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Nuevo choque en materia lingüística entre PP y Vox en Balears. Los socios de gobierno mantienen un pulso a raíz de la propuesta de Vox de cambiar la denominación 'catalán' por la de 'lenguas baleares' en el Estatut d'Autonomia. Esta iniciativa de la extrema derecha nace de la distinción que la Casa Real ha otorgado a una entidad contraria a la unidad de la lengua catalana y que defiende erróneamente que en las Islas no se habla catalán, sino el “idioma balear”. Durante el pleno que se celebra este martes en el Parlament, el portavoz del Govern y conseller de Economía, Hacienda e Innovación, Antoni Costa, ha asegurado que el Ejecutivo balear del PP “no discute ni discutirá el Estatut” y ha recordado a Vox que “no les encontrarán en la confrontación lingüística”.
A pesar de que PP y Vox sí coinciden en negar que se hayan producido “ataques” contra el catalán desde que los populares legislan Balears con el apoyo externo de la extrema derecha, ambos partidos han escenificado sus desavenencias respecto al planteamiento de modificar el texto estatutario. En este sentido, en respuesta a una pregunta de la diputada de Vox Patricia de las Heras, Costa ha manifestado que el Estatut “es muy claro y, mientras en el artículo 4 apunta que el catalán es la lengua propia de Balears, en el 35 reconoce las modalidades lingüísticas propias de cada una de las islas, que han de ser objeto de estudio y protección”. Por ello, ha incidido, este Govern “no discute ni discutirá el Estatut”, una norma con la que se sienten “muy cómodos” porque es el “marco de referencia, convivencia y consenso” que se han dado los ciudadanos.
Pese a “respetar” la posición de Vox respecto a la lengua propia de las Islas, Costa ha recordado a De las Heras que en el acuerdo que firmaron su grupo parlamentario y el grupo parlamentario popular “para dar estabilidad a Balears y hacer realidad el cambio que pidieron los ciudadanos en las urnas” se habla, por ejemplo, “del derecho a dirigirse y expresarse en la Administración en cualquiera de las dos lenguas oficiales de la Comunidad Autónoma y también se habla de fomentar y proteger las modalidades lingüísticas de las cuatro islas y esto es en lo que el Govern se siente cómodo”. “La postura que defiende el Govern es exactamente esta, no ha cambiado en absoluto”, ha insistido Costa, quien ha subrayado que “con la moderación, la tranquilidad y el bilingüismo cordial nos encontrarán siempre, donde no nos encontrarán nunca es en la confrontación lingüística”.
Esta no es la primera discrepancia en materia lingüística entre PP y Vox, pues ambos socios de legislatura ya hicieron visibles sus discrepancias sobre la forma en que el Ejecutivo autonómico del PP llevará a cabo el desmantelamiento del catalán en las aulas, así como en relación a la futura Oficina Lingüística, ideada y dirigda por Vox, que prevé luchar, a través de multas desorbitadas, “contra la imposición del catalán” en las Islas, a pesar de ser el idioma propio del archipiélago. Sin embargo, en menos de un año han pactado diversas medidas contra la presencia del catalán en el espacio público, especialmente en lo relativo a sanidad y educación.
La Casa Real inspiró a Vox
La iniciativa de Vox viene impulsada por la distinción que la Casa Real ha otorgado a la Acadèmi de sa Llengo Baléà, una entidad que defiende erróneamente que en Balears se habla el “idioma balear”, que sería lo mismo que decir que en Andalucía no se habla español, sino el idioma andaluz. Zarzuela concedió el título de “Real” a esta asociación y, tras el revuelo causado, afirmó que disponía de unos supuestos informes que acreditaban dicha decisión, pero no quiso hacerlos públicos.
La concesión del título de “Real” a la Acadèmi de sa Llengo Baléà ha despertado las críticas de los expertos en la materia, ya que existe un consenso entre académicos sobre que el balear es un dialecto del catalán, no un idioma. La Universitat de les Illes Balears (UIB) -la institución oficial consultiva para todo cuanto se refiere a la lengua catalana en la Comunidad Autónoma- y el Institut d'Estudis Catalans (IEC) -entidad encargada de fijar la normativa de la lengua catalana- recibieron “con sorpresa” la decisión de Zarzuela.
Para estas entidades, la 'Reyal Acadèmi de sa Llengo Baléà' “preconiza unas normas ortográficas, un léxico y una gramática que transgreden totalmente la normativa por la que se rige la lengua catalana”. “Ante una transgresión tan evidente de lo que establece la filología, la historia y la jurisdicción que regula la lengua en Balears, queremos expresar nuestro rechazo y nuestra oposición rotunda a la concesión del título a esta asociación, así como al nombre que lleva ya su propósito de fijar una norma para la lengua hablada en las Islas”, expresaron desde la UIB y el IEC.
La decisión de la Casa Real también fue criticada por los partidos políticos de las Islas, como Més per Mallorca, Més per Menorca o El Pi. De hecho, el conseller insular de esta última formación, Antoni Salas, afirmó que otorgar el título de Real a la Acadèmi de sa Llengo Baléà “es como darle el premio Nobel de Medicina a un curandero”. “No se entiende como la Casa Real ha podido otorgar esta distinción a una asociación que se ha inventado la grafía de una lengua. Estamos ante un grupo que fomenta la incultura y va en contra de los académicos y estudiosos de nuestra lengua”, concluyó.
En esta línea, el propio Antoni Costa defendió hace dos semanas la redacción actual del Estatut d'Autonomia cuando fue preguntado en una rueda de prensa por la distinción de “Real” a la Acadèmi de sa Llengo Baléà: “Es un hecho que desconocemos, pero el posicionamiento del Govern es respeto al Estatut d'Autonomia y unidad de lengua. Aquí hay una lengua propia, que es el catalán, propia de Balears, y el Govern no discute lo que dispone el Estatut ni tampoco la unidad de lengua”.
El “gonellismo”
Vox, al igual que la Acadèmi de sa Llengo Baléà -fundada en 1992-, pertenece al movimiento conocido como “gonellismo”. Este nació de unas cartas en las que un magistrado defendía un catalán estándar que protegiera más a las variantes mallorquinas y que ha derivado en una defensa -sin base académica- de que el catalán y el balear son idiomas distintos. A raíz del auge de Vox en las instituciones de Balears, el movimiento ha conseguido hacerse más fuerte.
“Su objetivo, dejemos ahora si con buena o mala intención, es deshacer buena parte de lo que se ha conseguido en la construcción del estándar relativamente unitario que tenemos y que, a pesar de algunas dificultades, permite al catalán funcionar como las lenguas de cultura normales, todas dotadas de un estándar potente”, comentaba el filólogo Gabriel Bibiloni sobre este movimiento.
“Tres circunstancias básicas son las que empujaron la creación de la Academia de la Lengua Balear: el cambio de uso del mallorquín a principios de 1900 por parte de los intelectuales baleáricos, la necesidad de una entidad reguladora de la gramática del balear y la creación de entidades que avalaban posturas catalanistas. Defendemos nuestra lengua ancestral, la lengua propia de aquí, lengua hecha desde el habla de la calle y no en un laboratorio”, dice la entidad en su página web, escrita en este pseudoidioma “balear”.