España y Ucrania acaban de firmar un acuerdo bilateral de seguridad. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, lo han firmado en Moncloa. Pero, ¿qué significa eso? ¿Qué implicaciones tiene? ¿Qué supone? El acuerdo es un memorando de entendimiento, lo que supone una declaración de intenciones conjunta, sin rango de tratado internacional, lo cual le permite a la parte socialista del Gobierno no llevarlo al Congreso de los Diputados, en contra de lo que reclamado por su socio de coalición, Sumar, y por otros grupos de la mayoría de investidura, como Podemos.
¿Entonces?
“El presente Acuerdo es un acuerdo no normativo que se rige por lo dispuesto en la Ley 25/2014, de 27 de noviembre, de Tratados y otros Acuerdos Internacionales”: es decir no tiene el rango de acuerdo internacional: “Las controversias que puedan surgir entre los Participantes por la interpretación o aplicación del presente Acuerdo se solucionarán mediante la negociación o las consultas entre los Participantes. Los Participantes podrán resolver el presente acuerdo en cualquier momento, informando al otro Participante mediante notificación por escrito con, al menos, seis (6) meses de antelación. La resolución del presente Acuerdo no afectará necesariamente a la ejecución de las actividades o proyectos en curso que se hubieran decidido antes de la fecha de resolución, salvo que alguno de los Participantes decida otra cosa”.
¿Cuál es su ámbito de aplicación?
De acuerdo con el texto difundido, “España y Ucrania profundizarán en su cooperación y asociación, que se sustentan en sus intereses comunes de defensa del Derecho internacional, el orden internacional basado en normas, la paz y la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales”.
Además, los dos países “profundizarán en su cooperación, en particular, para que Ucrania pueda defenderse de la agresión rusa e impedir futuras agresiones”.
España y Ucrania, además, “apoyarán la estabilidad económica, la reconstrucción, la resiliencia y el programa de reformas de Ucrania, y facilitarán la integración de Ucrania en la comunidad euroatlántica, en particular, en la UE y en la OTAN”.
“España está decidida a prestar apoyo a Ucrania durante el tiempo necesario, en coordinación con sus socios y aliados internacionales, para ayudar a Ucrania a defenderse, evitando así la posible escalada de la agresión en curso, restaurar su integridad territorial en los límites de sus fronteras internacionalmente reconocidas desde 1991, asegurar su futuro libre y democrático, permitir a Ucrania seguir prestando servicios a su pueblo, mantener operativa la economía ucraniana e impedir futuras agresiones rusas”, afirma el documento.
¿Apoyo en defensa? 1.000 millones españoles en 2024
España se compromete a proseguir “su cooperación militar para contribuir a que Ucrania pueda seguir ejerciendo su legítimo derecho de legítima defensa y para ayudarla a adaptar y modernizar sus fuerzas de seguridad y defensa, en estrecha cooperación con la Unión Europea y la OTAN”.
“En 2024, España aportará 1.000 millones de euros en concepto de apoyo militar”, dice el documento, que no concreta el desglose de esos 1.000 millones.
Además, el texto recoge que España seguirá contribuyendo a través del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz de la UE que, hasta ahora, ha comprometido unos 12.000 millones de euros en apoyo de las fuerzas de seguridad y defensa de Ucrania por parte de los 27.
El Consejo de la UE acordó hace dos meses, a mediados de marzo, contribuir con otros 5.000 millones de euros para el periodo 2024-2027 a través del Fondo de Asistencia a Ucrania, que forma parte del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz. De ese dinero, España suele aportar una décima parte, dado que se suele calcular en función del porcentaje de población de cada país de la UE.
Ucrania, por su parte, “conviene en que el apoyo militar prestado por España solo se utilizará en cumplimiento de la Carta de las Naciones Unidas y en estricta conformidad con todas las obligaciones pertinentes de Derecho internacional de ambos Participantes”.
España, además, “prestará apoyo para el fortalecimiento de la capacidad institucional de las instituciones de seguridad y defensa de Ucrania, en particular, mediante el asesoramiento en materia de gobernanza y políticas de defensa”.
¿Coaliciones de Capacidades?
