El Ayuntamiento de Palma ha inmovilizado una segunda galera --ya se tomó la misma medida con otra calesa el pasado viernes-- por las deficiencias detectadas y que afectan a la seguridad del transporte y la salud del caballo.
En un comunicado, el Consistorio ha explicado que no podrán ejercer su trabajo hasta que los servicios veterinarios constaten que cumplen la normativa.
En el caso concreto de esta segunda calesa, el veterinario optó en su momento por hacer un seguimiento de la misma y se instó al propietario a prestarse a una revisión el pasado día 22, aunque no acudió.
El Ayuntamiento de Palma, consciente de que este calesero podría haber incurrido en deficiencias que afectarían a la seguridad del transporte, la salud del animal, las condiciones higiénico-sanitarias y la imagen del servicio, se apostó por inmovilizarla.
Esta medida implica el depósito inmediato de los inmovilizados en el establo, el boxer o el garaje propio del titular y permanecerá allí mientras no se reparen las deficiencias apreciadas.
Ante esta situación, Cort ha ordenado inmovilizar esta segunda calesa advirtiendo al propietario que no podrá prestar servicio hasta que sea solicitada y practicada la oportuna revisión extraordinaria municipal.
Desde el Ayuntamiento de Palma se ha matizado que el hecho de que se hayan inmovilizados estas dos calesas no significa por ello que se den incumplimientos generalizados, ya que la mayoría de los caleseros cumplen con la normativa y el cuidado de los animales.