Intervienen 3.400 kilos de algarrobas en Mallorca y detienen a un hombre por robar una tonelada de ellas
La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 40 años por robar una tonelada de algarrobas en Mallorca, uno de los cultivos que aporta mayor rentabilidad al sector primario de Balears. Asimismo, los agentes han intervenido e inmovilizado un total de 3.400 kilos de este fruto, cuya procedencia no podían determinar con claridad.
Los hechos se han producido en el marco de las investigaciones llevadas a cabo en almacenes de los operadores de la algarroba así como en zonas rurales y explotaciones agrícolas por parte de efectivos del equipo Roca del Instituto Armado y de los inspectores de la Conselleria de Agricultura del Govern.
Agentes e inspectores llevaron a cabo tales dispositivos a raíz de las denuncias interpuestas por los perjudicados por el aumento de robos en la última fase de la campaña de la algarroba en diferentes zonas de la isla, y más en concreto en los municipios de Santa Eugènia y Llucmajor. Los hechos provocaron malestar y preocupación entre los afectados.
De este modo, en las inspecciones realizadas se comprobó la trazabilidad del producto y si las ventas se habían realizado conforme al protocolo establecido, todo ello en constante coordinación e información entre la Conselleria y la Guardia Civil.
Como consecuencia de las actuaciones, de las vigilancias realizadas en las zonas afectadas y del control llevado a cabo en las empresas de compra de algarroba, los agentes procedieron a la identificación y posterior arresto de un hombre de nacionalidad española como presunto autor de un delito de hurto. El detenido había sustraído mil kilos de algarroba.
El operativo continuará en las próximas semanas y no se descartan nuevas detenciones.
Protocolo de actuación contra el robo de algarrobas
Precisamente, el pasado mes de julio la Conselleria de Agricultura actualizó el protocolo de actuación contra los robos de algarroba en explotaciones agrarias y almacenes de empresas de este subsector, de tal modo que se exige, entre otras cuestiones, certificados de titularidad de las fincas o contratos para la mayoría de operaciones de compraventa.
“La algarroba en estos últimos años se ha revalorizado enormemente y esto es una gran noticia, porque este valor añadido aumenta la renta agraria y hace posible que el sector primario siga adelante”, manifestó la consellera, Mae de la Concha, durante la presentación del nuevo protocolo.
Con todo, advirtió de que este aumento del valor viene aparejado, desde hace unos años, a una “oleada de robos y hurtos en numerosas fincas”.
Desde que se avisaron los primeros robos en la campaña de 2019, la Conselleria ha mantenido contactos permanentes con la Delegación de Gobierno, el Grupo Roca de la Guardia Civil y la Federación de Entidades Locales de Baleares (Felib) para articular un mecanismo de coordinación que sea efectivo. En este sentido, la consellera destacó que, desde su puesta en marcha, se ha efectuado un seguimiento y se ha constatado la reducción de robos y hurtos.
El protocolo incluye una declaración responsable para todos los propietarios de algarrobos sueltos o de explotaciones de ocio y autoconsumo que no sean profesionales, y el contrato alimentario, que se aplica a partir de una operación de más de 1.000 euros o bien que no se pague al contado, como exige la Ley de la cadena alimentaria.
La ley de la cadena alimentaria marca la obligatoriedad de formalizar por escrito los contratos alimentarios. Entre los requisitos que tienen que cumplir también figura el precio, que tendrá que ser, en todo caso, superior al total de costes asumidos por el productor o coste efectivo de producción.
Se trata de un procedimiento busca garantizar el control sobre todas las operaciones de venta que se produzcan durante la campaña entre los productores y cooperativas, almacenadores y empresas compradoras de algarroba.
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