Yates y embarcaciones ilegales destrozan más que nunca las praderas de posidonia: “La situación es dramática”
La posidonia, considerada como el pulmón del Mediterráneo, se encuentra en estado crítico en la bahía de Sant Antoni de Portmany (Eivissa) debido a la proliferación descontrolada de embarcaciones que fondean sobre ella, una práctica que está prohibida según quedó regulado en el Decreto 25/2018, de 27 de julio, sobre la conservación de la Posidonia oceánica en las Illes Balears. La normativa prohíbe fondear sobre la posidonia, ya sea echando el ancla sobre ella o mediante la colocación de ‘muertos’ (estructuras de hormigón), una práctica que la daña profundamente.
El equipo de voluntarios de la asociación Salvem sa Badia, que trabaja para la conservación del ecosistema marino y promueve la concienciación y las buenas prácticas en el sector náutico, ha vuelto a denunciar “una situación dramática” para la pradera de posidonia de la bahía desde la segunda quincena de agosto, “que nunca se había registrado en temporadas anteriores”. “Desde finales de julio está siendo muy estresante. A principios de julio percibíamos que la mayoría de las embarcaciones estaban bien fondeadas y las que no, cuando le informábamos, movían su embarcación”, explica a elDiario.es la bióloga de la asociación, Verónica Planas.
Desde finales de julio, sin embargo, la situación ha cambiado. Salvem sa Badia afirma que cada vez llegan más barcos de chárteres ilegales que consideran que las buenas prácticas son “una molestia para su trabajo”, en palabras de Planas. “Encima que están haciendo un trabajo de forma irregular, no respetan la ley balear de protección de la posidonia”, lamenta la bióloga. Entre los requisitos que hay que cumplir, Planas recuerda que es obligatorio tener “un tanque de aguas negras”, que se tiene que vaciar en el puerto o bien a doce millas.
La bióloga Verónica Planas lamenta que cada vez llegan más barcos de chárteres ilegales que consideran que las buenas prácticas son “una molestia para su trabajo”
La bióloga destaca que para controlar que estos vertidos de fecales no terminen en el mar, una práctica muy común que daña el ecosistema marino, sería muy importante que las instituciones mantuvieran un seguimiento. “Hay países como Turquía en los que cada vez que utilizas el servicio de vaciamiento de las aguas sucias queda constancia de que lo has utilizado”, afirma Planas. “Si no lo has utilizado un mínimo de una vez al mes te multan”, añade. Todo depende, apuntan desde la asociación, de cuántos efectivos tiene la administración para realizar las tareas de vigilancia e inspección y cuánto dinero se comprometen a invertir. “Es un problema muy grave”, advierte Planas, en relación a la supervivencia de la posidonia y de la costa del mar balear. A estos problemas cabe mencionar también que la temperatura del mar está aumentando. Cuando se alcanzan los 29 o 30 grados, aumenta la mortalidad de la planta.
Los voluntarios de Salvem sa Badia han detectado la presencia de yates procedentes de Estados Unidos, Finlandia o Australia, que cuando son informados de que están incumpliendo la normativa balear que impide el fondeo sobre la posidonia, “manifiestan no tener conocimiento de esta cuestión”. “Sin embargo, otros patrones señalan que conocen la legislación, pero que las zonas de arena están llenas y no tienen otro lugar donde echar el ancla cerca del puerto, aunque ello suponga dañar a la pradera”, asegura la asociación Salvem sa Badia.
Otras entidades, como el grupo ecologista GEN-GOB, abogan por la reducción de la presión náutica. “Estamos perdiendo praderas de posidonia en ecosistemas clímax como Talamanca o Porroig. Recuperar lo que se pierde puede tardar siglos”, explica Xisco Sobrado, técnico del área marina del GEN-GOB. Y todo ello ocurre pese a que hay más vigilancia que nunca por parte de las administraciones. En el conjunto del archipiélago balear, 18 embarcaciones del Govern realizan exclusivamente tareas de vigilancia y asesoramiento, según informan fuentes de la Conselleria del Mar. Las mismas fuentes sostienen que el año pasado se vigilaron más de 120.000 embarcaciones, de las cuales unas 15.000 estaban fondeando de manera incorrecta. “Hay más vigilancia que nunca, pero la presión supera la vigilancia”, resume Núria Valverde, técnica del Servicio de Vigilancia de Posidonia del Govern en declaraciones a IB3 Ràdio.
