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Los profesionales sanitarios de Balears unen fuerzas en defensa del catalán: “Es una cuestión de humanidad”

Quique Rimbau, cirujano vascular del hospital de Son Espases, y Marc Bonet, anestesiólogo de Son Llàtzer

Nicolás Ribas

Eivissa —
17 de febrero de 2024 06:00 h

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“Es una cuestión de humanidad poder ser atendido y morir, si fuera el caso, en tu lengua materna”. Así se expresan Marc Bonet y Quique Rimbau, dos de los más de 300 profesionales que acaban de unirse para constituir la plataforma Sanitaris per la Llengua (Sanitarios por la Lengua) con el objetivo de defender el uso del catalán en la sanidad pública balear. Los sanitarios han impulsado esta iniciativa después de que el Govern conservador de Marga Prohens (PP) eliminase el requisito del catalán en la sanidad pública para aquellos profesionales que quieran conseguir una plaza fija en las islas, como ocurría durante la anterior legislatura, de tal forma que la acreditación de la lengua propia de las Illes Balears dejó de ser un requisito para pasar a ser un mérito.

El Ejecutivo cumplía con lo anunciado en campaña electoral, asegurando que, con esta medida, se pretendía facilitar la captación de profesionales sanitarios. Los conservadores argüían que la exigencia de la lengua catalana era una de las principales razones por las que más abandonan los facultativos su plaza de trabajo en las islas. Sin embargo, el Govern del PP reconoció no disponer de datos que así lo avalasen. Con todo, Manuela García, consellera de Salud, señaló que se iba a poner a disposición de los trabajadores sanitarios cursos de lengua catalana –que arrancarán el próximo 19 de marzo– para “potenciar” que la comunicación con los pacientes pueda mantenerse con “absoluta normalidad”.

Tras la aprobación de la medida, PSOE y Sumar llevaron al Tribunal Constitucional (TC) la decisión del Govern de Balears de retirar el requisito de saber catalán para trabajar en la sanidad pública al considerar que vulnera “el principio de igualdad y el de no discriminación por razón de lengua, reconocido en el Estatut d'Autonomia” y “atenta contra el régimen de cooficialidad lingüística vigente”. El pasado mes de enero, el pleno del TC decidió admitir a trámite el recurso interpuesto por ambas formaciones.

“Nos preocupa mucho”, afirma a elDiario.es Marc Bonet, anestesiólogo del Hospital Son Llàtzer y coordinador de Sanitaris per la Llengua, que cuenta con el apoyo de la Obra Cultural Balear (OCB). El motivo por el que han creado la plataforma, explica el doctor Bonet, es que el catalán “dejara de ser un requisito para que los sanitarios consiguieran una plaza fija”. El médico aclara que a los sanitarios, antes de la supresión del requisito, no se les exigía el catalán para trabajar, sino que se les demandaba en el momento de fidelizar la plaza mediante el proceso de oposiciones. Es decir, se podía trabajar como interino o hacer sustituciones sin haber acreditado el catalán. Según el nivel que se tuviera, puntuaba más o menos en el proceso de obtener un puesto de trabajo estable.

Excepciones del requisito

Del mismo modo, recuerda el médico, el requisito tampoco se aplicaba para aquellas áreas consideradas de “difícil cobertura”, es decir, aquellas categorías profesionales en las que hay déficit de trabajadores sanitarios. Sin embargo, lamenta el doctor Bonet, desde que empezó la nueva legislatura, el Govern “lo extendió a toda la sanidad”. En opinión del anestesiólogo, esto supone un problema para el paciente. “Es una realidad que la población vulnerable, como la gente mayor, con patologías como alzhéimer o problemas psiquiátricos, se tiene que expresar en su lengua materna y eso es importante para el diagnóstico y el seguimiento médico”, asegura.

En este sentido, el médico se muestra preocupado por el hecho de que puedan llegar profesionales que “no se tengan ni que preocupar en aprender la lengua de sus pacientes”. “Es verdad que somos bilingües pero es una cuestión de humanidad poder ser atendido y morir, si fuera el caso, en tu lengua materna. Esto peligra y nos preocupa, sobre todo, porque el paciente mallorquín es un paciente muy poco combativo. Yo soy bilingüe y esta filosofía la tengo con cualquier paciente. La lengua del paciente es la que manda, no la del sanitario”, argumenta el doctor, quien añade que muchos pacientes mallorquines, cuando se les habla en mallorquín, “les cambia la cara”.

