LEER ESTE TEXTO EN CATALÁN
El grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento de Palma ha alertado al PP, su socio de gobierno al frente del consistorio, que el pacto rubricado entre ambos “evidentemente” se encuentra “en peligro” tras las medidas anunciadas este miércoles por los conservadores en materia turística, como la prohibición de abrir nuevos pisos turísticos así como la limitación del número de cruceros, la entrada de coches de alquiler y los grupos de visitas turísticas.
Los de Santiago Abascal recriminan que el equipo de gobierno no les haya consultado el paquete de iniciativas anunciadas este miércoles y que los populares prevén trasladar a la Mesa para el pacto social por la sostenibilidad para su análisis y debate.
“Consideramos que esto es algo que se debería haber hecho de otra forma y también entendemos que debería haberse analizado en alguna comisión de este Ayuntamiento”, ha señalado el regidor de Vox Ignacio Esteban en declaraciones a los medios este jueves durante el pleno municipal.
En cuanto al contenido de las medidas propuestas, como las limitaciones a cruceros y coches de alquiler, el regidor ha considerado que “para no perjudicar a determinados sectores, empresarios y trabajadores afectados, hay que escuchar a las distintas voces”. Además, según el regidor, de los 13 puntos propuestos hay algunos mal redactados y otros, contradictorios.
Esteban ha aseverado que “no es de recibo salir a decir vamos a hacer esto y lo otro sin haber consultado a los ciudadanos”, remarcando que se trata de un tema “bastante complejo”. En esta línea, según Esteban, es contradictorio que quieran reducir la entrada de vehículos pero también poner aparcamientos disuasorios. “Mi pregunta es qué vamos a hacer en realidad”, ha criticado.
Igualmente, ha subrayado que sin infraestructuras no se pueden resolver los problemas, “la ciudad ha crecido y no se han hecho ni aparcamientos ni carreteras en 15 años. Hay que escuchar a los sectores implicados y a todos los afectados”, ha concluido.
El equipo de gobierno propone una serie de cuestiones que van más allá de sus competencias municipales y que consideran que se deben tomar en base a diversos datos. En concreto, ponen sobre la mesa limitar o prohibir determinados cruceros, cobrar dos tasas a los cruceristas, revisar al alza las tasas de residuos y agua para cruceros y grandes yates y regular o limitar los grupos organizados de turistas, así como el número de personas en las visitas guiadas que se hacen en la ciudad.
En el paquete incluyen también que se estudie la posibilidad de prohibir o limitar las 'party boats' -fiestas que ya fueron limitadas por el anterior Govern autonómico de izquierdas a través del Decreto de Turismo de Excesos-, limitar el número máximo de coches de alquiler que pueden entrar en la ciudad, aumentar el número de efectivos policiales, incrementar las tareas de inspección de alquiler turístico ilegal, prohibir el consumo de bebidas alcohólicas en la calle en todo el municipio, crear más aparcamientos disuasorios, mejorar las frecuencias del transporte público, colaborar entre todas las administraciones en las 'operaciones nube' y crear una tasa especial de residuos para los locales 'take away'.