Centros saturados y traslados a Mallorca: la difícil situación de los perros abandonados de Ibiza
Las asociaciones animalistas de Eivissa están en pie de guerra por la gestión que se hace desde algunos ayuntamientos de la isla en lo que concierne al bienestar de los animales de compañía. El traslado de alrededor de una quincena de perros desde Eivissa a Mallorca por parte del Ayuntamiento de Santa Eulària ha encendido de nuevo el conflicto que desde hace tiempo se venía produciendo también en el municipio de Sant Josep por lo que las protectoras consideran una gestión “nefasta” del cuidado y la custodia de los animales de los que son responsables ambos consistorios. Tal es el conflicto que desde las asociaciones animalistas ibicencas se ha puesto en marcha una petición para pedir la dimisión de la regidora de Bienestar Animal de Santa Eulària, Mónica Madrid, extremo al que llegaron también en 2021 en lo que concierne a la titular de esta área en Sant Josep, Guadalupe Nauda.
Los conflictos que han desencadenado esta situación responden a situaciones diferentes, sin embargo, las protectoras ibicencas insisten en que el tema de fondo es el mismo. En ambos consistorios la comunicación con las asociaciones “es prácticamente inexistente”, han contado a elDiario.es fuentes de la Asociación Animalista de las Islas Baleares en Ibiza, ASSAIB. El detonante de esta situación también coincide en los dos casos: la intención de enviar a Mallorca perros que según los dos consistorios no podían ser atendidos en Eivissa “por falta de espacios adecuados”, aunque los ayuntamientos tienen la obligación de rescatar a estos animales domésticos como dicta la Ley de Bienestar Animal de Balears 1992.
En el caso de Santa Eulària, la raíz del conflicto ha sido la rescisión del contrato con la empresa que hasta el momento se había encargado de la recogida y custodia de los animales, Can Dog. Según la regidora de Bienestar Animal, Mónica Madrid, la decisión se ha tomado “porque la empresa ha incumplido el contrato”. En concreto, Madrid asegura que esta empresa ha cometido numerosos errores y omisiones administrativas por las que se les ha abierto diferentes expedientes que han desembocado en esta situación que deja al municipio sin este servicio, “pero es una cuestión jurídica”.
“Desde el Ayuntamiento tenemos que saber en cada momento cómo y donde se encuentran los animales porque es nuestra responsabilidad y esto no se estaba produciendo. No se rellenaban las bases de datos a través de las cuales nosotros sabemos en cada momento cual es su estado y nos hemos encontrado en ocasiones con que el número de perros no coincidía con el que teníamos registrado, no sabíamos donde estaban y en que situación se encontraban”, comenta Madrid.
La regidora asegura que no se les negó, en ningún momento, esta información “verbalmente”, pero que el procedimiento no se siguió exactamente como indicaba el contrato y la reiteración en esta dinámica es lo que ha hecho que Santa Eulària, después de dar de la baja el contrato, se encontrara sin instalaciones y haya enviado los canes a la Fundación Natura Park de Mallorca, a pesar de la oposición de las protectoras que consideran, según la conversación mantenida con elDiario.es, que “era totalmente innecesario y contraproducente para los animales”. Además, puntualizan que “por infracciones leves no debería rescindirse un contrato cuando la empresa esta dando buen trato a los animales”.
Desde el Consistorio se asegura que de los perros que se encontraban en can Dog “15 o 16 han sido enviados a Natura Park de Mallorca y a otros 5 o 6 se han trasladado a las instalaciones de esta Fundación en Eivissa, que tiene también contrato con el Ayuntamiento de Sant Josep”. Además, Madrid ha puesto de manifiesto que varios de ellos “ya han sido adoptados”. Sin embargo, las entidades animalistas aseguran que esas adopciones las hacen ellos mismos: “Lo hacemos con los que más lo necesitan para ganar tiempo, mientras encontramos una solución mejor”.
El conflicto se produce desde hace años en Sant Josep
Las asociaciones animalistas que forman ASSAIB critican, asimismo, la gestión que se lleva a cabo por parte del Ayuntamiento de Sant Josep. El problema de los podencos es el que más controversias suscita. Estos, que funcionan como manada, se encuentran “asalvajados” en la zona de cala Tarida, Cala D´Hort y es Cubells, causando problemas de seguridad vial y salud pública que se vienen repitiendo “desde hace años”. Desde ASSAIB explican que en el último rescate que el Ayuntamiento puso en marcha “se dejaron entre 8 o 10 canes sin recoger y no se hizo ningún seguimiento, por lo que la manada ha vuelto a crecer y en estos momentos está descontrolada”, tal y como ya denunciaban en los meses de septiembre y octubre de 2022. “Estamos otra vez en la misma situación y nadie hace nada al respecto”, critican.
