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El PP ha echado por tierra, con su abstención, la creación de la Oficina de Garantía Lingüística ideada por Vox para luchar contra “la imposición” del catalán en Balears con multas de hasta 100.000 euros a quienes no cumplieran sus disposiciones. Hasta el momento, los conservadores habían apoyado la puesta en marcha de este ente, que contemplaba sustituir a la anterior Oficina de Defensa de los Derechos Lingüísticos, impulsada para defender los derechos de los catalanoparlantes, cuya lengua se encuentra en el archipiélago en claro retroceso en comparación con el castellano.
El Parlament balear ha aprobado parcialmente una proposición no de ley (PNL) presentada por Més per Mallorca y que ha contado con los seis votos a favor de la formación ecosoberanista, el PSIB, MÉS per Mallorca, Grupo Mixto, las seis abstenciones del PP y el voto en contra de Vox. Mediante esta iniciativa, la Cámara reclama que los 750.000 euros que había presupuestado el Govern del PP para la puesta en marcha de este organismo sean destinados a “políticas útiles” y “necesarias” para la ciudadanía.
Asimismo, el Parlament constata que el catalán, como lengua propia de Balears, debe tener un tratamiento “preferente” en la institución representativa de la ciudadanía de las islas y máximo exponente de su autogobierno, ya que reconoce que esto “siempre ha sido compatible con la garantía del derecho de uso de cualquiera de las dos lenguas oficiales por parte de los diputados y los grupos parlamentarios”.
Por otro lado, la Cámara muestra su rechazo a los “intentos de crear crispación” en torno al “necesario, positivo y todavía incompleto proceso de normalización de la lengua catalana, del que el Parlament se siente orgullosamente corresponsable”. Ambos puntos han sido aprobados casi por unanimidad a excepción del representante de Vox que ha votado en contra. Sin embargo, el apartado que ha sido rechazado por la mayoría de los siete diputados de PP y Vox ha sido el referido al rechazo del 'Acuerdo por el bilingüismo' aprobado por la Mesa del Parlament el pasado mes de marzo.
La creación de la Oficina Lingüística no es la única iniciativa de Vox a la que el PP ha puesto freno en Balears desde que la extrema derecha rompió sus pactos autonómicos de gobierno con los populares. El pasado martes, los conservadores tumbaron del 'veto parental' que propuso Vox en las islas con el objetivo de los centros educativos permitieran a los padres vetar las actividades externas que cuestionen sus convicciones morales, ideológicas o religiosas. Era una de las medidas estrella que lanzaron los de Santiago Abascal en las elecciones autonómicas del pasado año a fin de velar por la “inocencia” de los menores en el terreno afectivo-sexual y “acabar con el adoctrinamiento ideológico” en las aulas.