Estamos perdiendo praderas de posidonia en ecosistemas clímax como Talamanca o Porroig. Recuperar lo que se pierde puede tardar siglos
Además de ofrecer información y asesoramiento, los navegantes poseen las cartas náuticas, así como la app del Govern que da información detallada sobre cómo y dónde fondear en aguas del archipiélago balear. Por el lado de las administraciones, se implementan campos de boyas ecológicas que pretenden eliminar los fondeos ilegales sobre posidonia. Está previsto que el Govern instale nuevos campos de boyas ecológicas en l’Illa de l’Aire (Menorca), Porroig (Eivissa), Cala d’Hort (Eivissa), Es Caló (Mallorca) y sa Foradada (Mallorca), que representan un total de 171 lugares de fondeo.
Porroig es, de hecho, una de las zonas ‘calientes’ del fondeo ilegal en las Pitiüses, donde fue detenido por la Guardia Civil hace unas semanas Evaristo Soler Cardona. Soler Cardona habría vuelto a cometer, presuntamente, un delito de odio (insultos homófobos a una pareja) y tiene una orden de alejamiento de la bahía como medida cautelar del juzgado a petición del Seprona. Además, está acusado de un delito contra el medio ambiente debido a los fondeos ilegales sobre la posidonia.
Los chárteres usan muelles ilegalmente
La asociación Salvem sa Badia también denunció que cada sábado los chárteres que operan ilegalmente en la zona -buena parte de ellos también fondean sobre la posidonia de forma reincidente- realizan la operación de salida y entrada de clientes “colapsando los muelles que habitualmente utilizan las golondrinas turísticas que transportan pasajeros de un lado a otro de la bahía”. La entidad añade que estos chárteres “no disponen de autorización para ello”.
“Tienes que declarar un puerto, pagar impuestos y hacer un contrato legal con cada cliente”, asegura la biólogo Planas, y añade que hay pocos patrones que tengan “la titulación para poder llevar personas dentro del barco de manera lucrativa”. “Una cosa es bajar a tierra a tus clientes para que vayan al chiringuito a comer y otra es hacer el check in y check out en un lugar público”, afirma la bióloga. Salvem sa Badia explica que en una de sus campañas de agosto, de las 12 embarcaciones que vieron sobre posidonia, diez eran chárteres.
Operativo contra las ilegalidades en el mar
Coincidiendo con las denuncias de la asociación de la bahía, la Conselleria del Mar encabezó el sábado 12 de agosto un operativo junto al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil y la Patrulla Fiscal y de Fronteras (PAFITE) contra el fondeo irregular y las actividades ilegales en el mar.
Durante la inspección se propuso que una docena de embarcaciones levantaran el ancla y cambiaran su ubicación, dado que se encontraban dentro de la zona reservada a los bañistas y otras cinco fueron instadas a cambiar su zona de fondeo, ya que se encontraban sobre posidonia. En total, se emitieron 13 actas de inspección, la mayoría de ellas relacionadas con la falta de documentación requerida para llevar a cabo la actividad de chárter náutico en las Balears, aunque también se registraron casos de fondeo sobre posidonia, falta de titulaciones náuticas obligatorias y ausencia de contratos de alquiler formalizados.
“Estamos actuando en contra de aquella gente que está fondeando allá donde no tiene que fondear”, declaró Vicente Roig (PP), alcalde de Sant Josep, durante la mañana en que se realizó la campaña. “Esta actuación es precisamente una de las primeras que haremos para defender estas zonas de baño y nuestras áreas de posidonia”, concluyó Roig. La Conselleria del Mar, en un comunicado, aseguró que planea continuar con inspecciones similares en otras zonas de las Balears, especialmente en áreas donde “la presión sobre el litoral puede ser significativa”.
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