Matilde Escalas y que pertenece a la Col·lecció Santiago Rusiñol. En esta pintura al óleo podemos ver a una joven Matilde, vestida de rojo, con un rostro esperanzado. 

La relación entre Matilde Escalas y Santiago Rusiñol era desigual y muy poco simétrica. Cuando se habla de amor en la biografía de Matilde Escalas sólo aparece el pintor, mientras que en su biografía no aparece Matilde. Tuvieron una relación de diez años. Rusiñol estaba casado, se divorció y se fueron juntos a Montmartre

“Nos hemos perdido mucho talento por el machismo”

‘Matilde E’, la cuarta novela de Maria Escalas, premio Llorenç Villalonga Ciutat de Palma de novela en catalán de 2024, es una primera aproximación a la vida de una artista olvidada por una historia que no ha sido justa con las mujeres creadoras. “Es un drama que nos hayamos perdido tanto talento por una cuestión ideológica machista, y todavía se sigue perdiendo mucho”, comenta la autora a elDiario.es. “Si la obra de Matilde la hubiera escrito un hombre, saldría en todas las enciclopedias”, lamenta la escritora, que ha dado un giro a su vida dejando atrás su anterior trabajo como profesora para lanzarse sin miedos a su pasión por las letras.

Clamille Claudel, Sofonisba Anguissola, Marietta Robusti, Artemisia Gentileschi, Judith Leyster, Sonia Delaunay, Maria Anna Mozart, Fanny Mendelssohn, Clara Wieck, Maddalena Casulana, Vittoria Aleotti, Lluïsa Bosch, Eugènia Domènech, María Lejárraga, Narcisa Freixas o Lluïsa Vidal son los nombres de un listado que la escritora ha elaborado pensando en las muchas artistas sobre cuyas vidas, probablemente, nunca sepamos nada, o quizás sí. El relato sobre Matilde Escalas es un paso más para acercarnos a ellas.