El mausoleo a los fascistas que Italia paga a España: “Es un elemento ofensivo”
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Al atravesar la rotonda que conduce hacia el cementerio de Palma, camposanto en una de cuyas fosas comunes reposan, entre otros, los restos de la 'Garbo de los cielos', la portentosa silueta de un águila con las alas extendidas llama poderosamente la atención. Sin embargo, no todo el mundo sabe que se trata de un mausoleo que las autoridades italianas hicieron construir en 1942 para conservar “los restos mortales de los camaradas que dieron su vida en la lucha contra el marxismo”, por el derrocamiento de la Segunda República y por la implantación de un régimen fascista en España. Para garantizar su mantenimiento, el Gobierno italiano abona cada año 449,11 euros a la Empresa Funeraria Municipal (EFM), de acuerdo a la documentación consultada por elDiario.es.
En medio de la polémica actual por la derogación de la Ley balear de memoria democrática, cuya supresión ha sido impulsada por Vox con el apoyo del PP, el grupo municipal de Podemos ha registrado una moción con la que insta a retirar los elementos antidemocráticos que “aún ensucian el paisaje urbano” de Palma, como diversas inscripciones y placas con simbología franquista que todavía se encuentran presentes en numerosos portales de la capital balear, y emplaza al Ayuntamiento a negociar con la embajada italiana la retirada de la simbología fascista del panteón erigido en recuerdo de los 'mártires' que durante la Guerra Civil se desplazaron a la isla para prestar su apoyo a las tropas franquistas, respaldadas además por las principales oligarquías económicas y religiosas del país.
La iniciativa ha sido este jueves debatida en comisión y elevada a pleno. Consultados por elDiario.es, desde el equipo de gobierno del PP eluden hacer declaraciones al respecto.
Mallorca, base de operaciones de la Aviazione Legionaria
El monumento fue levantado años después de que la Italia de Benito Mussolini fijase Balears como punto geoestratégico para sus intereses militares y llave de entrada a la península. El aeródromo mallorquín de Pollença se convertiría, de hecho, en la principal base de operaciones de la Aviazione Legionaria, creada en 1936 para brindar apoyo logístico y táctico a los sublevados y a la que el historiador Joan Maluquer llegó a definir como “un enorme portaaviones imposible de hundir”. Frente a las costas de Pollença perdería la vida, además, Ramón Franco Bahamonde, comandante de aviación en el archipiélago y hermano del que a la postre se convertiría en dictador del país durante cerca de cuarenta años. Nada más despegar, el hidroavión CANT Z.506 Airone que pilotaba se precipitó en barrena sobre el mar, desatando desde ese mismo instante múltiples teorías y rumores sobre su fallecimiento.
El mausoleo fue erigido años después de que la Italia de Benito Mussolini fijase Balears como punto estratégico para sus intereses militares. El aeródromo mallorquín de Pollença fue, de hecho, en la principal base de operaciones de la Aviazione Legionaria desplazada a España para intervenir en la península y apoyar a los sublevados
De acuerdo con el Censo de símbolos, leyendas y menciones del bando franquista de la guerra civil y la dictadura en Balears, elaborado por el Ejecutivo autonómico durante la pasada legislatura y que contiene hasta 92 vestigios repartidos en 28 municipios de las islas, el templo dedicado a los combatientes italianos conserva los restos pertenecientes a la dotación del buque de la Marina italiana Quarto y otros numerosos Caballeros Legionarios Aviadores. Obra del arquitecto italiano Ugo Geunari, fue trasladado desde Italia en el velero Corriere y emplazado, bajo la supervisión del ingeniero Ricardo Zorgi, junto a la escalinata de la puerta sur del cementerio de Palma, en unos terrenos cedidos desinteresadamente por el Ayuntamiento.
La cripta, vestida de mármol blanco y negro, consta de setenta y seis nichos con inscripciones en mármol rojo. Al nivel del suelo, sobre una doble escalinata, se levanta una columna del mismo material coronada por un capitel jónico-corintio. Es en su base donde se erige una esbelta águila imperial en bronce -insignia de la simbología fascista y elemento que adoptó Mussolini de las antiguas legiones romanas-, bajo la cual figura la inscripción “Ai marinai e aviatori d'Italia caduti in Spagna che qui riposano. 1936-1939” (“A los marineros y aviadores de Italia caídos en España y que aquí descansan. 1936-39”).