“Básicamente, nos mueve el amor por la lengua y el deseo de que el paciente pueda hablar con la lengua que quiera: si habla catalán, perfecto, si habla castellano, exactamente igual”, valora a elDiario.es Quique Rimbau, cirujano vascular del Hospital Universitario Son Espases, el hospital balear de referencia. Igual que su compañero Marc Bonet, pide que se evite vincular a la plataforma con ninguna ideología política concreta. “No vamos contra nadie, vamos a favor de la lengua y del paciente, que se pueda expresar como quiera”, aclara Rimbau. Pese a que les han intentado vincular con la ideología independentista o por un supuesto antiespañolismo, ambos insisten en que en su esfera privada hablan ambos idiomas. Es decir, tanto catalán como castellano.

“Hablo en castellano con mi mujer. Es la realidad. No estamos en contra del castellano: nos preocupa la realidad que vive el paciente y que pueda ser atendido en su lengua materna”, insiste el doctor Bonet. “Este es el motivo principal del movimiento”, añade el doctor Rimbau, sorprendido por la repercusión que ha tenido este posicionamiento.

La lengua es importante para la salud del paciente

El anestesiólogo Bonet pone ejemplos concretos: pacientes con enfermedades neurológicas en las que es muy importante que puedan expresarse en la lengua que dominan. “Existen muchas expresiones mallorquinas que se te pueden escapar si el paciente no lo hace en su lengua materna”, asevera Bonet, y aclara que, en su opinión, la administración balear “debe hacer posible que todos los sanitarios puedan entender el catalán y no politizar”. Así, el anestesiólogo asegura que, pese a que el conocimiento de la lengua catalana es importante para el diagnóstico, el paciente “no protestará porque cuando va al médico lo que quiere es curarse, y los que tenemos que dar el primer paso en defensa del paciente somos los sanitarios”.

Hay diversidad de opiniones entre los profesionales sanitarios. Por ejemplo, el sindicato médico balear, Simebal, lleva defendiendo desde el año 2000 la eliminación del requisito del catalán. En la pasada legislatura, cuando la entonces presidenta del Govern, Francina Armengol, reculó y mantuvo su decisión de mantener la acreditación del catalán en el proceso de estabilización de interinos convocado por el IB-Salut, Simebal se mostró muy crítico. “Hace unos días, Armengol hizo unas declaraciones que daban la razón a Simebal –que siempre dice que el catalán debe ser un mérito–, y habló de que la salud prevalecía sobre la lengua. No es salud o lengua, es salud y acreditación lingüística como requisito. Aquí no hablamos de lengua, cuidado, hablamos de la acreditación lingüística como requisito, que no es lo mismo”, afirmó a elDiario.es Miguel Lázaro, presidente de SIMEBAL. “Nadie puede estar en contra de una lengua tan bella como el catalán, que además nos sirve para comunicarnos”, aclaró Lázaro.

“Lo he discutido muchas veces con Miguel Lázaro, que también es muy amigo mío. Creo que ellos se equivocaron en el momento en que lucharon para que se retirara el requisito del catalán”, valora el doctor Rimbau, preguntado por los diferentes puntos de vista. Sin embargo, el anestesiólogo matiza que está de acuerdo en que “lo que exigía el Govern anterior era absurdo”. “Lo que se tiene que pretender es que los sanitarios entiendan, ni siquiera se les tiene que pedir que lo hablen. Pero si un paciente habla en mallorquín hay que exigir que el sanitario lo entienda y eso es de cajón”, afirma el doctor Bonet, quien lamenta que el tema “se ha utilizado políticamente”.

