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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido que el reglamento del Régimen Fiscal Especial de Balears (REB) “reconoce la singularidad” vinculada a la insularidad del archipiélago y lo ha calificado de “causa justa” al ser preguntado por ello tras su tradicional despacho con el rey Felipe en Mallorca.
Durante su intervención ante los medios en el palacio de la Almudaina, en Palma, Sánchez ha subrayado que “todo territorio tiene su singularidad y el Gobierno reconoce la singularidad de Balears”. En este punto, ha manifestado que el REB “es una demanda y una causa justa de la sociedad balear que reconoció el Gobierno”, incidiendo en que “si Balears tiene sus singularidades, otras Comunidades Autónomas también las tienen”. “Queremos la mejor colaboración con Balears y servir a nuestros compatriotas vivan donde vivan dotándoles del mayor numero de oportunidades”, ha añadido.
Asimismo, el ser preguntado por el acuerdo suscrito entre el PSC y ERC para investir al socialista Salvador Illa como president de la Generalitat de Catalunya y que recoge una suerte de concierto económico como el vasco para que la Comunidad Autónoma gestione todos sus tributos, el jefe del Ejecutivo ha subrayado que en este pacto “se habla de solidaridad interterritorial y de la necesidad de garantizar servicios públicos equivalentes en toda España”.
Al respecto, ha señalado que el acuerdo, que ha calificado de “extraordinaria noticia”, recoge un “compromiso de la solidaridad interterritorial, de la cohesión de los servicios públicos y de la igualdad de los españoles”.
En concreto, la aprobación definitiva, la pasada semana, del reglamento del REB supondrá un ahorro de 210 millones de euros al año y, a su vez, un impacto directo de inversión en Balears de alrededor de 350 millones de euros al año.
La medida consta de dos instrumentos principales. Uno es la Reserva para Inversiones, que consiste en una reducción en la base imponible del Impuesto sobre Sociedades o del Impuesto sobre la Renta de no Residentes, o una deducción en la cuota del IRPF.
Es decir, con ello, la parte de beneficios que se dedica a inversión queda exenta de estos impuestos siempre y cuando se invierta en adquisiciones de elementos patrimoniales, de elementos que contribuyan a la mejora y la protección del medio ambiente, de gastos en I+D+I, en creación de puestos de trabajo, o acciones o participaciones en el capital de sociedades que desarrollen su actividad en Balears.
De otro lado, está el Régimen Especial para empresas industriales, agrícolas, ganaderas y pesqueras, que consiste en una bonificación de la cuota íntegra para los contribuyentes de los citados impuestos.