“Niego el cambio climático, pero quiero gestionar Medio Ambiente”. Con estas palabras, el portavoz de Vox en el Consell de Mallorca, Pedro Bestard, ha revelado sus intenciones de encargarse de un área respecto a la que se muestra su claramente escéptico. En una entrevista concedida a Onda Cero Mallorca, el ultraderechista ha abrazado la teoría negacionista de la crisis climática, una de las cuestiones de las que el partido de Santiago Abascal hace bandera a pesar del consenso científico existente.
“Bueno, nosotros no creemos que sea un cambio climático”, ha subrayado Bestard, quien se ha mostrado convencido de que “esto es un factor de poder de unas empresas que quieren llevar al mundo a un sitio donde a ellos les interesa”. A pesar de ello, se ha mostrado dispuesto a gestionar Medio Ambiente, uno de los departamentos insulares que recaerán en manos de la extrema derecha en virtud del acuerdo alcanzado entre PP y Vox para investir a la popular Marga Prohens presidenta del Govern balear a cambio de la participación de los ultraderechistas en los consells insulars de Mallorca y Menorca y del cumplimento de 110 medidas programáticas.
Bestard, quien fue regidor de Medio Ambiente y director de esta área en el Ajuntament de Marratxí y varias de cuyas aficiones son la caza, el tiro y la pesca, ha incidido en que “una cosa es la sostenibilidad y otra el cambio climático. No tenemos que mezclar, yo estoy de acuerdo con que haya fotovoltaicas, pero una cosa no quiere decir la otra”, ha recalcado, agitando el negacionismo climático como han hecho otros tantos líderes de su partido.
Precisamente, en Extremadura, el gran banco de pruebas para la política medioambiental de Vox, el acuerdo rubricado con el PP de María Guardiola permitirá a la extrema derecha dirigir durante los próximos años una cartera que incluirá la gestión de los incendios forestales, el agua, el mundo rural y el patrimonio natural, a pesar de su manifiesto negacionismo del cambio climático, su batalla contra las 'políticas verdes' y su apuesta por prolongar la vida de las centrales nucleares.
En Balears, las declaraciones de Bestard siguen la senda del hasta ahora líder de Vox en Balears, Jorge Campos, quien en 2019 negó que la actividad humana sea la causa del cambio climático, asegurando incluso que el archipiélago es “una víctima más” de “la gran estafa” de quienes denuncian el calentamiento global, una “especie de religión que se utiliza con pretensiones políticas”. Campos concurre, de cara a las elecciones generales del 23 de julio, como candidato al Congreso de los Diputados por las islas.
En concreto, el acuerdo alcanzado por PP y Vox en el archipiélago para posibilitar el gobierno de los conservadores en solitario ha supuesto la renuncia a varios de los puntos clave del programa electoral de los populares y la asunción de los postulados e incluso la terminología de la extrema derecha. El documento barre, especialmente, los compromisos del PP en materia de crisis climática y derechos del colectivo LGTBI, evita hablar de “violencia machista” para diluirla en la “violencia intrafamiliar” -a pesar de que Prohens sí la mencionó en su discurso de investidura- e introduce una tajante defensa de la “unidad de la nación”, concepto tradicionalmente enarbolado por Vox para arremeter contra la pluralidad identitaria en España.
En relación con la lucha contra el cambio climático, el acuerdo con Vox no dedica apartado alguno a esta grave problemática, a pesar de que el PP lo señalaba como uno de sus principales retos. Entre otras promesas, los conservadores apostaban por la simplificación y agilización de los trámites y procedimientos para el impulso de proyectos de transición energética con el objetivo de facilitar la entrada de las energías renovables en las islas y la descarbonización y, de esta manera, “conseguir que Balears sea un polo de atracción de inversión privada verde en la lucha contra el cambio climático”.
También en esta área, el programa electoral de los populares se comprometía a impulsar ante la Unión Europea las medidas necesarias para la reducción de emisiones contaminantes de barcos en la lucha contra el cambio climático. El documento pactado con la extrema derecha ninguna mención hace al respecto.