El Partido Socialista de les Illes Balears (PSIB), liderado por Francina Armengol, ganaría de nuevo las elecciones autonómicas. Lejos de acusar el desgaste de las dos últimas legislaturas, ganaría los comicios con un 28,6% de los votos (frente al 27,3% obtenido en 2019), lo que le permitiría alcanzar entre los 19 escaños –los mismos con los que cuenta actualmente– y los 20. No obstante, la formación, al igual que hace cuatro años, necesitaría del apoyo de otros partidos para revalidar su tercer mandato, dado que la mayoría absoluta en el Parlament balear se sitúa en 30 de los 59 diputados que lo componen.
Por su parte, el PP de Marga Prohens quedaría segundo, con un 23,6% de las papeletas (frente al 22,2% de 2019), lo que se traduciría en entre 17 y 18 asientos (frente a los 16 actuales). Pese a este ligero ascenso y la desaparición de Ciudadanos (Cs) de la escena regional, la formación no lograría recuperar el umbral de escaños que consiguió en 2015 (20 diputados) y ni siquiera un hipotético pacto con Vox –una posibilidad que hasta el momento no ha barajado la candidata 'popular'– le bastaría para alzarse con el poder, tal como se desprende de la encuesta elaborada por Simple Lógica para elDiario.es Balears.
Con todo, uno de los datos más relevantes que arroja el informe, que tiene en cuenta la particularidad del sistema electoral balear y sus cuatro circunscripciones (Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera), revela que la fuerza que más vería incrementado su porcentaje de sufragios de cara a los comicios del próximo 28 de mayo sería Vox: la formación de ultraderecha se situaría en tercer lugar con un 12,4% de los votos (frente al 8,1% de 2019) y vería con ello duplicados sus escaños: de los tres con los que cuenta actualmente pasaría a tener entre seis y siete. El partido, encabezado en las islas por Jorge Campos, sería así el más beneficiado de la debacle de Ciudadanos, que, de acuerdo con la encuesta, desaparecería de la arena parlamentaria siguiendo la imparable tendencia que desde hace años sufre a nivel estatal.
La encuesta señala que los naranjas, con un 3,9% de los votos (9,9% hace cuatro años), perderían los cinco diputados con los que cuentan en la Cámara balear y con ello la derecha vería alejadas sus posibilidades de formar gobierno en las islas.
Otro de los aspectos más llamativos de la cita electoral lo protagonizaría la formación ecosoberanista Més per Mallorca, que, con un 11,9% de las papeletas (2,7 puntos más que en 2019), se situaría como el cuarto partido más votado y, de sus actuales cuatro escaños, pasaría a contar con entre cinco y seis, facilitando con ello un futuro pacto con los socialistas.
En quinta posición se colocaría Podem, en coalición con Esquerra Unida (8,7% de los votos frente al 9,7% de 2019), que vería disminuido su número de diputados de seis a cinco, mientras los regionalistas de Proposta per les Illes (El PI), acuciados por la fuga de votos hacia la derecha, obtendrían un 5,7% de los sufragios (7,3% hace cuatros años) y perderían un diputado de los tres actuales; Més per Menorca, con un 1,3% de votos (1,4% en 2019), mantendría sus dos parlamentarios actuales, y Gent per Formentera (GxF), con un 0,5% al igual que en los últimos comicios, conservaría su diputada actual.
Tercer mandato consecutivo de la izquierda
Con estos mimbres, la izquierda volvería a gobernar en Balears. Los votos aglutinados por el PSIB de Armengol no le bastarían para hacerlo en solitario, pero, al igual que en las dos últimas legislaturas, la alianza con otras formaciones progresistas como Més per Mallorca y Podem le permitirían consolidarse sin dificultades en el Consolat de Mar, sede de la presidencia balear. La suma de escaños de todas ellas (los 20 del PSIB, los seis de Més per Mallorca y los cinco de Podem) superaría en uno los 30 escaños necesarios para alcanzar la mayoría en el hemiciclo. Sí cambiaría, a tenor de lo arrojado por los datos, el peso de cada uno de estos partidos en el pacto.
