“Sobran 122.000 coches”: Mallorca propone regular la entrada de vehículos a la isla y limitar los 'rent a car'

Esther Ballesteros

Mallorca —
23 de octubre de 2024 15:52 h

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El Consell de Mallorca presentará una proposición de ley al Parlament balear dirigida a regular la entrada de vehículos en la isla, establecer un número máximo de coches de alquiler que puedan acceder y crear una tasa disuasoria para los turismos que no tributen en Balears en los meses de temporada alta. El pasado mes de junio, la Cámara autonómica tomó en consideración una iniciativa similar del Consell d'Eivissa para controlar la entrada de automóviles a la mayor de las Pitiüses.

Así lo ha anunciado este miércoles el presidente de la institución insular, el popular Llorenç Galmés, en una rueda de prensa en la que ha dado a conocer el Estudio de Carga de la Red Viaria de Mallorca, que revela que en 2023 entraron por los puertos de Mallorca un total de 379.000 vehículos, una cifra equivalente al 40% de los automóviles que tienen los residentes de la isla. Los ciudadanos isleños cuentan ya cuenta de por sí con una tasa de 900 coches por cada 1.000 habitantes, la más alta de España. El parque móvil se resiente sobre todo en verano, cuando la población llega a duplicarse.

La pasada legislatura, el entonces conseller de Movilidad e Infraestructuras, Iván Sevillano (Podemos), ya propuso limitar la entrada de vehículos de alquiler a Mallorca con el objetivo de modificar la política de movilidad y frenar los problemas de saturación que atraviesan las carreteras de la isla, donde las aglomeraciones y atascos forman parte del día a día de los ciudadanos, principalmente durante los meses de julio y agosto.

Dos de las medidas 'estrella' impulsadas por su departamento fueron el carril Bus-VAO -con los informes favorables de la Dirección General de Tráfico (DGT)- y la reducción de la velocidad máxima permitida en la autopista a 80 kilómetros por hora con el objetivo de mejorar la distribución del tráfico, incentivar el uso del transporte público en detrimento del vehículo privado y caminar hacia una movilidad más sostenible. Ambas se toparon con la crítica feroz del PP que, nada más acceder al poder a mediados del año pasado, iniciaron los trámites para eliminarlas. No solo eso. El pasado mes de agosto, el Consell anunciaba la incorporación de un nuevo carril de 800 metros, el cuarto, a la autopista del aeropuerto de Palma en aras a “desatascar la entrada” a la capital balear y “ganar en seguridad y fluidez”, lo que ha despertado las críticas de residentes y ecologistas.

En el caso de las medidas anunciadas este miércoles por Galmés, el presidente insular ha explicado que el Consell las elevará a la Comisión de Movilidad insular así como a la Mesa del Pacto por la sostenibilidad impulsada por el Govern para su debate y negociación. Después, el pleno insular dará luz verde a la proposición de ley que se elevará al Parlament para su aprobación, otorgando así al Consell la autoridad para limitar la entrada de vehículos. Se trata de una iniciativa similar a la ya aprobada anteriormente en Formentera y a la proposición de ley que se está tramitando para Eivissa.

El presidente del Consell ha explicado que concretar el límite de coches “tiene que salir del consenso”, tanto como con los agentes implicados como con los grupos políticos. Por ello, ha trasladado el estudio a los portavoces de los grupos en el Consell y se reunirá con ellos este jueves a fin de explicarles los datos y conclusiones del mismo.

Los números del techo vehicular

El estudio llevado a cabo define dos posibles cantidades de techo vehicular. El primero de ellos, más restrictivo, es de 834.263 vehículos. Atendiendo a este tope y teniendo en cuenta las cifras de la semana con mayor movilidad de 2023, sobrarían en la Isla unos 122.000 coches. La segunda propuesta se establece en 863.061 vehículo, de modo que se deberían restar unos 93.600 vehículos para no superar este límite.

Asimismo, el informe de carga propone que el pleno fije de forma anual o bienal un techo de vehículos que no paguen el impuesto de circulación en Baleares y lleguen por los puertos de Mallorca. De la misma manera, recomienda regular el número máximo de turismos dedicados al alquiler en la isla. Con respecto a la tasa para los coches que no tributen en las Islas será sólo en temporada alta. Por otro lado, ha subrayado la necesidad de “mejorar y ampliar” el transporte público ferroviario y de carreteras, un trabajo que, ha asegurado, está haciendo el Govern. Galmés ha recalcado que “el único proceso para hacer frente a la saturación” es negociar, dialogar y presentar una proposición de ley al Parlament para que esta institución dé la autonomía necesaria para que el pleno insular pueda fijar el tope de vehículos. Según ha dicho, la intención es aprobar esta medida “lo más rápido posible”, durante 2025.

Otras medidas recomendadas por el estudio de carga

Por su parte, el conseller insular de Territorio, Fernando Rubio, ha explicado durante la rueda de prensa que la medida principal es establecer restricciones en el acceso de vehículos, “priorizando a los residentes”. Además de implantar una tasa de circulación y limitar el número de coches de alquiler, el estudio propone ampliar la infraestructura ciclista, un plan de aparcamientos disuasorios-aprobado recientemente por el Consell-, crear planes de movilidad en los municipios y en los centros generadores de tráfico, impulsar iniciativas de movilidad colaborativa, como el coche compartido o el trayecto compartido, recuperar líneas ferroviarias como en el caso de la de Llucmajor e incrementar las frecuencias de bus o carriles para el transporte público.

En cuanto a las propuestas para puntos concretos de Mallorca donde se detecta más saturación, el informe plantea establecer medidas como la creación de buses lanzadera, aparcamientos disuasorios, restricciones de circulación, monitorización de la capacidad de coches en los aparcamientos o limitar el tráfico pesado. De este modo, ha señalado Rubio, algunos puntos como Sa Calobra o el Port de Sóller, donde hay problemas “claros” movilidad, una solución sería monitorizar las zonas para desviar el tráfico y evitar el colapso durante los meses de verano.