“A través de las Coaliciones de Capacidades, como marco preferente, y fuera de este marco cuando proceda”, dice el documento, “España apoyará el desarrollo de las fuerzas de seguridad y defensa de Ucrania y canalizará la asistencia requerida, en particular, en los siguientes ámbitos: suministro de equipamiento militar moderno, dentro de los medios y capacidades disponibles, de los ámbitos terrestre, aéreo, marítimo, espacial y ciberespacial, priorizando las necesidades de capacidades clave de Ucrania; colaboración en la elaboración de conceptos y procedimientos operativos comunes, en particular, mejorando la interoperabilidad con nuestros socios europeos y euroatlánticos; y apoyo a la educación y la formación, en todos los ámbitos de las coaliciones de capacidades, en particular, en la formación de combate individual y colectiva, mediante, entre otros, programas de formación de formadores y formación técnica y logística en los sistemas proporcionados”.
Además, se incluye la “colaboración en la mejora del adiestramiento para el combate, incluida la transmisión de las lecciones aprendidas en el campo de batalla ucraniano y el establecimiento de indicadores de adiestramiento para el sistema actual; el apoyo a la formación médica y protésica, y continuación de la atención médica de los soldados ucranianos gravemente heridos; el apoyo a Ucrania en la gestión eficaz de los retos y amenazas relativos a su seguridad marítima, en el marco de la Coalición para la Capacidad de Seguridad Marítima; y la contribución al fortalecimiento de las capacidades ucranianas en materia de seguridad marítima, en particular, en el ámbito de las medidas contraminas y de la seguridad de las vías de comunicación marítima, esenciales para garantizar el tránsito seguro de los alimentos procedentes de Ucrania a todo el mundo”.
Seguridad y espionaje
España y Ucrania se comprometen a “cooperar en materia de comunicación estratégica y en la lucha contra la manipulación de la información, tanto rusa como de cualquier otro origen, con objeto de mejorar las capacidades de Ucrania para contrarrestar dichas actividades maliciosas, entre otras, las campañas de propaganda y desinformación”.
Madrid y Kiev, además, “proseguirán e intensificarán la cooperación entre sus respectivos servicios de inteligencia y contrainteligencia. Esto incluye, entre otras cosas, el refuerzo de la puesta en común de información e inteligencia, y el intercambio de buenas prácticas y lecciones aprendidas. España y Ucrania intensificarán la cooperación en el ámbito de la lucha contra el terrorismo internacional reforzando el intercambio de información y celebrando consultas y reuniones de trabajo periódicas, y adoptarán medidas para detectar los canales de financiación del terrorismo, en particular, los sistemas no bancarios o las criptodivisas”.
“ España y Ucrania colaborarán para que Ucrania pueda prevenir, detectar e interrumpir cualquier actividad de ciberagresión y ciberespionaje, mediante la prestación de asistencia técnica a Ucrania destinada a aumentar su resiliencia cibernética y proteger sus infraestructuras digitales esenciales de los ciberataques. Los Participantes colaborarán para que la Federación de Rusia y otros actores estatales y no estatales hostiles a los Participantes paguen un mayor coste por el uso irresponsable de las capacidades cibernéticas”, afirma el acuerdo.
Industria e inversiones en defensa
España y Ucrania han decidido crear “asociaciones más estrechas de las industrias de defensa en las que participen las industrias de defensa española y ucraniana”. Para ello, “España trabajará con Ucrania para reducir las actuales barreras a la cooperación y para fomentar el impulso de la producción de la industria de defensa de Ucrania cuando sea necesario, así como la asociación con empresas ucranianas, teniendo en cuenta sus intereses legítimos y la situación general de seguridad, en particular, estudiando oportunidades de producción conjunta”.
España, además, “cooperará con Ucrania para definir los posibles instrumentos de financiación necesarios para posibilitar el desarrollo de la base industrial de defensa de Ucrania, lo que podría incluir el análisis de vías para facilitar la inversión y la asistencia financiera españolas, en particular, en tiempos de guerra y de recuperación posbélica, teniendo en cuenta la Estrategia Industrial de Defensa Europea”.
Camino de la UE y la OTAN
“España cooperará con Ucrania para ayudarla a acometer las reformas que deba llevar a cabo para lograr sus aspiraciones europeas y euroatlánticas, en particular, apoyando su adhesión a la Unión Europea y la interoperabilidad con la OTAN”, afirma el texto: “Los Participantes se reafirman en que la seguridad de Ucrania es esencial para la seguridad euroatlántica y global. Los Participantes recuerdan que el futuro de Ucrania está en la OTAN y deciden coordinar y redoblar sus esfuerzos para apoyar la aspiración de Ucrania de adherirse a la OTAN en el futuro”.
