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Los descendientes de Aurora Picornell y de Antònia y Maria Pascual, activistas republicanas fusiladas por el franquismo la noche de reyes de 1937, han ratificado este jueves su denuncia contra el presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne (Vox), por un presunto delito de odio por haber arrancado y desgarrado una fotografía de las tres mujeres en pleno debate de la derogación de la Ley balear de memoria democrática. “Todos los gestos tienen un significado. Y el gesto que vimos el 18 de junio por parte del presidente del Parlament nos produjo dolor, tristeza e indignación”, ha manifestado Carlos Fernández, sobrino nieto de una de las represaliadas, acompañado por otra familiar de las más conocidas como 'rojas del Molinar'.
Acompañados por su abogado, ambos han acudido al Juzgado de Instrucción número 1 de Palma para ratificar su denuncia contra los hechos protagonizados por Le Senne, que motivaron una oleada de reacciones dentro y fuera de las islas así como numerosas peticiones de dimisión contra el polémico parlamentario de extrema derecha. A su salida de dependencias judiciales, e interpelado por los medios sobre si habría deseado recibir más apoyo por parte de las administraciones públicas de Balears, Fernández se ha limitado a responder que tanto los familiares de Picornell como él lo que querían hacer es “esto de ahora: poner una denuncia”.
El familiar ha argumentado que la denuncia se sustenta, principalmente, en los “sentimientos de dolor y humillación” provocados por el gesto Le Senne, que, ha añadido, “fue desagradable como mínimo”.
Los hechos sucedieron durante el pleno celebrado el pasado 18 de junio mientras se debatía la supresión de la Ley balear de memoria democrática, cuya eliminación se encuentra en estos momentos en el aire tras la ruptura, la semana pasada, de los acuerdos de gobernabilidad por PP y extrema derecha en las Comunidades legisladas por ambos, entre ellas Balears. En ese mismo momento, Le Senne expulsó a las representantes socialistas de la Mesa del Parlament, Mercedes Garrido y Pilar Costa, al negarse a retirar el retrato de la 'Pasionaria' de Mallorca “como acto de justicia y como acto de reparación de mujeres asesinadas por verdugos falangistas”.
Un mes después, Le Senne, quien hasta el momento se ha mantenido atrincherado en el cargo con la anuencia del PP, activó este miércoles la cuenta atrás para su cese al frente de la Cámara autonómica al convocar el próximo 7 de agosto a la Diputación Permanente, que deberá votar si se habilita un día para la celebración de un pleno extraordinario para debatir la moción de remoción registrada de forma conjunta por los grupos parlamentarios de la oposición (PSIB-PSOE, Podemos, Més per Mallorca y Més per Menorca), en el que exigen la dimisión de Le Senne “por negligencia notoria y grave” en el ejercicio de sus funciones. los grupos de izquierdas consideran que el parlamentario ultra ha convocado a la Diputación “forzado” por la dirección nacional del partido de extrema derecha y no por propia “dignidad” ni por “decencia democrática”.
Por su parte, el PP eludió aclarar si apoyará o no la remoción, dado que el líder nacional de Vox, Santiago Abascal, podría “cambiar de opinión” tras la ruptura de los pactos PP-Vox. “Esperemos sentarnos con Vox para analizar la situación”, ha manifestado el portavoz parlamentario popular, Sebastià Sagreras. Al ser preguntado sobre una posible reconciliación con Vox, el conservador se limitó a responder que no descartan que “las circunstancias cambien” y advirtió, en todo caso, que “quien no marcará las decisiones” del PP será el PSOE, “primer interesado en que las cosas vayan mal”.