El PP salva al ultra Le Senne, que seguirá de presidente del Parlament balear tras romper una foto de una víctima de Franco

Esther Ballesteros

Mallorca —

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Tras un acalorado debate en el hemiciclo del Parlament balear, el PP ha salvado finalmente del cese al presidente de la Cámara, Gabriel Le Senne (Vox), cuya destitución fue instada hace más de dos meses por los grupos de la oposición (PSIB-PSOE, Més per Mallorca, Més per Menorca y Podemos) después de que el parlamentario ultra, el pasado 18 de junio, rompiese el retrato de la republicana Aurora Picornell y las conocidas como 'rojas del Molinar', fusiladas por los franquistas la noche de reyes de 1937. Los hechos provocaron una oleada de indignación dentro y fuera de Balears. Sin embargo, la continuidad de Le Senne ha permanecido en el aire hasta el último instante debido al empeño de los conservadores por no desvelar el sentido de su voto hasta apenas minutos antes de la votación.

Durante el pleno extraordinario celebrado este martes, que ha sido presidido por el vicepresidente del Parlament, Mauricio Rovira (PP), y con Le Senne sentado en uno de los escaños reservados para los miembros de la Mesa, el PP ha decidido finalmente abstenerse en la votación de la propuesta, facilitando con ello la continuidad del dirigente de extrema derecha ya que el 'sí' de los populares era imprescindible para que el presidente fuese apartado. Dado que se precisaba una mayoría de tres quintos de la Cámara para que la iniciativa saliera adelante, ésta ha sido finalmente rechazada con siete votos en contra, 25 abstenciones y 25 votos a favor.

El parlamentario ultra, por su parte, se ha reafirmado en su actitud en presencia, además, de varios miembros de la asociación Memòria de Mallorca, una de las entidades que se ha mostrado más activas desde que Le Senne desgarrara los retratos. Durante su intervención, el alto cargo de Vox ha acusando a los partidos de izquierdas, a partir de un acto que ha calificado de “accidental e inintencionado”, de “organizar un circo que han estirado durante más de dos meses” y de “montar una campaña de acoso basada en la mentira y el uso político de la justicia”.

“Han hablado de atentado como si fuera un terrorista, han reunido a sus huestes para gritar 'Gabriel Le Senne puto nazi' a las puertas del Parlament. E incluso he recibido amenazas de muerte”, ha proclamado, sin pedir en ningún momento disculpas por los hechos cometidos, por los que se encuentra imputado por un presunto delito de odio por el que está citado a declarar el próximo 27 de septiembre, a las 9.30 horas, en los Juzgados de Instrucción de Palma. “Les animo a pasar página, todos nos hemos comportado este martes de forma muy civilizada y me gustaría que siguiéramos así”, ha añadido.

Le Senne ha asegurado que, en el momento de los hechos, “ignoraba la identidad concreta” de quienes figuraban en la fotografía, que se encontraba expuesta en la tapa del ordenador de la diputada socialista Mercedes Garrido. “Al principio hice caso omiso, pero después me empezaron a llegar quejas por privado de PP y Vox. Al crecer la intensidad de las mismas, decidí hablarlo con Garrido”, ha relatado, aseverando que al negarse ésta a retirar el cartel y, a la tercera llamada al orden, a abandonar la sala tras ser expulsada junto a la también socialista Pilar Costa, optó por intentar quitar el retrato, “sin ningún manotazo, convencido de que el cartel saldría entero” y “tras una sucesión de infracciones del reglamento”.

El presidente de la Cámara había iniciado su discurso lamentando que el motivo fuese la remoción instada para apartarle, “cuando los baleares y el conjunto de los españoles esperan que dediquemos nuestro tiempo a otras causas más importantes como la invasión migratoria que padecemos, la creciente inseguridad, el envejecimiento de la población por la falta de natalidad” o “la crisis institucional y nacional en la que nos hallamos”, desplegando con estas palabras parte del discurso que enarbola la extrema derecha.

