Aurora Picornell, la 'Pasionaria de Mallorca' fusilada por el franquismo, regresa junto a sus familiares
“Mirad, mirad los sostenes de Aurora”. Así cuenta la historiografía que un hombre, “un personaje tristísimo del fascismo ciudadano”, entró en un bar de Es Molinar (Palma) y, visiblemente feliz, sacaba un sujetador del bolsillo y anunciaba la muerte de Aurora Picornell, popularmente conocida como la Pasionaria de Mallorca. La noche anterior, víspera de Reyes de 1937, los golpistas habían acribillado a tiros a la responsable de la organización de mujeres del Partido Comunista en Balears, hoy convertida en icono de la memoria histórica y del republicanismo. El relato acerca de cómo se difundió la noticia de su fusilamiento la recogió el historiador mallorquín Llorenç Capellà en su libro Diccionari Vermell, en el que da cuenta de los pormenores que rodearon al asesinato de la militante comunista.
Este sábado, los restos de Aurora, de su padre, Gabriel Picornell, y de las otras cuatro 'rojas del Molinar' fusiladas junto a Picornell han sido entregados a sus descendientes en un emotivo acto en el que han estado presentes la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, la ministra de Igualdad, Irene Montero, y otras numerosas autoridades, además de familiares de víctimas represaliadas por el franquismo y una amplia representación del ámbito civil. Entre 'vivas' a la República, gritos de “a por la Tercera” y “frente al fascismo, ni un paso atrás” y con el Himno de Riego de fondo, los féretros han presidido una ceremonia que ha llenado al completo el Conservatorio de Música de Palma: 540 personas han podido seguir el acto y más de cien se han quedado fuera.
En un día histórico, el conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática del Govern balear, Juan Pedro Yllanes, anunciaba el pasado 20 de octubre la identificación por ADN de los restos de Picornell tras casi noventa años enterrados en la fosa número tres del cementerio de Son Coletes, en la localidad mallorquina de Manacor, donde fueron hallados en noviembre de 2021 en el marco de la segunda fase de excavaciones y exhumaciones llevada a cabo en el camposanto. Presentaba tres disparos en el cráneo: uno había entrado por el occipital, otro por la sien derecha y otro por la zona facial izquierda. Este sábado, en otro día histórico, Picornell ha regresado a casa.
Nacida en 1912, casada y con una hija pequeña, Picornell era modista de profesión. Fue miembro de la directiva de la Liga Laica de Mallorca, sindicalista y feminista, además la primera impulsora del Día de la Mujer Trabajadora en Mallorca. La militante fue detenida en los primeros días tras el golpe de estado militar. Y es que, después de que el 19 de julio de 1936 el recién proclamado comandante militar de Balears Manuel Goded declarase el estado de guerra en las islas y asumiera el control absoluto de Mallorca y Eivissa, se desataba en las islas una dura represión que, como sostiene el historiador Bartomeu Garí Salleras, ya había sido planificada meses antes del conflicto y sería perfectamente ejecutada por falangistas, militares, autoridades civiles, redes clientelares de derechas, capellanes e, incluso, por familiares de las propias víctimas.
Picornell fue encerrada primero en la Prisión Provincial de Palma y en la Prisión de mujeres de la calle Sales después. Desapareció junto con otras compañeras la noche del 5 de enero de 1937. Junto a sus restos también aparecieron los de otras cuatro mujeres. Esta misma semana, el Govern anunciaba que se trata de las otras cuatro 'Rojas del Molinar': Belarmina González, Catalina Flaquer y sus hijas Maria y Antònia Pascual Flaquer, conocidas luchadoras antifascistas.
El sobrino de Picornell: “La historia no puede construirse desde el olvido”
El acto celebrado este sábado ha dado comienzo con la colocación de los seis féretros -los de las cinco 'Rojas' y el de Gabriel Picornell- sobre un atril que coronaba la ceremonia. Detrás, la Banda de Música de Palma y varios xeremiers que a lo largo del homenaje han interpretado, entre aplausos y emoción no contenida, el Himno de Riego, la Internacional, Bella Ciao y el Intermezzo de Cavalleria Rusticana, de Pietro Mascagni.
