Tras el reciente desalojo de un edificio en la Universidad de Columbia, en Nueva York, la tensión se ha trasladado a la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), donde los estudiantes habían levantado un campamento en el recinto del campus, en protesta por la guerra de Gaza y el apoyo del Gobierno estadounidense a Israel. Más de un millar de personas se habían congregado en la UCLA y unas 200 han sido arrestadas después de que la Policía irrumpiera a primera hora del jueves en la acampada.
Horas más tarde, el presidente estadounidense, Joe Biden, se ha dirigido por primera vez a la nación desde la Casa Blanca y ha condenado la violencia en los campus de todo el país. “La protesta violenta no está protegida, la protesta pacífica sí. Es ilegal cuando se produce violencia. Destruir propiedades no es una protesta pacífica, es ilegal. El vandalismo, los allanamientos, romper ventanas, paralizar los campus, forzar la cancelación de clases y graduaciones. Nada de esto es una protesta pacífica”, ha afirmado.
En unas declaraciones de apenas tres minutos, recogidas por la Agencia EFE, el mandatario ha defendido el derecho de los estudiantes a manifestarse, pero ha subrayado que “debe prevalecer el orden”, después de algunos días especialmente tensos en varias universidades. Sin embargo, ha respondido a una pregunta de los periodistas descartando el envío de la Guardia Nacional a los campus, algo a lo que recurrió el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, para reprimir a los manifestantes de la Universidad de Texas en la ciudad de Austin.
En el campus de la UCLA, cientos de agentes antidisturbios irrumpieron antes de que saliera el sol, tras advertir repetidamente a los manifestantes a través de magáfonos de que lo harían si no levantaban el campamento. Las fuerzas de seguridad han respondido a la petición de ayuda del rector de universidad californiana, Gene Block. Antes de la irrupción policial, la UCLA advirtió a los estudiantes: “Si no os marcháis y os quedáis en el campamento o en tiendas y estructuras no autorizadas (...) vais a estar en contra de la ley y aquellos que elijan quedarse pueden hacer frente a sanciones”.
El periódico Los Angeles Times informa de que la actuación policial ha dado comienzo de madrugada, con el lanzamiento de bengalas sobre el campamento que provocaron fuertes explosiones; también fueron empleadas granadas aturdidoras y otras armas similares. Según Associated Press (AP), los agentes han quitado las barricadas que protegían la acampada y han empezado a desmantelar las tiendas y carpas, que ocupaban un área de dimensiones parecidas a las de un campo de fútbol. Pero muchos manifestantes no han querido abandonar el campamento y han ofrecido resistencia, algunos se han protegido con cascos y mascarillas frente a una posible carga policial con gases lacrimógenos. Otros han evacuado la zona con las manos levantadas y sin ofrecer apenas resistencia.
Los helicópteros han sobrevolado la zona, tal y como se podía escuchar en la retransmisión en directo de AP desde el campus, mientras los manifestantes seguían coreando lemas como “Free Palestine” (Palestina libre). En imágenes distribuidas por la agencia Reuters, se pueden ver las tiendas arrancadas del suelo y las carpas dañadas o desmontadas, y algunos de los agentes patrullando lo que hasta hace poco era la acampada de protesta.
Ayer, miércoles, se produjeron enfrentamientos violentos en este mismo lugar. Según Reuters, los choques fueron entre manifestantes propalestinos y un grupo de contramanifestantes proisraelíes, que intentaron levantar por la fuerza la acampada de protesta lanzando conos de tráfico, gas pimienta y tumbando barricadas. Las fuerzas de seguridad no intervinieron, tal y como han denunciado los estudiantes de la UCLA.
A raíz de ese incidente, la Policía desplegó un fuerte dispositivo el miércoles “debido a múltiples actos de violencia dentro del gran campamento en su campus”, según informó el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) en redes sociales. Las clases fueron suspendidas tanto el miércoles como el jueves.
En la Universidad de Wisconsin, en el norte de EEUU, también se produjeron incidentes el miércoles, cuando agentes de la Policía local entraron al campus universitario para desalojar el campamento que los estudiantes habían instalado en uno de los parques de la institución, según EFE. En videos publicados en la red social X, se puede ver cómo los estudiantes se enfrentaron a los agentes, que cargaban escudos antidisturbios.
A pesar de que la Universidad de Wisconsin advirtió de que levantar campamentos en el campus estaba prohibido, cientos de estudiantes decidieron reunirse desde el lunes en uno de los puntos principales del centro educativo.
En todo Estados Unidos, más de 2.000 estudiantes y otros manifestantes propalestinos han sido detenidos en varias universidades desde el pasado 18 de abril, de acuerdo con un recuento de AP.
1º de Mayo propalestino
Por otra parte, la exigencia de un alto el fuego en la franja de Gaza se tomó este miércoles la marcha con motivo del Día Internacional del Trabajo que se desarrolló en Hollywood, donde también se exigieron mejores protecciones para los empleados y la legalización para millones de indocumentados, informa la agencia EFE.
En las ciudades californianas de San Francisco y Oakland las manifestaciones por el Día Internacional del Trabajo también se fusionaron con las protestas propalestinas, donde “muchos” de los participantes dijeron a la televisora ABC San Francisco que “sería mejor gastar el dinero” que se invierte en la guerra para abordar “los problemas aquí en casa”.
Cientos de manifestantes se reunieron en Seattle donde se escuchó el rechazo al conflicto en la Franja de Gaza. “Me enferma ver este genocidio”, dijo Ken Workman, miembro del consejo de la tribu Duwamish al periódico Seattle Times. “Es lo mismo que nos pasó a nosotros como pueblos nativos”, reflexionó.
En Nueva York, el Foley Square, también conocida como Federal Plaza, recibió a cientos de manifestantes y trabajadores en apoyo a Palestina.
En Minneapolis, la organización Minnesota Immigrants Rights Action Committee realizó una convocatoria para marchar a favor de más protecciones para los trabajadores migrantes y contra la relación del estado y la ciudad con Israel.
“Seguimos esperando que Biden cumpla la promesa que hizo cuando llegó a la Casa Blanca”, dijo a EFE la guatemalteca Gloria Pérez, que participó en las manifestaciones de Los Ángeles.