Según los animalistas, en aquellos momentos eran alrededor de 30 podencos, pero como no se ha actuado la situación “se ha descontrolado otra vez”. Sin embargo, la regidora del ramo ha asegurado que se está trabajando en una solución. Guadalupe Nauda explica a este diario que en esta ocasión “los que se encontraban en cala Tarida estaban superalimentados y era imposible que entraran en las jaulas”. “Los empleados de un hotel les daban de comer e incluso les ponían camas. Cuando quisimos retirarlos y la UTE quiso hacer una limpieza de la zona, además, la gente se opuso. Conseguimos rescatar algunas camadas de las que algunos están dados en adopción”, añade. Nauda explica a elDiario.es que hay otros ejemplares que se encuentran dentro de una finca privada y allí no pueden actuar. “Incluso han agredido a los operarios de Natura Park, con lo que hemos trasladado expediente al SEPRONA que es el que tiene las competencias en estos casos”, comenta.
El conflicto de las protectoras con el Consistorio viene de lejos. A finales de 2019 la concejalía de Bienestar Animal decidía trasladar los podencos rescatados en aquella ocasión a Mallorca porque las instalaciones ibicencas no tenían capacidad suficiente, lo que produjo una fuerte oposición de las protectoras que incluso se manifestaron a las puertas de Can Dog, donde se encontraban los animales, “ya que las Natura Park de Eivissa no eran suficientes ni siquiera para los animales del municipio”, constatan desde ASSAIB . Finalmente, los podencos fueron enviados, como en esta ocasión se ha hecho en Santa Eulària, a las instalaciones de Natura Park en Mallorca.
Representantes del colectivo animalista aseguran que han presentado numerosas instancias en las oficinas municipales, pero no se les ha contestado a ninguna, incluso han denunciado al Ayuntamiento ante el Consell y el Govern en diferentes ocasiones, tal y como publicaron en su momento diferentes medios locales. Muy al contrario, la titular de Bienestar Animal ha explicado que las asociaciones animalistas han formado parte de la Mesa de Bienestar Animal y han participado en ella: “Mi agenda y mi despacho están abiertos para ellos cuando quieran, para hablar de lo que quieran. Los he recibido en mi despacho más de una vez. Lo que pasa es que no están conformes con el trabajo que se hace desde el Ayuntamiento”.
Asimismo, Nauda desmiente tajantemente las declaraciones que elDiario.es ha recogido de fuentes de las entidades animalistas ibicencas en las que critican que el terreno donde están las instalaciones de Natura Park en Eivissa “no son las adecuadas” y que “el terreno no tiene licencia y el contrato con esta Fundación se ha acabado y se ha seguido trabajando en la ilegalidad”. La regidora puntualiza que el contrato terminó hace unos meses y que se ha estado trabajando con ellos mediante facturas “pero se ha vuelto a hacer una licitación del servicio a la que se presentaron Can Dog y Natura Park y se le concedió a Natura Park porque era la que cumplía los requisitos de las bases de contratación”, a pesar de que las entidades animalistas insisten en que no disponen del espacio suficiente para solucionar el problema en la isla “y no tener que trasladarlo a Mallorca”.
El otro tema caliente en Sant Josep es la gestión sobre de los felinos abandonados que viven “asilvestrados” en el campo. Las entidades critican duramente las decisiones de la concejalía y acusan al Consistorio de ocultarles lo que ha pasado con los gatos que, según ellos, han capturado los cazadores y de los que en ultima instancia se tenían que hacer cargo las asociaciones. “Se supone que son 300 los capturados, de 4.000 felinos que viven de manera salvaje. Para los animales y para los residentes no están siendo buenos tiempos. Los están abandonando. Es un desastre, no se está haciendo nada por las personas como lo van a hacer con los animales”, aseguran.
El tema surge en la Mesa de Bienestar Animal donde participan los animalistas, la policía municipal, veterinarios el SEPRONA, la asociación de cazadores y los ganaderos. “Me parecía importante que todos los sectores tenían que estar, cuando una gobierna gobierna para todos, yo no soy amante de la caza, pero tengo que escuchar a todos y buscar políticas en las que finalmente los animales fueran los beneficiarios que es nuestro objetivo. El gran problema es que hay muchos gatos abandonados en suelo rústico protegido y para evitarlo quisimos hacer un circuito de colaboración”, comenta Guadalupe Nauda.
“Pero realmente este plan nunca se ha llegado a poner en marcha, el proyecto se paralizó porque no había espacios para instalar a los gatos recogidos. Son las administraciones las que tienen que facilitarlos y tener sus propios santuarios y refugios”, afirma la regidora. La realidad es que estos espacios no existen. “Además, yo siempre plantee la necesidad de hacer una mancomunidad de la gestión entre todos los ayuntamientos de la isla y decidimos trabajar en esa línea. Luego nos pilló una pandemia de 2 años y había otros temas que nos apremiaban más”, explica.
