P { margin-bottom: 0.21cm; }A:link { } Un apunte de Amparo Lasén sobre el concepto de “agencia compartida” que permite pensar la relación entre tecnología y política sorteando los dos esquemas convencionales: el de la neutralidad (“las tecnologías son herramientas que sirven para lo mejor y lo peor”) y el tecnodeterminista (“la primavera árabe o el 15-M son efecto de las redes sociales”).
Este apunte es un fragmento de la entrevista que le hice a Amparo en diciembre de 2009 sobre “cómo las nuevas formas de acción colectiva (por entonces el 13-M de 2004 o la V de Vivienda) desafían la lógica de la representación”. La entrevista ha sido publicada ahora entrevista que le hice a Amparo en diciembre de 2009(ilustrada, revisada y ampliada) en Fuera de Lugar. Conversaciones entre crisis y transformación. (ilustrada, revisada y ampliada)Fuera de Lugar. Conversaciones entre crisis y transformación
¿A qué llamas “agencia compartida”?
La idea de “agencia compartida” quiere evitar dos errores comunes. Por un lado, la idea de que las tecnologías son meros instrumentos pasivos que dejan las situaciones como estaban. Esta tesis afirma que el aspecto determinante es lo social, es decir lo que las personas quieren hacer y hacen, y que al final da un poco igual con qué lo hagan: antes se usaban las cartas y la imprenta, ahora los móviles o Internet. El otro error es el determinismo tecnológico: pensar que por el mero hecho de que una tecnología exista ya altera todo el ámbito de relaciones y de prácticas donde esa tecnología está presente. Sería pensar que como hay Internet y existen los móviles todo va a cambiar y todo ha cambiado. O que los medios por sí mismos van a generar transformaciones políticas.
Agencia compartida significa que las tecnologías no son instrumentos pasivos, sino que contribuyen a generar dinámicas, que nos hacen hacer ciertas cosas y que nosotros les hacemos hacer otras. Por ejemplo, los móviles no estaban hechos para comunicaciones públicas, ni para mandar mensajes a mucha gente. Los ingenieros los habían diseñado para comunicaciones interpersonales. Facebook no está pensado para que se organicen manifestaciones internacionales contra las FARC, sino para que las personas jóvenes se comuniquen entre sí. Esos usos los descubren y los inventan los usuarios. La gente está acostumbrada a usar la tecnología para ciertas cosas y de pronto le da una aplicación política o pública. Si tal o cual tecnología me conecta con amigos o con amigos de mis amigos, es decir con gente que yo no conozco, me puede servir igual para comunicarles mi enfado o mi indignación política y proponerles hacer algo.
El hecho de que haya tecnologías facilita ciertas cosas, dificulta otras, crea hábitos nuevos y hace olvidar otros antiguos. Es lo que llamo “procesos de subjetivación y desubjetivación”. Nos constituye como lo que somos y nos hace perder las formas que teníamos antes. En el caso de una investigación sobre el uso del móvil, preguntamos en las entrevistas: “¿cómo te organizabas antes, cómo te coordinabas con tus amigos, tu familia o tu pareja hace cinco o diez años?” La gente no se acuerda, usa el condicional (“pues supongo que lo hacía…”). O cambian las maneras en que nos comportamos en los espacios públicos, renovando o transformando las normas de etiqueta. Pero aparentemente tampoco nos hemos dado cuenta de esto. La gente se detiene hoy a hablar en la calle con el móvil en Inglaterra por ejemplo, cuando la práctica del espacio público allí es que la calle sea un espacio de tránsito y de circulación permanente donde nadie se pare.
Ni neutralidad ni determinismo: la tecnología nos hace hacer y nosotros la hacemos hacer.
Un artículo de Amparo Lasén sobre la práctica de las autofotos donde vuelve sobre el concepto de agencia compartida.
P { margin-bottom: 0.21cm; }A:link { } Amparo Lasén, socióloga ordinaria, profesora de sociología de la UCM, miembro del grupo de investigación Simetría Generalizada, es editora y co-autora de los libros: Cultures of Participation. Media Practices, Politics and Literacy, (Berlin, Peter Lang, 2011) y Mediaciones tecnológicas: cuerpos, afectos y subjetividades (Madrid, CIS, próxima publicación).