“La historia no puede construirse desde el olvido”, ha proclamado el sobrino de Picornell, Jorge Molinero Picornell, tras subir al estrado. Visiblemente emocionado, el familiar de la Pasionaria de Mallorca ha manifestado que el hallazgo de sus restos “culmina esta vuelta a casa de la hija predilecta de Palma y consolida el triunfo de la verdad y la justicia”. Y, además de recordar tanto a Aurora como a su madre, ha apelado a tener “bien presentes los peligros que nos acechan: por desgracia, continúa la bestia inmunda de la intolerancia”, para finalizar que “lo que más me duele es que no haya sido mi madre quien haya podido hablar en este acto”.
Previamente, Carlos Fernández, en nombre de 'las Rojas del Molinar' y nieto de una de las represaliadas, ha recordado a las víctimas y ha llamado la atención sobre el hecho de que no se haya encontrado a ningún descendiente de Belarmina González, “una persona que merece mi máximo respeto y admiración”. “Ha sido un duelo muy largo y muy doloroso”, ha remarcado.
Tras él han tomado la palabra Irene Montero y Yolanda Díaz. En su intervención, la ministra de Igualdad, quien se ha referido a las 'Rojas del Molinar' como “luchadoras de la democracia”, ha subrayado que “la memoria es saber quiénes somos, de dónde venimos y por qué estamos aquí”. “Empecé a militar en una organización que se sentía heredera de la organización a la que pertenecían ellas. Es un honor saber estar donde estamos, combatiendo la impunidad y honrando nuestra democracia. La memoria no es nostalgia, si hoy podemos seguir conquistando derechos es porque otras han venido antes para defender los derechos humanos y la libertad”. Asimismo, ha recalcado la “importancia de parar los pies a los reaccionarios. Las feministas sabemos que cuidar la memoria es una condición necesaria para seguir conquistando esos derechos”, ha sentenciado.
Yolanda Díaz: “Hoy celebramos la reparación de la injusticia”
Por su parte, Díaz, quien ha sido ovacionada y recibida entre gritos de “presidenta”, ha comenzado su discurso manifestando que el de la Internacional “es uno de los himnos más hermosos”, para aseverar acto seguido que “sin memoria no hay futuro. Nada se construye sobre el olvido”. “Hoy rendimos homenaje a mujeres valientes que lucharon contra el fascismo. La memoria democrática es un acto de amor y una lección para que todo el país no sea indiferente. El partido del odio tiene muchos nombres; frente a esos partidos, se llamen como se llamen, ganará siempre la democracia”, ha enfatizado.
Y ha continuado: “Hoy celebramos la reparación de la injusticia. Olvidadas durante el genocidio y la dictadura cruel fascista, a todas las víctimas se consagra la Ley de Memoria Histórica. Y esta es una tarea que nos convocará de por vida, la de proclamar la altura moral de los valores democráticos. Hemos tardado, pero lo hemos hecho”.
Por su parte, la presidenta del Govern, Francina Armengol, ha subrayado, en esta misma línea, que “no han conseguido que olvidemos” a las 'Rojas del Molinar'. “Son un símbolo y un icono de nuestro pueblo, lucharon sin miedo y compromiso por la democracia, por el feminismo, por los derechos trabajadores y esto es lo que nos hace fuertes como sociedad”. La dirigente socialista ha recordado que, tras la aprobación de la Ley de Fosas, han sido hallados hasta el momento los restos de 240 víctimas de la represión franquista, de los que cuarenta cuerpos ya han sido devueltos a sus familiares. “Fueron asesinados vilmente. La represión fue muy dura en Balears y no descansaremos hasta que no los encontremos a todos. Hoy somos un pueblo mejor, continuemos así”, ha remachado.
Mientras tanto, Yllanes ha aseverado que el acto de este sábado permite “cerrar una herida abierta durante demasiado tiempo”. “Hoy es un día de reparación de la dignidad de las víctimas, de sus familiares y del conjunto de la sociedad. Más de 86 años de aquella noche, las 'Rojas del Molinar' se han convertido en un símbolo más vivo que nunca de democracia, antifascismo y feminismo”, ha recalcado, asegurando que “no perderemos tiempo en encontrar a todas las personas desaparecidas. El franquismo las mató, pero no sus ideas”.