Los datos de Simple Lógica muestran, con todo, una movilización significativa de los votantes de Més per Mallorca, con un 89,3% de ellos repitiendo. Les pisan los talones los votantes del PP, con un 86,8%, mientras que por detrás se situarían los de Podem (85,7%), PSIB (80,1%) y Vox (78,1%).
El pasado 14 de abril, PSOE-PSIB y Gent per Formentera (GxF) alcanzaron un acuerdo ‘in extremis’ para presentar una candidatura conjunta a las listas del Parlament de cara a las elecciones. Es un pacto importante para las izquierdas, dado que la menor de las Pitiüses tiene un único escaño de representación en la cámara autonómica y en ocasiones anteriores ha sido decisivo declinar la balanza hacia un lado u otro. Fue, además, foco del primer gran caso de corrupción que salpicó al expresidente del Govern Jaume Matas (PP), quien no llegó a ser imputado: el caso Formentera, que centró sus investigaciones en una trama dirigida a manipular el censo de residentes ausentes en la isla y captar votos en Argentina para propiciar del PP de Matas en las elecciones autonómicas y municipales de 1999.
Desde que en 1999 el denominado 'Pacte de Progrés' liderado por Francesc Antich (PSIB) lograse desalojar del Consolat al PP, que desde 1983 había gobernado de forma hegemónica en Balears, los bloques conservador y progresista fueron alternándose en el poder hasta que en 2015 un nuevo pacto de izquierdas, integrado por PSOE, Podem y MÉS, se hizo de nuevo con el gobierno de las islas, convirtiéndose Armengol en la primera mujer en alzarse con la presidencia del Ejecutivo autonómico.
Entre 2011 y 2015, Balears acogió la última mayoría absoluta, la ostentada por el PP de José Ramón Bauzá. Desde ese año, ningún partido ha logrado la mayoría suficiente para gobernar en solitario. En 2019, por primera vez una coalición de gobierno progresista, de nuevo con Armengol al frente, revalidaba su acción de gobierno y enlazaba dos legislaturas consecutivas que podrían sumar una tercera de cumplirse los resultados de la encuesta. La actual secretaria general del PSIB, quien se define como feminista y republicana –tras la abdicación de Juan Carlos I planteó la celebración de un referéndum para que la ciudadanía eligiese entre la continuidad de la monarquía o la instauración de una república–, cuenta con grandes apoyos y personas de máxima confianza dentro del partido y, de hecho, en 2021 fue reelegida en el cargo con un 83% de los votos.
El sondeo también pone el foco en los índices de popularidad y aprobación de los diferentes líderes por parte de los votantes de Balears. Así, nueve de cada diez conoce a la actual presidenta, Francina Armengol, y siete de cada diez, a Prohens. En los últimos días, la candidata socialista ha mostrado su preocupación ante un posible acercamiento del PP balear “al machismo o a los antiabortistas”, en referencia a algunos de los candidatos que se han unido a las listas 'populares', como Alejandro Sáenz de San Pedro. Asimismo, el PP nacional desaprobó recientemente la participación de Prohens en una comida con el histórico dirigente del partido José María Rodríguez, condenado a tres años y medio de cárcel por el conocido como caso Over Marketing, empresa que, como confirmó en julio del pasado año el Tribunal Supremo, financió en negro parte de la campaña electoral de la formación en 2003.
Según la encuesta, la candidata socialista a revalidar la presidencia consigue la aprobación del 42,2% de los encuestados, únicamente superada por Sílvia Tur, cabeza de lista de Gent per Formentera, con un 51,4%. Por detrás se sitúan Prohens, del PP (22,1%), Lluís Apesteguia, de Més per Mallorca (19,5%), Josep Castells, de Més per Menorca (15,1%), Jorge Campos, de Vox (13,7%), Patrícia Guasp, de Cs (13,5%), Josep Melià, de El PI (11,8%), y Antònia Jover, de Podem (10,5%).