Años atrás, el monumento contenía otra leyenda que recordaba el “sacrificio” de los legionarios muertos: “I legionari d'Italia a fianco dei fratelli spagnoli nell eterno riposo come nena lotta. Anno XVIII E.F” (“Los legionarios de Italia junto a sus hermanos españoles en eterno descanso mientras luchan. Año XVIII E.F”). En concreto, E.F. aludía a la 'Era Fascista' -cuyo calendario fue implantado en 1922, con la llegada de Mussolini al poder- y el año XVIII hacía referencia al periodo situado entre el 28 de octubre de 1939 y el 27 de octubre de 1940. Junto a esta inscripción también fue retirado el haz de fasces -figura común en los uniformes fascistas italianos- que el águila sostenía entre sus garras.
'Gloria a los caídos del aire'
A apenas unos metros de distancia se encuentra el mausoleo dedicado a los 'caídos' del Ejército español del Aire. Entre quienes yacen en este sepulcro se encuentra Ramón Franco. Al igual que en el caso del templo italiano, el Consistorio palmesano cedió en 1945 unos terrenos del camposanto para la construcción del panteón, cuyas obras finalizaron en 1960. Proyectado por el arquitecto Guillermo Muntaner, el sepulcro constituye la muestra más tardía de este tipo de monumentos. Fue realizado en mármol blanco y negro en un estilo sencillo y funcional, que se aparta del monumentalismo dominante en este tipo de obras. Tres gaviotas en bronce y una inscripción, 'Gloria a los caídos del aire', son las referencias que relacionan el mausoleo con los 'héroes de la aviación'. En 1939, donde hoy se sitúa la puerta sur del cementerio, fue proyectada una puerta monumental de estilo neoclásico que enalteciera los dos monumentos, creando con ello una unidad memorialística de carácter fascista, aunque nunca llegó a ver la luz.
“Es increíble que en pleno siglo XXI sigamos teniendo un monumento claramente fascista de la época de Mussolini”, subraya, en declaraciones a elDiario.es, la regidora de Podemos Lucía Muñoz, defensora de la moción registrada por su grupo. Muñoz recuerda que, durante la pasada legislatura de izquierdas, la Empresa Funeraria Municipal intentó contactar en varias ocasiones con el Consulado de Italia en Barcelona, encargado de la gestión del mausoleo, “pero no respondían ni a los burofaxes”. También desde la Conselleria de Memoria Democrática, encabezada por el exconseller Juan Pedro Yllanes, buscaron resolver este asunto a través de la Delegación del Gobierno, pero “no se consiguió avanzar”, comenta la también coordinadora de Podemos Palma.
Al respecto, el entonces gerente de la EFM, Jordi Vilà, explica a elDiario.es que la del mausoleo es una concesión administrativa a perpetuidad, al igual que todas las unidades de entierro del cementerio, y se encuentra vigente dado que su titular es el Estado italiano y desde el consulado italiano de Barcelona se encargan anualmente de pagar la tarifa de mantenimiento, tal como publicó en su día Última Hora. Un motivo por el que, precisa, la EFM “tiene poca capacidad de maniobra”. “Nuestra idea era respetar el mausoleo y eliminar los símbolos fascistas: el águila y la inscripción actual”, señala Vilà, quien subraya que, para ello, la intención de los anteriores responsables de la empresa pasaba contactar con los titulares de la cripta y “entrar en diálogo con ellos” para proponerles la reordenación de estos elementos. “Sin embargo, desde el Consulado italiano nunca nos atendieron y el tema acabó muriendo”, recuerda. elDiario.es ha intentado ponerse en contacto con el consulado italiano en Barcelona, pero no ha respondido a las llamadas de este medio.
La concesión administrativa del mausoleo es a perpetuidad. En la actualidad continúa vigente dado que su titular es el Estado italiano y desde el consulado italiano de Barcelona se encargan anualmente de pagar la tarifa de mantenimiento. Un motivo por el que, según precisa el exgerente de la Empresa Funeraria Municipal (EFM) Jordi Vilà, el organismo 'tiene poca capacidad de maniobra'. 'Nuestra idea era respetar el mausoleo y eliminar los símbolos fascistas: el águila y la inscripción actual', comenta
Muñoz, por su parte, recuerda que una de las cosas que sí se lograron fue retirar la placa que da nombre a la calle del cementerio en la que se ubican el mausoleo italiano y el monumento a los aviadores franquistas: la 'Via dels Màrtirs'. No obstante, con la llegada del nuevo equipo municipal del PP, la placa volvió a su lugar. “No solo no respetan su retirada, sino que, además, se reafirman”, lamenta la concejala, quien critica, además, que los populares mantienen en este sentido “la misma posición que Vox” y, desde el inicio de la actual legislatura, “han rechazado absolutamente todas las mociones relacionadas con la memoria democrática”. Entre ellas, el apoyo a la celebración del 24F, día en recuerdo a las víctimas de la guerra civil y el franquismo, o la retirada de más de una veintena de placas franquistas del Instituto Nacional de la Vivienda que aún permanecen en algunas de las viviendas de protección impulsadas durante la dictadura.