“Haber identificado a Aurora Picornell y a las 'Rojas del Molinar' supone cambiar la historia democrática de Balears”, ha proseguido para, finalmente, pedir “perdón” por “llegar tarde” y dar “gracias” a todos los que han hecho posible este acto. “Este Govern siempre transitará el camino de la memoria, la justicia y la reparación”, ha concluido.
Balears, pionera y referente en políticas de memoria histórica
También ha intervenido durante el acto la presidenta de Memòria de Mallorca, Maria Antònia Oliver, quien ha celebrado el retorno a casa de los restos mortales de las seis víctimas. “Hoy sí puedo decir lo orgullosa que estoy de mi Govern, que ha impulsado las políticas públicas de memoria, que han permitido que este sábado estemos homenajeando a Aurora Picornell y las 'Rojas del Molinar' y retornando a sus familias sus restos mortales. Sin duda, somos el orgullo y el espejo de muchas comunidades autónomas, somos pioneros y referentes y eso para una víctima es lo más importante”, ha enfatizado.
Oliver, acompañada de la investigadora y activista Margalida Capellà Fornés, ha destacado que la recuperación y el retorno de los restos son “una victoria de las víctimas, de sus familiares, que nunca han desfallecido, y de todos los que luchamos por la memoria. En definitiva, es una victoria de la democracia”.
Tras las intervenciones, numerosos representantes de la sociedad civil mallorquina han llevado a cabo una ofrenda floral a las seis víctimas del franquismo. El auditorio ha vuelto a estallar en un extenso aplauso. Acto seguido, la Banda de Música interpretaba el himno oficial de Mallorca, 'La Balanguera'. Tras ello, los familiares de Aurora Picornell, su padre y 'las Rojas del Molinar' subían al escenario para recoger los féretros y conducirlos hasta los coches fúnebres que aguardaban fuera del Conservatorio.
Por la tarde, os restos de Catalina Flaquer, Antonia Pascual Flaquer y Maria Pascual Flaquer ya descansaban en Capdepera, de donde eran originarias, 86 años después de haber sido asesinadas.
Picornell, encontrada junto a su pluma estilográfica
Cabe recordar que, junto a los restos de Picornell, aparecieron diversos objetos, en su mayoría elementos de vestimenta, y también una pluma estilográfica jaspeada. El cuerpo se encontraba en buen estado de conservación e inicialmente se estimó de sexo femenino, una edad de entre 23 y 35 años y una estatura aproximada de 151 cm. Además de los disparos en el cráneo, en el poscráneo fueron identificadas lesiones perimortales por el paso de un proyectil de arma de fuego en la cuarta costilla derecha y en el cúbito y radio izquierdos, a la altura de la muñeca. También presentaba una fractura de posible origen contuso en el peroné derecho.
El hallazgo de sus restos en el cementerio de Son Coletes descartaba la hipótesis hasta entonces extendida por la historiografía de que había sido enterrada en la fosa de Porreres, donde sí fue identificado su padre. Los restos de Gabriel Picornell fueron localizados en la fosa número 10 del cementerio, exhumada en febrero de 2021.
La exhumación del cementerio de Son Coletes
Cabe recordar que, entre noviembre y diciembre de 2021, la Sociedad de Ciencias Aranzadi, en colaboración con Àtics, llevó a cabo los trabajos de la segunda fase de excavaciones y exhumaciones de Son Coletes, donde se localizaron siete fosas comunes con víctimas de la represión franquista en las que fueron recuperados un total de 38 esqueletos en posición primaria, además de fragmentos óseos con trauma perimortem correspondientes a otras 22 personas. En la fosa número tres fueron identificados tres grupos que corresponderían a momentos diferentes de enterramiento.
El grupo 3 de la fosa tres estaba formado por cinco esqueletos, tres de ellos recuperados completos y dos representados sólo por sus extremidades inferiores, ya que la fosa se vio afectada por la construcción de las criptas en los años cincuenta. Uno de los esqueletos completos correspondía a Aurora Picornell, como explicó, durante el anuncio de su identificación, Almudena García-Rubio, arqueóloga forense de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y coordinadora de los trabajos de exhumación.
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