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Traiciones y disputas por el liderazgo: la larga agonía de Vox en Balears

Idoia Ribas (c), Sergio Rodríguez (d) y Agustí Buades (i), diputados de Vox que han renunciado a sus cargos.

Nicolás Ribas

Eivissa —
15 de abril de 2024 22:05 h

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La crisis de Vox en el archipiélago balear continúa latente meses después de que estallara el primer episodio en otoño del año pasado. Tres de los siete diputados de Vox en el Parlament han renunciado a sus cargos este lunes a primera hora: Idoia Ribas, como portavoz del grupo parlamentario; Sergio Rodríguez, como portavoz adjunto, y Agustí Buades, como presidente del Consejo de Dirección.

Todos ellos forman parte del núcleo duro que protagonizó una dura crisis interna por sus diferencias con la cúpula balear y nacional. Sin embargo, han negado a este diario que la nueva decisión se inscriba en ninguna crisis y aseveran que es el resultado de la decisión que anunciaron el pasado viernes, cuando constituyeron la asociación ‘Avanza en Libertad’, que pretende dar lo que la extrema derecha llama la “batalla de las ideas” en el ámbito cultural en contraposición a los idearios progresistas.

La versión oficial de Rodríguez, Ribas y Buades es que pretenden volcar sus esfuerzos en “recuperar a la sociedad civil” a través de la recién creada asociación, que promoverá algunos de los grandes lemas del ultraconservadurismo: el derecho a la vida (en la práctica supone un discurso contrario a la ley del aborto); la protección de la familia (tradicional) y la unidad de España, entre otros.

Sin embargo, resulta llamativo que informaran al resto de sus compañeros de la decisión poco antes de la reunión que mantienen cada lunes. “Creo que esa crisis que sí es evidente que hubo, en estos momentos, está superada”, afirma a elDiario.es Sergio Rodríguez, exportavoz adjunto de Vox en el Parlament, y añade que tanto él como sus otros dos compañeros han votado a favor de la elección de los nuevos cargos. Así, Manuela Cañadas es la nueva portavoz y María José Verdú, la nueva portavoz adjunta. De las Heras, líder de Vox en Balears, confirma en conversaciones con este diario que fueron informados poco antes de la reunión de la mañana del lunes.

“Está completamente desvinculada”, insiste Rodríguez en cuanto a que la decisión de renunciar a sus cargos de portavocía no habría tenido nada que ver con las sucesivas crisis que ha habido en los últimos meses y que han resquebrajado gravemente la unidad interna de la extrema derecha en Balears. “La nueva portavoz, la señora Cañadas, nos ha dado las gracias por el trabajo realizado y también lo han hecho las personas que han venido desde la dirección nacional”, zanja Rodríguez.

Cabe recordar que ha habido una división interna en el partido casi desde el comienzo de la legislatura, aunque se empezara a visibilizar públicamente a partir de otoño. En un principio estaban enfrentados, por un lado, el sector más beligerante con la dirección nacional de Vox, y que pedía medidas más contundentes en relación a las políticas lingüísticas que debía implantar el Govern de Marga Prohens (PP) en el ámbito educativo: es decir, Idoia Ribas, Sergio Rodríguez, Manuela Cañadas, María José Verdú y Agustín Buades. Por otro lado, están los diputados más fieles a Madrid: Gabriel Le Senne, presidente del Parlament, y Patricia de las Heras, líder de la formación en Balears. Cañadas y Verdú, anteriormente parte del sector crítico, podrían haber pasado a la línea oficialista representada por de las Heras y Le Senne, según Ultima Hora. Ambas ostentan la portavocía y portavocía adjunta en el Parlament, tras las dimisiones de Ribas y Rodríguez.

Tras la finalización de los primeros 100 días desde que el Govern de Marga Prohens (PP) echara a andar, Vox mantuvo el primer gran pulso con los conservadores, después de que la extrema derecha bloqueara la tramitación de los presupuestos autonómicos. En ese momento, Vox contaba con ocho diputados (ahora tiene siete) que votaron en contra de la tramitación de las cuentas después de que los populares boicotearan una Proposición No de Ley (PNL) de la extrema derecha que pretendía garantizar la “libre elección de lengua” (castellano o catalán) en educación infantil y primaria desde el próximo curso y que la medida se extendiera al resto de etapas educativas a partir de 2025.

