Más de cien personas 'toman' la Playa de Palma contra la “inacción” de las administraciones ante la masificación turística
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Más de cien personas han 'ocupado' esta mañana la Playa de Palma, epicentro del turismo alemán en Mallorca y uno de los destinos pioneros en la explotación del sol y playa, para protestar contra la “inacción” de las administraciones frente a la masificación turística así como para reivindicar estos espacios como propios. La acción se suma a las anteriormente llevadas a cabo en otras playas de la isla, organizadas por el movimiento Mallorca Platja Tour con el objetivo de hacer visible el malestar de los residentes ante la problemática que atraviesan a la hora de poder disfrutar de la costa isleña. La 'performance' se ha llevado a cabo de forma lúdica y festiva y ha transcurrido sin incidentes.
Desde la asociación han explicado que, si bien la acción que tuvo lugar a mediados del pasado mes de junio en el Caló des Moro -la playa más turistificada de la isla-, pretendía recuperar simbólicamente un espacio natural donde los mallorquines han dejado de ir, esta vez han elegido el Balneario 6 de la Playa de Palma como “símbolo de playa de borrachera”. “Un modelo turístico que pensamos que nos hace mucho daño”, critican.
Por este motivo, esta mañana han querido hacer un “viaje al pasado” y un encuentro familiar. “Un guiño a la Mallorca de los años 60 y 70”, han indicado, remarcando que la acción “no es contra el turismo, sino contra un modelo turístico que empobrece”.
Los integrantes de Mallorca Platja Tour han realizado, además, una campaña gráfica inspirada en las postales y publicidad que se utilizaban en aquellos años, una época en la que los visitantes viajaban a Mallorca “para encontrar playas limpias con residentes amables y acogedores”. Desde la organización han recordado el carácter cívico, pacífico y festivo de la acción.
El colectivo se ha constituido además como asociación y esta semana comunicó el encuentro a la Delegación del Gobierno en Balears. Como abundan, el objetivo del movimiento es “poner de manifiesto la situación de los residentes durante los meses de máxima ocupación turística”.
“También para hacer de voz que recuerde a nuestros representantes políticos que no trabajan solo para las grandes élites sino para todos los ciudadanos de esta tierra”, han concluido, insistiendo en que no van contra los turistas sino contra el modelo.
Se da la circunstancia de que la Playa de Palma fue el lugar donde, el pasado mes de mayo, cuatro personas fallecieron a raíz del derrumbe de la terraza y la planta baja de un local de ocio ubicado en primera línea. Perdieron la vida una trabajadora del pub, de 23 años y originaria de Navarra, dos turistas alemanas de 20 y 30 años y un cliente senegalés, Abdoulaye Diop, que en el instante del desplome se encontraba tomando un café en el lugar.
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