Extintores caducados y sin agua caliente: las familias denuncian “negligencias” en las guarderías públicas de Llucmajor
LEER ESTE TEXTO EN CATALÁN
Un grupo de madres y padres de las tres guarderías públicas de Llucmajor (Fada Morgana, Penya-Segat y Trencadors) llevan semanas denunciando las “peligrosas negligencias” en las instalaciones de estos centros. Las Asociación de Madres y Padres del Alumno/a (AMIPA) y la Asociación de Familias del Alumno/a (AFA) de las tres guarderías lamentan el “abandono institucional” del cual acusan al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Llucmajor, formado por el Partido Popular (PP), Vox y la Asociación Social Independiente (ASI).
Las quejas de las familias vienen por la deficiencia y falta de mantenimiento de elementos imprescindibles de las instalaciones de los centros, como extintores caducados, la ausencia de un plan de incendios y de agua caliente y la falta de revisión de los aires acondicionados, del patio donde juega el alumnado o del sistema de luces. Desde que el tema ha sido denunciado públicamente por las familias, el Ayuntamiento de Llucmajor ya ha movido ficha y algunos de los elementos, como los extintores, ya han sido revisados en uno de los centros.
El origen del conflicto
Aunque ahora la reivindicación la comparten los tres centros públicos, afectados de manera parecida, la AMIPA líder de las acciones ha sido la de Fada Morgana, quien explica que han decidido hacerlo público porque ya se habían intentado otras vías. “Primero, desde el mismo centro ya habían informado al Ayuntamiento sobre la dejadez de mantenimiento que padecía. Para acelerar el proceso y tener más margen de actuación, desde la AMIPA decidimos poner diferentes instancias, pero como es un tema muy relevante y no había ningún indicio de mejora, decidimos enviar una nota de prensa a los medios de comunicación y hacerlo público”, declara.
De manera más detallada, el texto, redactado por un grupo organizado de madres y padres de las tres guarderías, quería dejar constancia delante de la Administración autonómica, la CAIB, de la “dejadez institucional del Ayuntamiento con respecto a aspectos fundamentales de salud y prevención de riesgos laborales”. También hacen hincapié en el “colectivo especialmente vulnerable” que suponen los niños y niñas de cero a tres años, por lo que piden “equilibrar los recursos a nivel político” y que se destinen a áreas como Educación.
Desde la publicación de una nota de prensa el pasado mes de abril, la guardería Fada Morgana ha sido la primera (y, de momento, la única) en recibir algunos cambios significativos: los extintores han sido repuestos y próximamente se revisarán el plan de incendios, los aires acondicionados y el sistema de luces, según les han asegurado desde el Consistorio. De hecho, la AMIPA ya se muestra satisfecha de que el Ayuntamiento “se haya puesto en marcha”.
“Los pequeños son los más vulnerables”
Aunque ha sido la AMIPA de Fada Morgana quien ha iniciado la movilización, los otros dos centros se han añadido rápidamente a las reivindicaciones. La Asociación de Madres y Padres de otro de los centros, el Penya-Segat, explica que se enteró de la problemática cuando la de Fada Morgana le puso al corriente. “Hablamos las diferentes representantes y nos informaron de la situación. En nuestro caso, lo revisamos con el equipo directivo del centro y, efectivamente, teníamos las mismas deficiencias”, explica la de Penya-Segat.
En este sentido, la AMIPA solo tenía conocimiento, a través de las docentes, de que hay un responsable de mantenimiento de las instalaciones que se encarga de arreglar los elementos que se deterioran, “pero como tiene que hacerlo en todos los centros, las tareas se realizan muy lentamente”, relata.
Aunque las familias aseguran que ninguno de sus hijos ha sufrido ningún inconveniente directo, el enfado con el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Llucmajor es más que evidente por el mal estado de las instalaciones y todo lo que esto puede conllevar. En este sentido, la AMIPA cree que por parte de los representantes políticos debería haber más comunicación con las familias, precisamente, a través de su asociación. “El contacto debería ser más directo y cercano con los problemas de las familias para poder resolverlos antes que los ciudadanos nos enfademos”, declaran.
Desde la Asociación de Madres y Padres de Penya-Segat tienen muy claro que otra parte de la problemática recae en que, para la mayoría de familias, el ciclo educativo de la guardería dura muy poco. “Por ejemplo, para mí es el primer y el último año porque mi hijo empieza en la escuela de infantil el próximo septiembre. En la mayoría de casos, esto provoca una falta importante de implicación de las madres y padres, porque no hay gente que quiera participar activamente en vigilar que todo se cumpla. Así es muy difícil mantener una constancia en las acciones”, relata una madre. “De todas formas, desde la AMIPA intentaremos que no se pierdan de vista estas necesidades y uno de los puntos clave es seguir trabajando y revisando las negligencias en el mantenimiento”, asegura.
Las AMIPA de Fada Morgana y Penya-Segat y la AFA de Trencadors coinciden en que antes de este suceso no tenían contacto, pero que la problemática compartida ha servido para su unión y para que la reivindicación sea conjunta. “El bienestar y, sobre todo, la seguridad de nuestros hijos tiene que ser lo más importante. Además, arreglar todas las deficiencias que afectan a los más pequeños tiene que tener un carácter urgente, porque son los más vulnerables”, admiten desde Penya-Segat.
