Nuevos movimientos en la lucha por convertirse en el rey de las discotecas de Ibiza

Nicolás Ribas

Eivissa —
2 de septiembre de 2022 22:16 h

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Trilantic Capital Partners, el fondo de inversión norteamericano dueño del 87% de las acciones del Grupo Pachá, está explorando la posibilidad de incorporar un nuevo socio que le acompañe en su proceso de inversión y crecimiento en destinos turísticos punteros a nivel nacional e internacional, entre ellos, Mallorca, Londres, Miami o Dubái, aseguran fuentes del Grupo Pachá a elDiario.es. Preguntados por la información que ha avanzado este viernes El Confidencial, que asegura que Trilantic ha puesto a la venta Pachá por 500 millones de euros, las mismas fuentes desmienten esta noticia e insisten en que lo que está haciendo el fondo de capital riesgo es “explorar la posibilidad de incorporar un nuevo socio”.

Después de dos años con niveles de actividad económica inferiores a los años prepandemia, el sector turístico “se está recuperando mucho a nivel internacional”, indican las mismas fuentes, lo cual incluye también a las discotecas y restaurantes con espectáculo cabaret, como el Lío, con locales en Eivissa y Mykonos (dos de las islas en las que Pachá concentra buena parte de su negocio y que están reportando buenas cifras). Después de dos años sin actividad por la pandemia sanitaria (excepto en los negocios que sí podían abrir, como por ejemplo, sus hoteles y restaurantes), Pachá está volviendo a registrar los niveles de rentabilidad anteriores al coronavirus.

La vuelta de las discotecas a Eivissa

Entre el último fin de semana de abril y los primeros días de mayo, discotecas míticas como Amnesia, Pachá, Ushuaïa, Hï o DC-10 celebraron sus fiestas de apertura, eventos cuyo impacto fue cifrado en 30 millones de euros y la llegada de unos 30.000 turistas. “Podemos hablar de unos 2 millones de euros solo en entradas”, explicó a elDiario.es José Luis Benítez, gerente de Ocio de Ibiza, lo que da cuenta del capital que mueven algunos de los clubes más famosos del mundo. Benítez, además, hizo hincapié en el dinero que se mueve asociado al ocio, ya que los turistas “tienen que coger transporte público o privado, comer en bares o restaurantes y escoger un establecimiento hotelero o vacacional”. En términos de empleo, cifró en 2.000 los trabajadores directos -en el sector- y entre 800 o 900 los indirectos.

La otra cara de la moneda es el malestar que el ocio genera, especialmente, en aquellas personas que viven en los alrededores de las discotecas y salas de baile, sobre todo, en lo que tiene que ver con el ruido, el consumo de bebidas alcohólicas, las sustancias estupefacientes o la prostitución. En lo que se refiere al ruido, algunos vecinos de Sant Josep (Eivissa) han llevado al Ajuntament a los tribunales por “inactividad”, litigio que han ganado en dos ocasiones.

“Vender Pachá fue el peor error de mi vida”

La operación que ha puesto en marcha Trilantic Capital Partners, con la intención de buscar un nuevo socio inversor que le permita expandirse internacionalmente en destinos icónicos como Mallorca, Londres, Miami o Dubái, se produce solo cinco años después de que el fondo de inversión comprara el 87% de las acciones del Grupo Pachá por 350 millones de euros, después de un acuerdo firmado con el fundador y expropietario del grupo, Ricardo Urgell, que mantiene el 10% de las acciones (el 3% restante está repartido entre MCH y GPF Capital, firmas españolas de capital riesgo).

“Vender Pachá fue el peor error de mi vida”, explicó Urgell en una entrevista en Crónica Global. “Me hace sentir mal cada día cuando piso la calle, las gentes con las que me encuentro me dicen: Ricardo, Pachá ya no es lo que era. Y eso me sienta como un tiro, es como si a un padre le hablas mal de un hijo o una hija”, lamentaba Urgell en declaraciones al mismo medio, a inicios del 2020. Posteriormente, en una entrevista en la televisión local de Eivissa y Formentera (TEF), recogida por el Periódico de Ibiza y Formentera, el empresario catalán explicaba que cuando vendió Pachá tenía 80 años y sus hijos no estaban por la labor de continuar con el negocio, debido al sacrificio que implicaba. En esa misma entrevista, cargó duramente contra el ocio que hay en la isla, reivindicando la Eivissa de los años 70 (Urgell, en Eivissa, construyó Pachá en 1973, en plena efervescencia del movimiento hippie).

Sin embargo, el empresario que cambió completamente el concepto del ocio en Eivissa, a partir de 2010, es Abel Matutes Prats, presidente de Palladium Hotel Group, e hijo de Abel Matutes Juan, propietario del grupo y exministro de Asuntos Exteriores en el primer gabinete de José María Aznar. El cambio vino con la introducción de la oferta de lujo en sus hoteles, siendo Ushuaïa Ibiza Beach Hotel, en 2011, y Ushuaïa Tower, en 2012, las joyas de la corona. Desde 2012, con la nueva ley de Turismo diseñada por el conseller de Turismo del Govern balear, Carlos Delgado -con el PP de José Ramón Bauzá al frente del Govern-, hoteles y restaurantes pueden llevar a cabo “actividades y servicios complementarios”, lo que, sin duda, ha aprovechado Ushuaïa, pero también otros muchos establecimientos de la isla, como el Destino Pachá Resort.

“Urgell se sintió forzado a abrir el Destino y hacer fiestas de día porque Matutes empezó a hacerlo también. Ricardo (Urgell), en el fondo, se quejaba de que esto le forzó a seguir el mismo camino porque, claro, 'no puedes perder el tren'. Él siempre decía que hubiera dejado Pachá como estaba, pero que la competencia 'le obligaba' a seguir creciendo, para no quedarse atrás”, explica a elDiario.es una persona que conoce la industria del ocio de Eivissa desde los años 80.

Las discotecas ibicencas siguen moviendo “capital”

El movimiento de Trilantic y Pachá no es el único que ha habido en el sector en los últimos años. El Grupo Empresas Matutes (que ya poseía el 45% de las acciones) se hizo con el 55% de las acciones (propiedad de José María Etxaniz) de la discoteca Privilege -que este año permanece cerrada- por una cantidad aproximada de 20 millones de euros, según publicó Diario de Ibiza el pasado 22 de junio.

La discoteca Space -una de las más emblemáticas de la isla en ese momento- que operaba en un terreno propiedad de Matutes, cerró en 2016, después de que el grupo no renovara el alquiler al empresario Pepe Roselló, quien mantiene históricamente una disputa con Abel Matutes Juan, dueño de Palladium Hotel Group. Después del cierre de Space, la discoteca fue reformada y reconvertida en la actual Hï, situada justo enfrente de Ushuaïa, en plena zona de ocio de Platja d'en Bossa (Sant Josep).