“4.000 euros me vendrían fantásticos. Hay fondos reservados”: las grabaciones entre el PP y el presidente de Formentera

“Hombre, 4.000 euros me vendrían fantástico y estaría bien”. “Yo no quiero hacerme rico, pero el estrés económico que llevo es muy grande. Y con todo lo que hemos aportado nosotros y lo que hemos conseguido... Yo no quiero dar lástima, pero los ahorros que tenía me los he cargado porque tenía que compensar lo del negocio, que ha estado a punto de cerrar, y yo no le he costado nada a Sa Unió [el partido]. Lo digo porque el Govern tiene unos fondos reservados…”.

Quien habla es Llorenç Córdoba, presidente del Consell de Formentera y diputado conservador en el Parlament balear. Está manteniendo una conversación con José Alcaraz, líder del PP de Formentera y entonces conseller insular. Las grabaciones, publicadas por Periódico de Ibiza y Formentera, son un episodio más en la crisis política e institucional que vive el Consell Insular de Formentera desde hace meses y que enfrenta a Córdoba con el PP y Sa Unió (una coalición de derechas donde está integrado el PP).

Ante la pregunta sobre los fondos reservados, Alcaraz comenta: “¿Qué fondos reservados tiene el Govern? La primera noticia que tengo”. En este contexto, Córdoba habría justificado que, teniendo en cuenta el nivel de vida de la isla y el peso que tiene Formentera en el Parlament, y que él estaría costeando de su bolsillo los viajes entre Formentera y Palma, esos 4.000 euros le “vendrían fantásticos y estaría bien”. Hay que recordar que Córdoba, además de presidente de Formentera, también es diputado en el Parlament -que está ubicado en Palma-, por lo que tiene que viajar frecuentemente de Formentera a Mallorca.

Respecto a las grabaciones difundidas, en declaraciones recogidas por IB3 Ràdio, Córdoba defiende que se trata de “cortes” malintencionados con el objetivo de dañar su imagen, mientras que Sa Unió niega que haya filtrado los audios, aunque mantiene que demuestran lo que el grupo político ha manifestado durante los últimos meses.

Una disputa por el dinero y el poder

Esta es una lucha de poder en la que se alude pérdida de confianza y en la que ha habido acusaciones entrecruzadas entre los dos bandos enfrentados. Entre otras cuestiones, ha habido acusaciones de que Córdoba habría pedido un sobresueldo de entre 3.000 y 4.000 euros a Marga Prohens (PP), la presidenta balear, bajo un supuesto chantaje. El presidente del Consell Insular, en cambio, ha acusado de un supuesto asalto al poder a dos consellers de Sa Unió que además son pareja: la vicepresidenta primera, Verónica Castelló, y el vicepresidente tercero (ahora destituido), José Alcaraz, ambos del PP.

Sa Unió, además, ha amenazado con presentar una moción de censura contra su propio presidente, o con la dimisión de sus ocho consellers en bloque. Incluso se ha especulado con la posibilidad de que Pedro Sánchez convoque elecciones, una atribución que compete al Consejo de Ministros, previa aprobación del Senado, en caso de que se llegue a una situación de bloqueo institucional.

En esta historia hay dos versiones. Mientras que Sa Unió acusa a Llorenç Córdoba –un independiente que ha sido expulsado de la coalición– de exigir “sobresueldos” en Formentera y Palma –en concreto, a la presidenta autonómica Marga Prohens–, Córdoba defiende que es el PP de Formentera el que tiene problemas económicos. Según Córdoba, los populares necesitan dinero para pagar los gastos asociados a su local en la isla. Las acusaciones, que se han hecho públicas a través de los medios de comunicación (y cuyas grabaciones, en el caso de las que afectan a Córdoba, han sido ahora reveladas), han dejado perplejos a los partidos de la oposición, que definen el escenario actual como “insólita”, e “ingobernable”. En palabras de Gent per Formentera y el PSOE se trataría de “la peor crisis institucional de la historia reciente”.

El supuesto sobresueldo de 4.000 euros

La crisis de los conservadores en Formentera se originó el pasado 27 de noviembre, cuando Córdoba (un independiente sin partido, ya que fue expulsado de Sa Unió) envió un enigmático mensaje a los medios de comunicación en el que explicaba que se planteaba retirar su “apoyo incondicional” a la presidenta balear, Marga Prohens, aunque sin explicar los motivos de la decisión.

Días después, el propio Córdoba reveló que había problemas de dinero de por medio, y sus compañeros de gobierno de Sa Unió le acusaron de haber pedido un sobresueldo de 4.000 euros a Prohens, la presidenta balear, y afirmaron que había grabaciones que así lo probaba.

Precisamente, fue el 5 de diciembre, en declaraciones a Ràdio Illa, cuando saltó la sorpresa y Córdoba reveló que las cuestiones políticas no eran la única causa de la crisis de gobierno. Hablando sobre la triple insularidad que tiene Formentera, el presidente afirmó que “es un problema muy grave incluso para los políticos porque como diputado pierdo dinero cada vez que voy a Mallorca”.

Es decir, Córdoba reconocía que la crisis se había desencadenado, al menos en parte, por un problema de dinero. Córdoba cobra 55.350 euros brutos como presidente, y entre 18.000 y 33.000 euros brutos en función de las dietas y su actividad en el Parlament. Además, recibe una asignación extra por asistir al consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Balears (APB) y al Consejo de Navegación de La Savina.