Una política lingüística más o menos “ambiciosa” en la educación para reducir las horas lectivas que se imparten en catalán ha sido una de los grandes cismas dentro de la formación ultraconservadora. La agenda política de los siguientes días estuvo marcada por las exigencias de Vox para marcar el barniz anticatalanista al Govern balear del PP.

La dimisión del diputado Cardona (Vox) evidenció la crisis

Muy poco tiempo después, sin embargo, se evidenció que la unidad que se había escenificado en relación al bloqueo de Vox a la tramitación de los presupuestos autonómicos del primer año de la legislatura de Prohens (PP) no era tal. El diputado menorquín Francisco José Cardona abandonó la formación ultraderechista, aunque manteniendo su acta parlamentaria. La decisión de Cardona –a quien se le situaba en el ala ‘moderada’ del partido– vino motivada después de que Idoia Ribas, portavoz de la formación en el Parlament balear, le destituyera de su condición de portavoz adjunto, para designar en su lugar al diputado Sergio Rodríguez. “Mi dignidad está por encima de estos sainetes”, afirmó Cardona, para justificar su ruptura con Vox, que pasó a ser diputado no adscrito.

Finalmente, la extrema derecha llegó a un acuerdo con el Govern del PP para la aprobación de los presupuestos autonómicos a cambio de la introducción de parte de su agenda en la política del Ejecutivo autonómico. Entre las medidas más significativas que el Gobierno conservador aprobó a propuesta de Vox cabe señalar una partida de 20 millones de euros para que el catalán deje de ser la lengua mayoritaria en la escuela pública; un millón de euros para una oficina que se encargue de defender a las víctimas de la “okupación”; 200.000 euros para inspeccionar que no hay “intromisión ideológica” en los centros educativos; la eliminación del Impuesto de Patrimonio que evitará la recaudación de al menos 70 millones de euros anuales, beneficiando a los grandes capitales; 150.000 euros para realizar auditorías a empresas y otros organismos para evitar gastos “con fines ideológicos”; 750.000 para la oficina de Vox contra la “imposición del catalán” y la supresión de las subvenciones a sindicatos y patronales –lo que ha obligado a CCOO y UGT a cerrar sus oficinas de igualdad–.

El acuerdo entre conservadores y ultraconservadores a las puertas de las comidas y cenas de Navidad solo supuso, respecto a la unidad de Vox, una tregua temporal. La cuesta de enero se le hizo larga al partido de extrema derecha con la implosión que se produjo, a finales de mes, tras el “motín” de los considerados diputados “rebeldes” liderados por Ribas, entonces portavoz del grupo parlamentario y líder “de facto” del partido en Balears. Ribas, con el apoyo de Rodríguez, Buades, Cañadas y Verdú expulsaron a De las Heras y Le Senne -los fieles a Madrid- del grupo parlamentario. En realidad, la líder del partido en Balears es De las Heras, pero era Ribas quien ejercía, de facto, como tal, mientras que Le Senne era y sigue siendo el presidente de la Cámara autonómica.

La crisis se agrava en enero

En ese momento, los cinco diputados “rebeldes” argumentaron que la dirección nacional habría “exigido” al grupo parlamentario que se enfrentara con el PP en Balears a cuenta de la implementación del catalán en la enseñanza. Y es que, según explicó el diputado Sergio Rodríguez, después de que PP y Vox pactasen, como exigía la extrema derecha, destinar 20 millones de euros a desmantelar la escuela pública en catalán, la cúpula nacional del partido habría pretendido que los parlamentarios baleares abrieran un nuevo frente con el PP para “acabar con la inmersión lingüística”. Sin embargo, los cinco diputados díscolos opinaban que el acuerdo alcanzado con el PP para desmantelar la escuela en catalán era plenamente válido y no querían ese enfrentamiento directo con los conservadores.