No solo eso. A finales de 2023, PP y Vox salvaban de la demolición el mayor monumento franquista de Balears, el monolito de Sa Feixina, construido por los sublevados en 1947 para glorificar a los “héroes” del Crucero Baleares. Hundido en marzo de 1938, fue el responsable del bombardeo ejecutado en febrero de 1937 contra la población civil que, en lo que se conoce como 'La Desbandá', huía de Málaga a Almería en plena ofensiva fascista. Desde Podemos quieren, en cumplimiento de la Ley de memoria democrática, que se retiren todos los vestigios que perduran en honor a los “caídos por Dios y por España”.
El papel de Italia, crucial en la Guerra Civil
Por su parte, el exsecretario autonómico de Memoria Democrática Jesús Jurado alude al crucial papel que ejerció la Italia de Mussolini a la hora de influir en el desarrollo de las operaciones militares desarrolladas en España. Recuerda, de hecho, cómo el desembarco republicano del capitán Bayo, llevado a cabo en verano de 1936 con el objetivo de recuperar las islas de Mallorca y Eivissa, en las que, a diferencia de lo sucedido en Menorca, la sublevación del 18 de julio había triunfado, “fracasó en buena parte por la actuación de la aviación italiana”: el 3 de septiembre de ese año el vapor Morandi desembarcaba en Palma tres cazas Fiat CR.32, tres hidros de caza Macchi M.41, 300 bidones de gasolina de aviación y doce ametralladoras Breda de 20 mm dejaron, finalmente, fuera de combate los hidroaviones de Bayo. El historiador Antoni Tugores señala que el papel del banquero mallorquín Juan March, uno de los grandes financiadores de la trama golpista, fue clave a la hora de asegurar la presencia italiana en Mallorca.
Historiadores como Francisco Espinosa Maestre y Paul Preston documentan que el soporte de Alemania e Italia resultó determinante para que el desenlace de la Guerra Civil se decantara a favor del bando fascista, no solo con el envío de municiones, armas y aviones, sino también mediante la participación activa en la guerra civil de escuadrones italianos y nazis. Según Espinosa Maestre, la balanza, de otro modo, nunca hubiera caído del lado franquista. “Los acuerdos con Mussolini y Hitler pusieron en manos de los golpistas, y en condiciones óptimas de pago, hombres y armas sin las cuales poco hubieran podido hacer”, sostiene.
En este sentido, Mallorca ejerció un papel clave a la hora de hacer frente a los republicanos. La isla se convirtió, incluso, en el único lugar de la geografía española en el que se ha documentado la existencia de expedientes de sangre en plena vigencia de las leyes raciales y antisemitas de Núremberg, que preconizaban la superioridad de la raza aria: las mujeres de Mallorca debían obtener un certificado de pureza sanguínea si querían contraer matrimonio con militares italianos y alemanes, una práctica de la que no se ha hallado constancia en el resto del archipiélago como tampoco en otras regiones del país.
Mallorca ejerció un papel clave a la hora de hacer frente a los republicanos. La isla se convirtió, incluso, en el único lugar de la geografía española en el que se ha documentado la existencia de expedientes de sangre en plena vigencia de las leyes raciales y antisemitas de Núremberg, que preconizaban la superioridad de la raza aria
Sobre el mausoleo, Jurado recuerda cómo, “en pleno auge de Hitler y de Mussolini en Europa, este tipo de exaltaciones a los héroes caídos eran muy habituales tanto en España como en otros lugares europeos”. Fue entonces cuando, relata, “aprovechando la la relación de amistad y de colaboración que había entre los regímenes fascistas italiano y español, se construye en nuestro cementerio un monumento muy espectacular cuya columna, parte central del monumento, sobresale incluso del paisaje del cementerio”. “Ni siquiera se está pidiendo la retirada del monumento, que entiendo que tiene su valor artístico. Ya se fue quitando la parafernalia fascista que contenía, pero el águila mussoliniana de bronce aún continúa allí, a la vista de todo el mundo. Es un elemento ofensivo con reminiscencias de la época de los totalitarismos en Europa que debería ser retirado”, sentencia.
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