“Si no fuera por los voluntarios se sacrificarían muchas mascotas”
El problema se traslada, por lo tanto, a Mallorca, donde las asociaciones animalistas ponen el grito en el cielo y se oponen frontalmente al traslado de los animales de Eivissa. “Los ibicencos se tienen que responsabilizar de sus animales y no escurrir el bulto mandándonos los perros aquí”. Así se ha expresado en conversación telefónica Maxi Lange, presidenta de la Plataforma Balear para la Defensa de los Animales, Baldea, que está integrada por voluntarios que asumen las tareas que los refugios y protectoras de la isla no pueden llevar a cabo.
Lange pone de manifiesto la situación límite que se vive también en las instalaciones de Mallorca: “El problema que tenemos es que hay muy pocas instalaciones. En concreto, el Centro de Protección de Animales Domésticos de Natura Park, el CEPAD, gestiona unos 40 municipios de toda la isla porque hay pocos municipios con perreras municipales. Calvià de 50.000 habitantes tiene su perrera, algún otro municipio también, y yo tengo el refugio en terrenos de Calvià”. Asimismo, Andratx y son Servera cuentan con pequeños refugios, “pero todo se ha agravado porque el refugio de Inca está cerrado y todos los animales domésticos van a las instalaciones que Natura Park tiene en Santa Eugenia”, concreta la presidenta de Baldea.
Además, desde Baldea aseguran que los perros que se les envían desde Eivissa son de razas que la gente no quiere adoptar, “y son mayores, con lo que no es fácil encontrar un lugar para ellos, por no decir imposible”. Lange asegura que se podría buscar una solución mejor si hubiera comunicación entre Eivissa y Mallorca y se trabajara coordinadamente: “Podríamos saber las necesidades que tienen y si nosotros en Mallorca en ese momento tenemos plazas libres. Está claro que en Mallorca al tener más población hay más posibilidades de adopción, pero también hay más personas que dejan a sus animales en las perreras”. La animalista constata que hay un libre mercado y que no existe una ley que prohíba el transporte, pero puntualizan, “es una cuestión ética”. “Si soy una empresa y no puedo garantizar el servicio no me presento a un concurso público”, en referencia a la licitación que el Ayuntamiento de Sant Josep con Natura Park, “cuyas instalaciones han sido insuficientes desde el principio”, tal y como ha declarado también la representante de las asociaciones proteccionistas ibicencas a elDiario.es.
Asimismo, desde la entidad mallorquina insisten en que tanto las instalaciones como los voluntarios están saturados: “El problema que tenemos es que el voluntariado está estresado por el hecho de que traigan también los perros de Eivissa. Hasta ahora eran de un solo municipio, en referencia a Sant Josep, y ahora pretenden también traerlos de Santa Eulària. Esto ha hecho rebosar el vaso”. Además, Lange asegura que también en Mallorca los que adoptan a estos canes son los propios voluntarios, “por lo que no se ve la magnitud del problema”. “Los voluntarios buscan soluciones temporales para ellos y se les traslada a refugios. Están en jaulas pequeñas en las que pasan mucho frio en invierno, faltan patios de recreo y, además, el voluntariado tiene miedo de decir algo porque sino no les dan acceso a los centros para cuidar a los animales”, añade.
Por otro lado, Lange explica que, justo después del revuelo que se ha montado con la llegada de los perros de Santa Eulària, Natura Park ha despedido a la veterinaria, “que era el alma del CEPAD”, aunque reconoce que no se puede asegurar que haya sido por este motivo porque le falta información. Lo que sí constata es que desde 2016 se está avisando a la Conselleria de que no hay sitio suficiente para los animales en Mallorca. “Los problemas de Eivissa, insiste, se tienen que resolver en Eivissa, con infraestructuras de Eivissa. Lo ideal sería que cada municipio tuviera sus instalaciones o mancomunar las perreras”, como también propone el Ayuntamiento de Sant Josep en la mayor de las Pitiüses. “Pero nadie ha hecho nada y la solución ha sido que Natura Park atienda a los animales de todos estos municipios en Mallorca y a los de Sant Josep y Santa Eulària en Eivissa y ambos tienen problemas de espacio”. “Si no fuera por los voluntarios que sacan a los perros de difícil adopción, las perreras tendrían que sacrificar”, asevera.
El drama de la falta de vivienda también afecta a los animales
Por si la situación no fuera lo suficientemente grave, la presidenta de Baldea advierte de un nuevo problema con el que se están encontrando en las instalaciones de acogida y que complica aún más la búsqueda de soluciones: la vivienda. “El problema con la vivienda en las islas es tan importante que tenemos muchas personas que se ven obligadas a abandonar a sus mascotas porque no son bienvenidas cuando alquilan”.
Así lo constatamos día a día en los anuncios de alquiler en los que además de los precios astronómicos se estipula la condición de que no haya animales ni niños: “Yo recibo entre dos y tres llamadas todos los días de personas que pierden su vivienda, tienen que alquilar otra y han de abandonar a sus mascotas porque les prohíben tener animales en esa nueva casa. Ahora tengo, por ejemplo, un labrador que estaba con una familia desde los 3 meses y ha entrado en el refugio por estos motivos. Cada vez son más las familias que quieren a su mascota y la tienen que abandonar, es muy duro”.
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