PP y Vox vetan la bandera LGTBI en el Parlament balear
En la semana grande del Orgullo LGTBI, PP y Vox han votado este martes en contra de desplegar la bandera del colectivo en el Parlament balear, de mayoría de derechas tras los resultados de las elecciones del 28M. En una votación llevada a cabo en la Mesa de la Cámara autonómica, los conservadores y la ultraderecha han votado en contra de esta medida, impulsada por el PSIB-PSOE, que pretende dar visibilidad a lesbianas, gays, personas trans y bisexuales.
Desde el PP balear han defendido que en la pasada legislatura se aprobó que en la fachada del Parlament solo deben lucir los símbolos oficiales. Estas mismas fuentes han añadido que la Mesa del Parlament sí ha dado el visto bueno a regular que sean los grupos los que en las ventanas o los balcones de sus dependencias puedan desplegar emblemas conmemorativos en fechas señaladas.
También han añadido que se entiende que los posicionamientos del Parlament se deben acordar por unanimidad y, si no la hay, como en este caso, “se tiene que mantener la neutralidad en la fachada del edificio”. A pesar de la votación de este martes, los 'populares' han reivindicado la defensa de la libertad de las personas a amar a quienes quieran, los derechos de las personas LGTBI y la lucha contra los discursos de odio hacia cualquier colectivo.
En otras instituciones gobernadas por el PP, sin embargo, sí que luce o lucirá la bandera arcoiris, como el Ayuntamiento de Marratxí, que ya la ha colocado, o el de Palma, que la semana pasada anunció que lo haría, aunque sin concretar cuándo.
El polémico presidente de Vox
El nuevo Parlament está presidido por Grabriel Le Senne, de Vox, conocido por sus polémicos mensajes en Twitter, en Telegram y sus artículos en la prensa local, donde ha llegado a afirmar que “las mujeres son más beligerantes porque carecen de pene” y ha difundido tesis vinculadas a grupos neonazis, como la teoría de “el gran reemplazo”, según la cual la población blanca y cristiana estaría siendo “sustituida” por pueblos no europeos, especialmente africanos, lo cual consideran que pone en “peligro” la cultura y civilización europeas. Le Senne es, además, antivacunas, y presume de no haber vacunado a sus hijos frente a la COVID-19.
El nuevo presidente del Parlament -está colocado ahí gracias a un preacuerdo entre PP y Vox- llegó al partido de Santiago Abascal desde la organización Sociedad Civil Balear -homónima de Sociedad Civil Catalana-, como él mismo explica en una columna. Entre los motivos para afiliarse al partido ultraderechista, Le Senne cita la crisis demográfica. Según él, la baja tasa de natalidad se explica por razones “culturales”, encuadradas en la “Agenda 2030”, el “feminismo radical” o el “adoctrinamiento” LGTBI, con el objetivo de “reducir la población”.
Medidas similares en el resto del Estado
Esta no es la primera vez que PP y Vox, tras ganar en diferentes municipios y comunidades autónomas en las elecciones del mes de mayo, deciden arremeter contra el colectivo LGTBi. Por ejemplo, en Nàquera, Comunitat Valenciana, ambas formaciones políticas han vetado la bandera en edificios públicos, lo cual ha despertado la reacción de los vecinos, que decidieron colgarlas en sus balcones. Los residentes en Nàquera ahora pasarán a ser gobernados por la extrema derecha gracias a un pacto con el PP.
En aquellos lugares donde gobierna la derecha se está experimentando un retroceso histórico de los derechos de las mujeres y del colectivo LGTBI. Los acuerdos pasan por negar la propia existencia del machismo -en Balears, PP y Vox hablan de “violencia intrafamiliar”- y retirar las banderas arcoíris, pero también por prohibir movilizaciones contra la violencia de género y dejar de dar ayudas públicas a las asociaciones y organizaciones que trabajan por la diversidad y para la igualdad. También se están eliminando los departamentos que pongan en marcha políticas frente a las violencias machistas o que luchen contra su discriminación.
“El PP ha de explicar este cambio de postura”
El portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Socialista en el Parlament, Marc Pons, ha explicado que cada año, con motivo de la celebración del Día Internacional del Orgullo, el Parlament desplegaba la bandera LGTBI, “en un gesto de reconocimiento a la diversidad y para dar voz y visibilizar todo el colectivo”. Esta medida era aprobada cada año por unanimidad por la Mesa del Parlament, un hecho que no ha ocurrido ahora.
“PP rompe una dinámica que en estos años se había consolidado, desde el acuerdo entre todos, para visibilizar un colectivo como el Lgtbi. El PP ha de explicar este cambio de postura y decir porqué ha votado no a desplegar la bandera LGTBI si hasta ahora votaba a favor de reconocer la diversidad, la pluralidad y visibilizar al colectivo”, ha dicho Pons.
Para él, esta medida “es una evidencia más de que quien marca los postulados y las líneas políticas de este próximo Govern es Vox”. “No hay excusas que valgan. Pedimos al PP no dejarse llevar por esta deriva ultraconservadora, con su seguidismo a las políticas de Vox. Las primeras decisiones que están tomando, aún sin gobierno constituido, pero desde la Mesa del Parlament, van hacia una España mucho más casposa, más antigua y que pretende invisibilizar los derechos y realidades de una sociedad como la balear, que es diversa y plural y que se tiene que querer libre e igualitaria”, ha añadido el socialista.
El PP necesita a Vox para gobernar en Balears
Aunque PP y Vox llegaron a un acuerdo para colocar a Le Senne como presidente del Parlament, todavía están en un proceso de negociación para investir a la candidata popular Marga Prohens como presidenta de Balears. El PP necesita, como mínimo, la abstención de Vox en la segunda sesión de investidura. La fecha límite es el 4 de julio y todavía no ha trascendido que ambas formaciones hayan llegado a un acuerdo, ya que el principal escollo es la formación del Govern: el PP quiere gobernar en solitario y Vox desea formar parte del Ejecutivo.
El PP se ha mostrado públicamente optimista y espera que haya un acuerdo pronto, mientas que ahora Vox dice que está abierto a otras “fórmulas” que no pasen por su participación en el Govern, pero sí por el cumplimiento de las líneas programáticas de un preacuerdo firmado por ambos partidos, en el que se incluye la “lucha contra las mafias de la inmigración ilegal”, combatir la “violencia intrafamiliar” -que no machista- y desbancar al catalán de la función pública -especialmente, quitarlo como mérito de la sanidad pública y acabar con el actual modelo de inmersión lingüística-.
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