PP y Vox han llegado a un acuerdo para investir a Marga Prohens como presidenta de Balears, según han confirmado fuentes de ambos partidos a elDiario.es. Prohens será la próxima presidenta del archipiélago gracias a la abstención de los diputados de Vox en virtud del acuerdo que han firmado este miércoles las dos formaciones. Vox también apoyará a los candidatos del PP en el Consell de Mallorca -Llorenç Galmés- y el Consell de Menorca -Dolfo Vilafranca-.
A cambio de estos movimientos, la ultraderecha tendrá carteras -todavía sin definir- en los gobiernos de ambos consells insulars. Además, PP y Vox han pactado 110 medidas, que giran en torno a “cinco líneas básicas”. Según Vox, son “la falta de libertad lingüística, el acceso a la vivienda, la bajada de impuestos, el apoyo a la familia y la lucha contra la inmigración ilegal”.
Estos son algunos de los puntos que ya consensuaron la semana pasada ambas formaciones en un preacuerdo que sirvió para colocar al polémico Gabriel Le Senne (Vox) como presidente del Parlament. Las medidas, disponibles en este documento, buscan “preservar la libertad, el desarrollo económico, las mejoras de los servicios sociales y la sanidad pública, la protección de la mujer y la seguridad de los ciudadanos de Balears”, según el PP.
Es decir, el PP asume gran parte del programa electoral de Vox en las políticas que vaya a desarrollar el futuro Govern balear y cede a la ultraderecha la presidencia del Parlament y varias carteras en los consells insulars de Mallorca y Menorca. A cambio, Vox se abstiene y no formará parte del Ejecutivo autonómico de Prohens. Este último punto -que sea un gobierno monocolor del PP- ha sido el principal escollo en unas negociaciones que se han mantenido con el máximo secretismo y en las que Vox ha insistido siempre que quería seguir el modelo de Castilla y León -donde tienen la vicepresidencia del Ejecutivo regional-.
Una de las principales preocupaciones de Vox era que el PP cumpliera el acuerdo de gobierno y desde hace días se venía rumoreando lo que al final se ha materializado: se creará una Comisión de Seguimiento que “se reunirá periódicamente para evaluar el grado de cumplimiento y ejecución de cada una de las medidas pactadas y revisará las acciones legislativas previstas por el Govern antes del inicio de su tramitación”, en palabras de la ultraderecha.
Medidas contra el catalán
Entre las 110 medidas se incluye la creación de una Oficina de Garantía de la Libertad Lingüística para “acabar con las devastadoras políticas socialistas y separatistas”, en palabras de Vox. Este organismo vendrá a sustituir la actual Oficina de Defensa de los Derechos Lingüísticos, pensada para proteger a los catalanoparlantes discriminados en el sector público y privado.
Es decir, Vox consigue que el PP cambie una oficina pensada para proteger a los hablantes de la lengua minorizada -el catalán- por otra que tendrá por objetivo amplificar la presencia del castellano. Aunque la ultraderecha afirma que “la nueva oficina tendrá como función principal la defensa de la libertad de uso y de opción lingüística”, no deja de ser un movimiento más en contra del catalán.
“La naturaleza y formato excepcionales del presente acuerdo responde a la gravísima situación de expansión separatista y falta de libertad en Baleares, especialmente en los ámbitos escolar y lingüístico”, comentan desde Vox, que durante toda la campaña electoral han hecho hincapié en que querían ir contra la lengua y la cultura propias de las Islas, empezando por el modelo de la escuela, que se corresponde con la inmersión lingüística en catalán. “Expulsar de las instituciones a la amenaza separatista y revertir el ataque al español ha sido, es y será una prioridad de VOX allá donde este problema persista”, afirman.
“VOX, siguiendo en todo momento el principio de anteponer el cambio político y las medidas concretas a los sillones, ha actuado con la responsabilidad y firmeza necesarias para lograr cuanto antes un gobierno del cambio en una de las regiones más amenazadas por el separatismo. Para ello, ambas formaciones han centrado sus esfuerzos en alcanzar los puntos en común y abordar las preocupaciones compartidas tanto por su electorado como por miles de ciudadanos de Baleares que en las últimas elecciones votaron a otras formaciones”, comentan.
El PP mantiene una retórica menos directa que Vox y se limita a decir que las 110 medidas programáticas servirán para “un cambio en las actuales políticas” y que el acuerdo alcanzado “permite dotar a las islas de un gobierno estable”. Además, según los populares, Vox se compromete a dar estabilidad al nuevo Govern de Prohens con “el compromiso de no presentar en toda la legislatura enmienda a la totalidad a la Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad”.
Prohens, satisfecha
“Siempre dije que gobernaría en solitario y este acuerdo así lo permite”, ha dicho Prohens ante los medios de comunicación tras conocerse el acuerdo. Visiblemente satisfecha, la futura presidenta balear, cuya investidura arrancará el próximo lunes, 3 de julio, en el Parlament, ha manifestado que el acuerdo le permite “cumplir” su palabra, así como “el mandato y la voluntad de cambio de los ciudadanos, expresado de forma clara y contundente en las urnas”.
“No había alternativa posible”, ha recalcado. Vox había sido el único partido que se había mostrado favorable a permitir la investidura de Prohens y con el que salían las cuentas. Los conservadores -que se hicieron con 25 escaños en las elecciones autonómicas- contaban ya con el 'sí' del diputado de Sa Unió, pero necesitaban el apoyo -aunque fuera con una abstención en la segunda sesión de investidura de Prohens- de Vox, que consiguió 8 diputados y se posicionó como tercera fuerza parlamentaria.