Vox exige eliminar el catalán como lengua vehicular en las escuelas de Balears a cambio de apoyar los Presupuestos del PP
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Pese a la persistencia del PP en asegurar que gobierna Balears en solitario, Vox continúa apretando las tuercas al Ejecutivo liderado por Marga Prohens. Si este martes la formación de extrema derecha echaba por tierra en primera votación las cuentas autonómicas elaboradas por los conservadores de cara a 2025, evidenciando con ello la debilidad de los populares al frente del Govern, los de Santiago Abascal han dado un paso más allá: exigen la eliminación del catalán como lengua vehicular en la educación pública de las islas, en contra de lo establecido en este sentido por la Ley de Normalización Lingüística de 1986, que establece que las instituciones deben asegurar el conocimiento y el uso progresivo de la lengua propia -como así la considera el Estatut d'Autonomia balear- en el ámbito de la enseñanza.
Si el año pasado Vox arrancó al PP más de 22 millones de euros para implantar su agenda ultra en Balears como condición para respaldar los Presupuestos de 2024, un año después la formación liderada en las islas por Patricia de las Heras reclama que se realicen cambios en las distintas leyes educativas para suprimir el catalán como lengua vehicular en la educación o garantizar que se imparta el 50% de las clases en castellano. Estas son, de hecho, dos de las principales líneas rojas de Vox para ofrecer su apoyo a las cuentas de 2025.
La situación entre PP y Vox se ha recrudecido después de que los conservadores anunciasen que derogarán las 34 enmiendas que la extrema derecha presentó al Decreto Ley autonómico de simplificación administrativa, y que los populares incorporaron la semana pasada por error, retrotrayendo la legislación balear a décadas atrás en materia medioambiental y de normalización de la lengua catalana. Entre otros aspectos, las medidas validadas por equivocación contemplan la supresión del catalán en la función pública y como lengua vehicular en la enseñanza, la autorización para construir en áreas de máxima protección, edificar en zonas de servidumbre de Costas, legalizar campos de polo en zonas especialmente vulnerables y retroceder en ámbitos de igualdad e identidad de género en la educación.
En rueda de prensa, la portavoz parlamentaria de Vox, Manuela Cañadas, ha recriminado que uno de los motivos por los que la formación ha tumbado las cuentas autonómicas en primera votación se debe a que ni unos ni otros han logrado alcanzar acuerdos en materia educativa. En este sentido, Cañadas ha recriminado que el conseller de Educación y Universidades, Antoni Vera, “no ha querido mover ni una coma, no se ha sentado a negociar y no ha querido ceder nada”. Así, ha aseverado que su apoyo a las cuentas depende de que el PP “se quiera sentar a hablar y llegar a acuerdos en educación”.
“Cedemos muchísimo y me engañas, pues no hay nada más que hablar”, ha espetado la portavoz, quien ha apuntado que Vox no ha tenido contacto con el PP desde este martes, cuando su formación tumbó los presupuestos en ponencia. Según Cañadas, los conservadores ya “engañaron” a Vox en los Presupuestos de 2024 al validar enmiendas de su formación en partidas donde no había dotación económica. En consecuencia, recrimina, “no se ha cumplido nada”. De cara a las cuentas del próximo año, Cañadas ha criticado que el PP “ha intentado hacer exactamente lo mismo”, por lo que, a su juicio, “el enfado es justificado”.
Por otra parte, en cuanto al anuncio del secretario general de Vox, Ignacio Garriga, sobre la suspensión de las negociaciones presupuestarias con el PP en las comunidades donde los populares dependan de su apoyo por, según ellos, su acercamiento al PSOE en cuanto a las políticas migratorias, Cañadas ha aseverado que si el Govern “no acoge a Menas”, en alusión a los menores extranjeros no acompañados, “no afectará a Balears”. De lo contrario, ha advertido, sí tendrá repercusiones.
El PP avisa de que “no aceptará chantajes”
Por su parte, el portavoz del PP en el Parlament balear, Sebastià Sagreras, ha avisado de que “no aceptará chantajes” de Vox para aprobar los Presupuestos autonómicos, manifestando que “seguirá negociando” con todos los grupos parlamentarios. En su opinión, los de Abascal tumbaron las cuentas en ponencia como “medida de presión” que, ha asegurado, “no tendrá efecto”.
En esta línea, ha subrayado que el Govern “no se moverá” respecto a su voluntad de corregir las enmiendas incorporadas por error en la Ley de simplificación administrativa, a pesar de que Vox condicione su apoyo a que se mantengan. Del mismo modo, ha aseverado que el PP no eliminará el catalán como lengua vehicular en la educación. “Si esta es la línea roja para apoyar los Presupuestos, Vox no dará apoyo a los Presupuestos”, ha dicho.
Igualmente, ha arremetido contra Vox por “utilizar políticamente un error humano para negociar” -en referencia a las enmiendas votadas por equivocación- y ha reiterado que en el pleno de la semana pasada “faltó fair play” al no permitir los de Abascal repetir la votación de las medidas. “Entendemos que la corrección de las enmiendas no debe interferir en la negociación de los presupuestos y que no es aceptable utilizar un error humano para negociar y no nos moveremos de esta idea”, ha insistido.
Asimismo, el popular ha indicado que su grupo no sabe “a qué excusa, razón o argumento” de Vox atender, puesto que hace unos días reclamaban mantener las enmiendas mientras que este miércoles Bambú ha anunciado que rompe las negociaciones en todas las autonomías, refiriéndose además a que se sienten “engañados”. Sagreras ha remarcado que su formación “tiene claro” que gobierna en minoría y que, por ello, están abiertos a negociar enmiendas con todos los grupos durante las dos próximas semanas. El escenario actual es el mismo que el del año pasado, ha sentenciado.
En el debate de las cuentas de 2024, la entonces portavoz de extrema derecha, Idoia Ribas, advertía: “Vox no extorsiona a nadie, sólo se arrodilla ante Dios”. En aquella ocasión, el PP pudo sacar adelante sus presupuestos tras doblegarse ante las exigencias de los de Abascal, quienes, a cambio de brindar su apoyo a las cuentas, arrancaron de los populares el compromiso de destinar 20 millones de euros a desmantelar la escuela en catalán y eliminar todas las subvenciones a patronales y sindicatos.
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