Casi 900 detenidos en la tercera noche de disturbios en Francia
Al menos 875 personas han sido detenidas, 408 de ellas en París y su periferia interior, en la noche del jueves al viernes en Francia, la tercera consecutiva de disturbios tras la muerte de un joven en Nanterre por un disparo de la policía cuando trataba de huir de un control.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha dado esa cifra en un mensaje en su cuenta de Twitter y la relacionó con las instrucciones de “firmeza” que había dado.
Darmanin, que había desplegado 40.000 agentes para tratar de evitar que se reprodujeran los altercados, ha destacado que policías, gendarmes y bomberos tuvieron que “afrontar una violencia infrecuente”.
Según su departamento, 249 policías y gendarmes ha resultado heridos, aunque ninguno de gravedad, en los enfrentamientos con los jóvenes que han protagonizado las protestas ―buena parte de los detenidos tienen entre 14 y 18 años―.
Una vez más, el epicentro de las protestas ha sido la ciudad de Nanterre, en la periferia inmediata de París, donde ha sido incendiada una agencia bancaria y varios edificios públicos como escuelas y un centro de impuestos han sufrido serios desperfectos. También se han quemado 13 autobuses de la red metropolitana de París que estaban estacionados en un depósito de la ciudad de Aubervilliers, que han sido objeto de un ataque de varios individuos con cócteles molotov.
Pero la ola de violencia no se ha limitado a los barrios sensibles de la región de París, sino que también ha alcanzado a la capital, donde ha habido saqueos de comercios en el barrio de Les Halles, en el centro, y muchas otras ciudades. En varias localidades de Ile-de-France, los alcaldes han decretado toques de queda que van a estar en vigor hasta el final de la semana.
El jefe del Estado, Emmanuel Macron, debe presidir una célula de crisis que se celebrará a las 13.00 hora local a su vuelta de Bruselas, donde está participando en el Consejo Europeo, ha informado el Elíseo.
Ayer ya presidió una a primera hora de la mañana en el Ministerio del Interior con varios miembros de su Gobierno, empezando por la primera ministra, Élisabeth Borne. Macron había denunciado entonces unos disturbios “injustificables”.
Su ministro de Políticas Urbanas y Vivienda, Olivier Klein, ha hecho “un llamamiento a los padres” para que “esta noche no haya ningún chico en la calle” y evitar así que se reproduzcan de nuevo los altercados y enfrentamientos. Klein, antiguo socialista que entre 2011 y 2022 fue alcalde de Clichy-sous-Bois, una de las ciudades más pobres de la periferia de París conocida por haber sido la protagonista de la ola de disturbios de 2005, ha asegurado que “hay una movilización del Gobierno para que esto acabe” y que su mensaje es que “se ha entendido el enfado” pero que el estallido de violencia no arregla nada.
El policía autor del tiro mortal que acabó con la vida el martes del joven Nahel en Nanterre, cuando trataba de escapar de un control con un coche que conducía sin carné, ha pasado su primera noche en la prisión de la Santé de París, imputado por homicidio voluntario y su abogado ha anunciado que tiene intención de recurrir.
En declaraciones a la emisora France Info, el letrado, Laurent-Franck Liénard, ha insistido en que el agente pide perdón a la familia de Nahel, pero también que “estimó que lo que hizo era necesario en el momento en que lo hizo”. Por ello, va a solicitar que se levante la orden judicial que lo ha enviado a prisión.
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