Mientras tanto, el portavoz parlamentario del PP, Sebastià Sagreras, que ha desvelado la posición de su partido apenas minutos antes de la votación, se ha limitado a justificar la abstención de los conservadores con vistas a “poner sentido común, tranquilidad y ayudar a rebajar la tensión en el Parlament”. Quitando hierro a lo sucedido, el popular ha expresado su confianza en que, tras los dos meses de inactividad, “todos los grupos vengan con actitudes renovadas y dispuestos a trabajar para los ciudadanos de las islas”.

En línea de lo defendido por los populares en los últimos meses, corresponde a Vox “explicar a sus más de 60.000 votantes en las Islas” por qué, tras la ruptura de los acuerdos anunciada por Abascal y que en Balears incluyen la presidencia de la Cámara, “han renunciado a las políticas para al mismo tiempo querer mantenerse en la silla”. Sagreras ha reiterado que, “por coherencia”, Le Senne tendría que haber dimitido él mismo “por unos hechos que nunca tendrían que haberse producido”.

La sesión ha arrancado pasadas las 10.50 horas con la intervención del portavoz parlamentario socialista, Iago Negueruela, quien ha ofrecido de nuevo los votos de su partido para que los populares votasen a favor de la remoción de Le Senne, comprometiéndose con ello a apoyar el nombramiento de un nuevo presidente de la Cámara que sea del PP. “Están en juego la dignidad y la democracia”, ha manifestado.

“Romper una foto con la virulencia con la que lo hizo no es admisible en democracia”, ha defendido Negueruela, que ha asegurado que estaría “tremendamente orgulloso” de poder votar la próxima semana a un presidente del PP. Cabe recordar que Le Senne fue aupado a la presidencia del Parlament el 20 de junio de 2023 gracias al apoyo del PP, que a cambio de esta y otras cesiones se garantizaba poder formar gobierno en solitario, subordinado, eso sí, al apoyo externo de Vox. Hasta la ruptura de los pactos de gobernabilidad entre PP y Vox por parte del líder nacional del partido de extrema derecha, Santiago Abascal, los conservadores han necesitado de los votos de su socio externo para sacar adelante sus iniciativas.

En su moción de remoción, los grupos de izquierdas exigían la dimisión de Le Senne “por negligencia notoria y grave” en el ejercicio de sus funciones, amparándose para ello en lo establecido en el artículo 39.d) del Reglamento del Parlament, cuya aplicación “inmediata” han reclamado infructuosamente hasta el momento.

Durante el pleno, el portavoz de Més per Mallorca, Lluís Apesteguia, ha recriminado que, durante estos meses, Le Senne ha hecho, “sin miramientos, de juez y parte” a la hora de decidir sobre su continuidad en el cargo: “Solo eso bastaría para justificar su cese”. El parlamentario ecosoberanista ha aseverado asimismo que el gesto protagonizado por el presidente ultra de la Cámara el pasado 18 de junio “nunca lo habría hecho la gente de derechas que ha gobernado esta institución”.

En esta misma línea se ha pronunciado el portavoz de Més per Menorca, Josep Castells, quien ha lamentado que Balears “sufrió un trauma terrible durante la guerra, cuando grupos incontrolados pero que tenían la cobertura de las autoridades de facto de entonces, asesinaron y martirizaron a miles de personas cuyo símbolo es en la actualidad Aurora Picornell”. “Agredir su imagen causa un inmenso dolor”, ha remarcado.

Con más dureza se ha pronunciado la diputada de Podemos Cristina Gómez, quien ha recriminado que Le Senne siga siendo presidente del Parlament balear a pesar de estar investigado en el Juzgado de Instrucción número 1 de Palma. “Usted es un imputado en un expediente de carácter criminal y sigue siendo presidente. Señores del PP, darán apoyo a que siga presidiendo la Cámara?”, ha manifestado dirigiéndose a los populares.