En su momento, Córdoba se defendió de las acusaciones afirmando que le corresponden unos 2.700 euros por gastos de representación que tienen los diputados para ejercer su labor parlamentaria, y que este dinero estaría controlado por los partidos de la coalición (PP y Compromís). Según su testimonio, hay gastos que han estado corriendo de su bolsillo, pero que tienen que ver con su actividad parlamentaria, ya que cada semana se tiene que desplazar de Formentera a Mallorca para acudir, por ejemplo, a las sesiones parlamentarias.

La destitución de Alcaraz

Cabe recordar que la crisis se agudizó a finales de febrero, cuando Córdoba destituyó a Alcaraz de sus funciones en el gobierno insular, alegando “falta de confianza”. Alcaraz, también líder del PP en la isla y su principal adversario durante esta crisis, perdió así la confianza que el presidente Córdoba había depositado anteriormente en él. Asimismo, acusó a Alcaraz de haber mantenido, durante los últimos nueve meses, una “especie de bloqueo malintencionado”. Con la destitución del ya exvicepresidente tercero, Córdoba se hace con el control de las carteras de Promoción Económica y Administración Insular.

La decisión, que ya fue anunciada por el presidente insular, generó el rechazo de los consellers de Sa Unió, que mantienen una disputa con el presidente todavía no resulta. Hay que destacar también que a principios de año Sa Unió expulsó de su coalición a Córdoba, lo que le convirtió en un presidente no adscrito, dando lugar a una situación inédita. La coalición de derechas justificó la decisión en que Córdoba, supuestamente, habría pedido un sobresueldo de 4.000 euros a la presidenta balear, Marga Prohens, porque estaría “arruinado”. Córdoba definió este movimiento como “un golpe de Estado” del PP con el objetivo de “hacerse con el control del poder”.

Córdoba se desdijo

Después de que los ocho consellers de Sa Unió pidieran la dimisión de Córdoba, tras las declaraciones en las que anunciaba que se planteaba “dejar de apoyar incondicionalmente a Prohens” con su voto en el Parlament, el presidente de Formentera exigió las dimisiones de Verónica Castelló, vicepresidenta primera y consellera de Movilidad y Gestión Ambiental y José Manuel Alcaraz, entonces vicepresidente tercero y conseller de Promoción Económica y Administración Insular. Más tarde reculó y pidió zanjar las crisis.

“Tanto Alcaraz como Castelló han hecho un muy buen trabajo. Lo mejor para Formentera y el Consell es que continúen haciendo su trabajo”, aseguró Córdoba después de la aprobación de los presupuestos insulares, en declaraciones a los medios recogidas por Ràdio Illa. “En su momento lo pedí [la dimisión], pero ahora rectifico y en la situación actual no pido su dimisión, sino que trabajemos juntos para sacar adelante este programa electoral y este proyecto que es Sa Unió de Formentera”, añadió.

“Lo que tenemos que hacer ahora es centrarnos en el trabajo (...). Mi intención es que se pueda continuar trabajando (...). Espero que después de la aprobación de los presupuestos del Govern balear y del Consell todos tengamos más tranquilidad y más tiempo para poder hablar y no descarto que esta situación se pueda arreglar”, explicó Córdoba. En cuanto a las relaciones que mantiene con el Ejecutivo de Prohens, aclaró que “en ningún momento” dijo que retiraría su apoyo al Govern y añadió que se arrepiente del mensaje que mandó el 27 de noviembre, sin consensuarlo con sus compañeros del Consell Insular. Un comunicado en el que anunció que se planteaba “dejar de apoyar incondicionalmente al Govern balear del Partido Popular”.

Así, Córdoba justificó su posición en que, en ese momento, “el Govern negociaba con Vox, pero se había olvidado del trabajo” que hace él como diputado por Formentera y “había que dar un toque [de atención]”. “Espero que todo esto se pueda arreglar”, insistió. Además, asevera que no se “esperaba” que el mensaje desencadenara la dimensión que ha adquirido la crisis institucional y que ha supuesto una ruptura de las relaciones entre el presidente insular y sus ocho consellers. Una ruptura que dio un paso más allá, después de que Córdoba cesara de sus funciones a Alcaraz, líder del PP de Formentera y exvicepresidente económico de la institución insular.

La tregua que hubo los días 21 y 22 de diciembre, con la aprobación de los presupuestos del Govern y el Consell de Formentera, solo fue un espejismo. El presidente del Consell Insular, que entonces era diputado de Sa Unió en el grupo mixto, votó a favor de los presupuestos autonómicos dando apoyo al Ejecutivo conservador de Prohens, como también dio luz verde a los presupuestos insulares junto a los ocho consellers con los que mantiene relaciones muy tensas. Desde entonces, la crisis no ha hecho más que agravarse con tres sucesos más: primero, Sa Unió expulsa a Llorenç Córdoba de la coalición de Sa Unió, por lo que Córdoba pasa a ser un presidente no adscrito; segundo, Córdoba destituye de sus funciones a José Alcaraz, entonces vicepresidente tercero y conseller de Promoción Económica y tercero, salen a la luz las grabaciones que prueban que Córdoba pidió tanto en el Consell Insular como en el Parlament un sobresueldo de 4.000 euros para hacer frente a sus problemas económicos.