Déficit de sanitarios no sólo en Balears

En cuanto a la falta de profesionales en el archipiélago balear, el doctor Bonet recuerda que “es un déficit que padece todo el Estado”. “Hay muchos sanitarios que emigran. Es una cuestión económica: se van allá dónde les pagan más”, asegura el médico. En cuanto a las áreas donde ha habido más problemas en Eivissa, como el servicio de oncología del Hospital Can Misses, se han conseguido cubrir, según el doctor Bonet, “porque les dan un ‘plus’ muy importante”. En este sentido, cabe recordar que el Govern balear declaró este área como de “muy difícil cobertura”, con unos complementos salariales muy importantes. Cinco meses después de entrar la medida en vigor, que también reclamaban Simebal y el Colegio Oficial de Médicos de las Illes Balears (COMIB), se han incorporado tres oncólogos al servicio.

“Se están gastando mucho dinero en cubrir plazas de anestesiología, por ejemplo. En mi servicio, en Son Llàtzer, hay gente que va a hacer guardias a Manacor y Eivissa y les dan unos pluses ‘brutales’ por hacerlo. Quiero decir, que si no cobraran estos ‘pluses’, no irían”, aclara el doctor Bonet y asegura que la solución está en aumentar los salarios de los trabajadores y no en eliminar la acreditación del catalán. “Se ha utilizado la lengua como ‘chivo expiatorio’”, lamenta el anestesiólogo. “Me sabe muy mal porque cada paciente tiene que vivir su enfermedad en su lengua materna. Un paciente de cualquiera de las cuatro islas tiene el catalán o el dialecto balear como lengua. Es una cuestión de dignidad y empatía hacia el paciente”, insiste Bonet. Uno de los problemas principales para atraer a profesionales, algo que también afirma Simebal, es la situación especulativa que hay en torno a la vivienda en Balears, con unos alquileres absolutamente desorbitados.

Un complemento salarial por acreditar la lengua

Asimismo, los miembros de la plataforma Sanitaris per la Llengua, que defienden el uso del catalán en la sanidad pública por parte de los profesionales, afirman que la administración debería “hacer cursos dentro del horario laboral” para fomentar su conocimiento. “Se han hecho cursos fuera del horario laboral y eso no es de recibo. Si la administración te exige el requisito del catalán, porque es una necesidad, igual hay que dar clases de catalán en horario laboral. Unos cursos de aprendizaje para entender y comprender [la lengua]”, detalla el anestesiólogo Bonet. “Pero lo que no se puede hacer es eliminar la lengua [catalana]. Más que un mérito o un requisito, es una necesidad. Somos una región bilingüe, la ley nos ampara. Si el B2 de catalán fuera acompañado de 500 ó 600 euros más en la nómina, no habría ningún problema. La gente se esforzaría”, insiste el médico.

En opinión de Quique Rimbau, cirujano vascular, “se ha pasado de un lado a otro”. “El anterior Govern (coalición entre el PSOE, Més per Mallorca y Unidas Podemos) quería un nivel muy alto y el nuevo Govern (del PP, con el apoyo de Vox) lo ha eliminado. Ni una cosa ni la otra. Eso no tiene ningún sentido. Se trata de que quienes atiendan al paciente lo entiendan”, asegura Rimbau y añade que la lengua forma parte del proceso de atención sanitaria de los pacientes. “Nosotros no tenemos ningún problema en hablar en una lengua u otra. Si el paciente quiere hablar en castellano hablamos en castellano, faltaría más. Pero si quiere hablar mallorquín es de recibo que, al menos, el sanitario que atienda al paciente le pueda entender”, concluye Rimbau.

De momento, el Ejecutivo de Prohens (PP) ha eliminado el requisito de la acreditación del catalán para que los profesionales sanitarios puedan fijar su plaza en el archipiélago balear, pese a que la consellera de Salud reconoció no tenían datos que avalaran la “fuga de médicos” debido a dicha acreditación. De hecho, Carles Recasens, presidente del Colegio de Médicos de Balears (Comib), aseguró a IB3 que “el catalán no es el problema”. “El médico hace todos los esfuerzos para entender y acercarse al paciente. A día de hoy, en Balears, los médicos atienden en catalán, en castellano, en inglés, en alemán y en el idioma que sea necesario”, resaltó, aclarando que es el “elevado coste de la vida” en las islas el que dificulta atraer a médicos de la Península o incluso retener a los que viven en Mallorca, Menorca y las Pitiüses.

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