En concreto, según los cinco “amotinados”, la cúpula de Vox en Madrid quería que ellos se peleasen con el PP para apoyar a una familia a la que “no se le había permitido” cursar en castellano al menos el 25% del horario lectivo. Este hecho fue difundido por Vox mediante un comunicado por parte de la presidenta regional del partido, Patricia De las Heras. En opinión de Rodríguez, la presidenta de su formación política vertió unas “declaraciones incendiarias” en dicho comunicado. “Ha sido la gota que ha colmado el vaso en una sucesión constante de entorpecimientos que no podíamos seguir consintiendo”, comentó Rodríguez.

El diputado también criticó a De las Heras por su falta de liderazgo. De hecho, Idoia Ribas, la portavoz parlamentaria y de la máxima confianza de Rodríguez, ejercía de líder de facto del partido, superando con creces el poder de De las Heras en el día a día. En lo que respecta a Le Senne, Rodríguez apuntó que fue expulsado por formar parte de la dirección del partido y por colaborar con De las Heras en un supuesto plan para ir desplazando poco a poco al grupo parlamentario. Además, según Rodríguez, Le Senne no se interesaba por el día a día de dicho grupo parlamentario al que pertenecía.

En cuanto a la cúpula de Santiago Abascal, intentaron minimizar la crisis, dado que Vox no quería mostrar una imagen demasiado preocupante de la crisis institucional abierta en Balears. Ignacio Garriga, vicepresidente y secretario general, insistió en que Le Senne y De las Heras trabajarían para promover las medidas acordadas con el PP en el marco del pacto de gobernabilidad suscrito entre ambos partidos. “Los cinco diputados no van a truncar la determinación de los otros dos, ahí veremos quién está comprometido con las ideas”, indicó en una entrevista concedida a RNE.

De cara a la opinión pública, la crisis se cerró con la reincorporación de De las Heras y Le Senne al grupo parlamentario. Después de ese momento, los dos bandos han escenificado una cierta unidad en lo que respecta al trabajo parlamentario desarrollado. De hecho, fuentes de ambos bandos niegan la crisis y apuntan a la intención de continuar desarrollando el acuerdo de gobierno, de 110 medidas, que pactaron con el PP para investir como presidenta del Govern a Prohens.

“La batalla por las ideas”: la obsesión ultraderechista

Uno de los grandes objetivos de la extrema derecha a nivel mundial es socavar los avances que han tenido lugar en los últimos años, en relación al feminismo, el colectivo LGTBI, el ecologismo o la recuperación de ciertas políticas económicas de corte neokeynesiano. Así, el objetivo de la nueva asociación creada por Ribas, Rodríguez y Buades, es “llenar el vacío” que en su opinión existe en la sociedad respecto a las entidades y asociaciones que defienden los valores e ideas ultraconservadoras.

“Avanza en Libertad”, que nace bajo el paraguas de Vox, pretende promocionar “la unidad de España, la separación de poderes, el derecho a la vida, la protección de la familia, la propiedad privada y la libre economía de mercado”. “Pensamos que, ahora mismo, el espacio del mundo liberal-conservador, está prácticamente sin representación en la sociedad civil”, afirma Rodríguez. El político añade que sus dos compañeros y él han decidido dar el paso porque opinan que han conseguido “los principales objetivos” que se han marcado, en relación a las 110 medidas del acuerdo de gobierno con el PP, y que creen haber superado en un 50%.

“Hemos visto que ha tenido una inmensa acogida y por eso hemos considerado que lo mejor para poder desarrollar esta tarea es renunciar a nuestros cargos y que sean otros compañeros quienes se encarguen a partir de ahora”, insiste Rodríguez. Cuestionado sobre si ese espacio no lo ocupan ya otras asociaciones como Sociedad Civil Balear, los defensores de la nueva plataforma aclaran que “la mayoría de las asociaciones están muy centradas en la educación y la lengua”. Así, lamenta que mientras que Vox lleva muchas de sus iniciativas al Parlament, dichas ideas tienen “escasa acogida” entre la sociedad civil y pone como ejemplo la Ley de Memoria Democrática que quieren derogar junto al PP. En este sentido, argumenta que hay “un montón de entidades memorialísticas que se oponen”, lo cual no ocurre con las que están a favor.

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