La asociación Amics de la Casa del Poble celebra este sábado en Palma, en la calle María Cristina número 25, un encuentro para celebrar un año de movilizaciones para recuperar la Casa del Pueblo, un espacio que el banquero Juan March donó a los obreros de Mallorca y que actualmente ha quedado reducido a un solar donde los propietarios planean construir pisos -“apartamentos de lujo en régimen de alquiler”, en palabras de la asociación, según lo que les dijeron los propietarios anteriores-.
La promotora, que cuenta con la licencia de obras del Ajuntament de Palma, ya ha empezado a ejecutar las obras de construcción en el terreno. La asociación trabaja para que el solar donde estaba ubicada la Casa del Pueblo se convierta en un equipamiento público al servicio de los ciudadanos de Palma.
“Hemos intentado contactar directamente con los propietarios, pero no han querido reunirse con nosotros. La implicación de las administraciones públicas puede facilitar el llegar a un acuerdo con la propiedad, a fin de preservar este espacio”, comenta Pere Vicenç, miembro de la asociación, quien destaca que la Casa del Pueblo podría convertirse en un ejemplo ilustrativo de cómo proteger “la memoria colectiva y el bien común del interés de lucro particular”.
Amics de la Casa del Poble lamenta que el solar no esté incluido en el catálogo Espacios de memoria, creado por la Ley 2/2018, de 13 de abril, de memoria y reconocimiento democráticos de las Illes Balears, y que todavía permanece vacío. Por ello, mantienen un contencioso-administrativo contra el vicepresident del Govern, Juan Pedro Yllanes.
“El gobierno en 6 años no ha desplegado la ley y ha obviado ejercer sus funciones. Reconocemos que desde el gobierno se está trabajando positivamente en la recuperación de los cuerpos de las fosas de la Guerra Civil de 1936 y del franquismo, la ley 10/2016, pero nos negamos a aceptar los argumentos que nos han expuesto los responsables políticos para no aplicar la ley 2/2018”, comentan desde la asociación.
La voluntad de la asociación es que el Consell de Mallorca cambie un espacio suyo por el solar de la Casa del Pueblo. En concreto, quieren que sea declarado un inmueble de titularidad pública que mediante una permuta -a través de un intercambio de un solar del Consell por el solar de la Casa del Pueblo- “pueda colmar el afán de lucro de los promotores”. Sin embargo, la institución insular les informó hace unas semanas de que han encontrado un refugio antiaéreo en los cimentos del solar, que se encuentra en perfecto estado de conservación, lo cual para el Consell de Mallorca imposibilita la permuta.
Desde Amics de la Casa del Poble aseguran que los vecinos se pueden implicar de manera directa mediante la asistencia a las asambleas que se van convocando desde la plataforma y que también pueden dar apoyo a las acciones de reivindicación y protesta que se vayan generando. “Y no hay que olvidar que los tres pilares principales de la plataforma -memoria democrática, función pública y oposición a la gentrificación- trascienden el barrio y afectan a toda la ciudad, y no únicamente a Palma, haciendo necesaria la consolidación de un tejido vecinal fuerte, cohesionado y coordinado entre barrios”, añaden.
Por su parte, el secretario autonómico de Sectores Productivos y Memoria Democrática, Jesús Jurado, asevera, en declaraciones a elDiario.es, que no hay ninguna posibilidad de paralizar el proyecto “sin incumplir la ley”, motivo por el que no aceptaron la solicitud inicial de la asociación, que decidió así recurrir a la vía contencioso-administrativa.
“Como nuestra intención es proteger la memoria de la Casa del Pueblo, al igual que la memoria de tantos otros sitios como el Fortí de Illetes, las fosas o los campos de concentración que hubo en Balears, ya nos comprometimos con la asociación a que íbamos a catalogarla con un sistema presente en la Ley de Memoria Democrática, es decir, como espacio de memoria”, explica Jurado.
En una semana aproximadamente, se abordará el tema en comisión con la intención de aprobar la inscripción preventiva en el catalogo e iniciar el expediente de aceptación con informes históricos para que, más adelante, la inscripción sea firme. Jurado reconoce, sin embargo, que la protección que proporcionará este paso será inmaterial. “La asociación dice que es lo que necesitan para apoyar con más fuerza una posible permuta de ese terreno con alguna otra administración que quiera entrar en el proyecto y el solar vuelva a manos públicas.
Jurado asegura que “nos parece bien que se intente”, pero matiza que tal actuación debería dar pie a que la entidad retirase su contencioso. “No tendría ningún sentido mantenerlo”, abunda.
La Casa del Pueblo estuvo en funcionamiento desde enero de 1924 hasta el 19 de julio de 1936. Fue donada por el banquero Juan March a los obreros de Mallorca. “En el inicio del proceso (1918), March sólo se ofreció a financiar la construcción del edificio, con la idea de que el Ajuntament proporcionara el solar, pero esta institución, de mayoría conservadora, se negó, con lo cual el banquero decidió regalar también el solar”, comenta el historiador David Ginard.
Sirvió como espacio multifuncional al servicio de la clase obrera. “No sólo servía como lugar de reuniones para las organizaciones obreras, también tenía sala de actos y biblioteca, se hacían conferencias, clases, actuaban y ensayaban grupos de teatro obrero y corales, era sede de mutuas y cooperativas, etc.”, explica Ginard. El edificio fue incluso objeto de un atentado perpetrado por la Falange, en el cual fueron heridas siete personas.
Durante la época franquista fue convertida en un centro de torturas. Ginard relata que fue uno de los primeros edificios que ocuparon los sublevados y que lo convirtieron en un centro de detención y tortura al servicio de la Falange. Por allí pasó Aurora Picornell, la 'Pasionaria de Mallorca'. La Casa del Pueblo fue reducida a escombros en 1975 argumentando el Ajuntament de Palma que el edificio que la albergaba estaba en ruinas, una afirmación que desmienten los vecinos.
El solar en discordia pasó a manos privadas en 2014. El Gobierno español hizo dos subastas previas y no fue hasta la tercera cuando consiguió venderlo. Actualmente, es propiedad de un fondo de inversión, donde está prevista la construcción de un bloque de edificios destinados al alquiler, según la documentación que maneja Amics de la Casa del Poble, quien lamenta la expansión de la gentrificación del ensanche de Palma.
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