Reconstrucción de Ucrania
España “se compromete a participar activamente en la recuperación y reconstrucción de Ucrania”. España “ha comprometido ya más de 400 millones de euros en préstamos y ayudas para apoyar la resiliencia social y económica de Ucrania y la reconstrucción del país, a través de instituciones multilaterales como el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, el Banco Mundial y el Banco Europeo de Inversiones. España contribuirá al desarrollo de la capacidad de protección de infraestructuras clave, a la resiliencia del país y a los proyectos de reconstrucción y rehabilitación de dichas infraestructuras. Los Participantes estudiarán la posibilidad de organizar programas educativos y de formación conjuntos destinados a especialistas en las materias de que se trate con el fin de intercambiar conocimientos y buenas prácticas y apoyar el acceso de los expertos ucranianos a los programas y proyectos internacionales que se lleven a cabo en su territorio o en el de países socios”.
¿Paz?
España y Ucrania dicen que “seguirán colaborando para lograr una paz justa y duradera, respetuosa con el Derecho internacional y con los principios y objetivos de la Carta de las Naciones Unidas, sobre la base de los principios de la fórmula para la paz de Ucrania”.
En este sentido, “España acoge con satisfacción la fórmula para la paz de Ucrania, así como la futura cumbre para la paz, que goza de un amplio apoyo internacional” y “en el marco de la especial relación que mantiene con sus socios europeos, mediterráneos, hispanoamericanos y africanos, entre otros, seguirá apelando a la comunidad internacional con el fin de alentar a otros países a apoyar activamente a Ucrania y a participar en la aplicación de su fórmula para la paz y, en particular, en la cumbre inaugural para la paz”.
“Los Participantes se reafirman en que la Federación de Rusia es la responsable de los daños y las pérdidas causados a personas, entidades y a la propia Ucrania en su territorio, y en que debe sufragar la reconstrucción a largo plazo de Ucrania”, dice el acuerdo: “Hasta que lo haga, de conformidad con el ordenamiento jurídico español y el Derecho internacional y de la Unión Europea, los activos rusos en territorio español permanecerán inmovilizados, tal y como exigen las sanciones europeas. España y Ucrania seguirán colaborando con terceros para crear un mecanismo de compensación mediante el que se compensen los daños, pérdidas y perjuicios provocados por la agresión de Rusia, y para estudiar vías legales, acordes con las obligaciones contractuales vigentes y el Derecho internacional y de la Unión Europea, por las que los activos rusos puedan utilizarse en beneficio de Ucrania”.
¿Futuros ataques?
España manifiesta que, ante nuevos ataques de Rusia, “proporcionaría a Ucrania seguridad inmediata y permanente, ayuda económica o material militar, en función de sus necesidades; requeriría el apoyo de la Unión a la imposición de los costes económicos y de otra índole a Rusia; y consultaría con Ucrania sus necesidades para hacer valer su derecho de legítima defensa consagrado en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas”.
“Para lograr la respuesta colectiva más amplia y eficaz a cualquier ataque armado que pueda producirse en el futuro, España y Ucrania podrán modificar las presentes disposiciones para adaptarlas a los mecanismos que Ucrania haya podido acordar con sus otros socios internacionales”, afirman los firmantes: “Los Participantes seguirán consultándose, según proceda, mientras persista la guerra de agresión de Rusia”.
¿Duración?
“El presente Acuerdo tendrá una validez de diez (10) años, contados desde la fecha de su firma”, afirma el documento: “Los Participantes tienen la intención de que el presente Acuerdo se mantenga en vigor hasta que Ucrania haga realidad sus aspiraciones euroatlánticas. Si Ucrania pasara a formar parte de la OTAN antes de que el presente Acuerdo se extinguiera, los Participantes decidirán sobre su vigencia”.
España y Ucrania “podrán acordar que el acuerdo se prorrogue mediante una notificación que deberá efectuarse, al menos, seis (6) meses antes de que concluya el plazo de 10 años. El presente Acuerdo podrá modificarse y ampliarse, también mediante anexos, con el consentimiento mutuo de los Participantes, que deberá otorgarse por escrito”.
El presente acuerdo entrará en vigor inmediatamente después de su firma, que se ha producido este lunes.