La magistrada Samantha Romero ha advertido este lunes, durante la continuación del juicio del caso Cursach, que el Tribunal “no tolerará ningún tipo de presión”, tras las declaraciones realizadas por el abogado Gaspar Oliver en las que ha solicitado la expulsión de la acusación particular y ha insinuado una “falta de imparcialidad”.
“Estamos entrando en una dinámica que no es tolerable, al más mínimo comportamiento extraño, presión o cualquier cosa que observemos en nuestra vida habitual, será denunciado”, ha dicho Romero durante la sesión, celebrada en la Sección Primera de la Audiencia Provincial.
“Llegaremos hasta el final, actuaremos en la legalidad en todo momento”, ha añadido la presidenta de la Sala, al tiempo que Oliver ha expuesto su “confianza total” en el Tribunal.
Previamente, el letrado había señalado que el juicio era “ingobernable”, que la instrucción estaba siendo controlada y que las dos acusaciones particulares eran “instrumentales” y actuaban sobre sus intereses y los del juez Manuel Penalva y del fiscal Miguel Ángel Subirán.
Por su parte, el fiscal Juan Carrau ha considerado que la expulsión de las acusaciones particulares “sería demasiado drástica” y que la cuestión previa de falta de imparcialidad mencionada por Oliver alarga las presentadas por otros letrados.
En la misma línea se ha expresado uno de los abogados de la acusación particular, quien ha remarcado que no tiene intención de instrumentalizar la causa.
“Si hubiese atisbo de duda, lo último que quiero es perjudicar a mis presentados porque yo esté sentado aquí, así que me apartaré si se ven perjudicados”, ha concluido.