El bienestar y, sobre todo, la seguridad de nuestros hijos tiene que ser lo más importante. Además, arreglar todas las deficiencias que afectan a los más pequeños tiene que tener un carácter urgente, porque son los más vulnerables
“Queremos la guardería en las mejores condiciones”
La Asociación de Familias del Alumno/a (AFA) de la guardería Trencadors comparte con las otras dos la problemática general de los extintores y del plan de incendios. También denuncian que no se ha finalizado el suelo del acceso a las aulas, pero su principal agravante es el estado del patio donde juega el alumnado.
La AFA relata que, desde hace cuatro años, los muros y la pared del patio no están en unas condiciones óptimas. “Se ha vallado una parte y, desde entonces, no se puede utilizar. Tanto la Asociación de Familias como la propia guardería han solicitado de manera insistente una reparación, porque había posibilidad de que los niños y niñas se hicieran daño. Queremos que se haga la reforma completa del patio para que nuestros hijos puedan disfrutar de las instalaciones como toca”, explican.
El procedimiento para que las familias de Trencadors se unieran a las reivindicaciones fue el mismo que con las de Penya-Segat: a raíz del contacto con Fada Morgana. La AFA argumenta que el detonante de querer publicar los hechos ahora ha sido la “impotencia de no conseguir que los trabajos se lleven a cabo” porque quieren que sus hijos “tengan la guardería, donde pasan ocho horas diarias, en las mejores condiciones”.
“Aceleramos al máximo los posibles retrasos”
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Llucmajor afirma que todos los procesos que ahora reivindican las familias estaban “iniciados o realizados con anterioridad”, es por esto que no pueden “aceptar que se diga que no se habían realizado estas tareas hasta que se trasladó por su parte”, aseguran a elDiario.es.
“Antes de recibir ninguna petición por parte de las AMIPA ya se habían realizado las revisiones de los sistemas de calefacción en las guarderías”, detallan desde el Consistorio. Además, explican que ya se tenía prevista la revisión de los extintores contra incendios (que cabe recordar que ya han sido sustituidos en Fada Morgana desde la publicación de la nota de prensa) y que durante esta misma semana prevén que se instalen en el resto de centros educativos.
También mencionan el plan de autoprotección, que relatan que se realizó hace ocho años y que está pendiente de revisión. “La empresa externa que se encarga de los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales tiene en su contrato la ejecución de esta revisión, que se realizará en breve”, argumentan.
En su nota de prensa, las familias acusaban al equipo de gobierno de “mentiras y medias verdades” por lo que se refiere a la información que les hacían llegar sobre el sistema de mantenimiento de los centros. La corporación municipal explica que el Área de Educación del Ayuntamiento tiene “constante contacto” tanto con las direcciones de las guarderías como con las AMIPA. “En ningún caso ha habido ni mentiras ni medias verdades hacia ellos, siempre hemos sido transparentes y se ha facilitado la información que se nos ha requerido. Además, nos hemos comprometido a acelerar al máximo los posibles retrasos que se han podido producir, en algunos casos, por temas administrativos”, defienden los responsables políticos.
“El problema es la falta de organización y de trabajo preventivo”
Los ediles de MÉS per Llucmajor, partido en la oposición (juntamente con el PSOE y Llibertat Llucmajor), declaran que días antes de que la problemática fuera pública, una representación de familias de Fada Morgana se puso en contacto con ellos para informarles de la situación. Ante este hecho, la formación decidió introducir el tema en las comisiones informativas previas al pleno de abril y también formularon una serie de preguntas a la concejala de Educación, Margalida Planas (PP).
Desde MÉS declaran que, en el debate, tanto la alcaldesa, Maria Francisca Lascolas (PP), como la edil de Educación explicaron que ya se había puesto “hilo en la aguja” para remediar la problemática. “El problema es la falta de organización y de trabajo preventivo. Ha sido necesario que estalle este conflicto para que el equipo de gobierno municipal reaccione”, acusan los de MÉS. Por su parte, el órgano de gobierno local explica que en el pleno dieron las explicaciones pertinentes, las que también han relatado en declaraciones a elDiario.es para este reportaje.
Los ecosobiranistas argumentan que, actualmente, el Ayuntamiento tiene más de treinta servicios básicos sin contrato, entre ellos, los que afectan a las guarderías, que son el de mantenimiento de centros escolares, climatización, limpieza y extintores. “Ahora mismo se desarrollan de manera precaria y, obviamente, esto afecta al resultado final que se ofrece”, relatan.
También coinciden con las familias en que los niños y niñas con edades tan tempranas tienen que recibir una protección especial por parte del Ayuntamiento. “Es cierto que ya se han visto las primeras actuaciones, pero aún quedan muchas por hacer. No tiene sentido que un consistorio con 42 millones de euros en el banco no sea capaz de mantener adecuadamente tres guarderías municipales”, concluyen desde MÉS per Llucmajor.
0