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ANÁLISIS

Bloomberg se estrella en su debut: ganadores y perdedores del debate demócrata en Las Vegas

Mike Bloomberg haciendo campaña en Pensilvania

Carlos Hernández-Echevarría

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Si yo fuera Michael Bloomberg, en el minuto 5 de este debate habría abandonado el escenario para regresar a la comodidad de mis 60.000 millones de euros. Francamente, no había visto jamás una paliza de este calibre. El inicio de su noche se ha parecido mucho a la escena de 'Aterriza como puedas' en que los pasajeros hacen fila para abofetear a una persona que ha perdido los nervios. En realidad, no solo el inicio, toda la noche. Vamos con los ganadores y perdedores del debate de los candidatos demócratas en Las Vegas.

Ganadores

Elizabeth Warren. Las primeras palabras que la senadora ha pronunciado esta noche han sido un buen anticipo de lo que estaba por llegar: “Nuestro rival es un milmillonario que llama a las mujeres 'gordas' y 'lesbianas con cara de caballo'. Y no, no hablo de Donald Trump. Hablo de Michael Bloomberg”. Desde ahí, todo ha sido repartir: Warren se ha metido en mil peleas y las ha ganado casi todas. La fortaleza de la campaña de Bernie Sanders hace que lo tenga difícil porque los dos pelean por los votos del mismo sector del partido, pero desde luego su debate hoy ha sido brillante de principio a fin.

Uno de los enfrentamientos más sonados entre la senadora y el exalcalde de Nueva York ha sido cuando Warren le ha preguntado si estaría dispuesto a permitir que las mujeres que han firmado acuerdos de confidencialidad con él para mantenerse en silencio “por acoso sexual y discriminación en el trabajo” hablen para “conocer su versión. Visiblemente incómodo, Bloomberg ha respondido que tiene ”pocos“ acuerdos y que en ”ninguno“ es por acusaciones de hacer algo ”más allá“, ”quizás no les gustó un chiste que hice“, ha explicado.

En ese momento Warren le ha interrumpido para saber a cuántas mujeres se refiere y si permitiría que alzaran su voz para contar su verdad. “No, cuando firmaron el acuerdo decidieron permanecer en silencio por el interés de todo el mundo. Tienen que convivir con ello”, ha justificado Bloomberg.

“Esto no es solamente una pregunta sobre las actitudes de un alcalde, es sobre la elegibilidad. No vamos a vencer a Trump con un hombre que tiene quién sabe cuantos acuerdos de confidencialidad y un goteo de historias de mujeres que dicen que han sido acosadas y discriminadas”, ha zanjado la senadora por Massachusetts.

El “socialismo” de Bernie Sanders. Los demócratas han rechazado la etiqueta de 'socialista' durante tanto tiempo que aún me llama la atención ver cómo Bernie Sanders la luce y eso no le impide ir por delante en todas las encuestas. Frases como “tal vez es el momento de que la clase trabajadora tenga un poco de poder en vez de los donantes milmillonarios de Pete Buttigieg” demuestran que los argumentos “de clase” ya no son el tabú que fueron. A pesar del interés de ciertos candidatos en usar la palabra 'comunismo', ya a nadie le escandaliza que Sanders diga: “Señor Bloomberg, a lo mejor no fue usted el que hizo todo ese dinero. A lo mejor sus trabajadores jugaron un papel. Es importante que los trabajadores también compartan los beneficios”.

Pete Buttigieg. En una mala noche para los centristas, Buttigieg volvió a demostrar que se mueve bien en un debate. Para mantener sus opciones de ser “el candidato centrista” le viene bien la debacle de Bloomberg, la mala noche de Klobuchar y el hecho de que todo el mundo haya ignorado a Joe Biden como si ya se hubiera retirado. La entrada en escena de Bloomberg y la buena trayectoria de Sanders le han permitido situarse precisamente en el punto equidistante donde quiere estar: “No deberíamos tener que elegir entre el candidato que quiere quemar el partido y el otro candidato que quiere comprarlo”.

Perdedores

Mike Bloomberg. Para sus rivales era su noveno debate de las primarias y llevan haciendo campaña casi un año. Bloomberg anunció que se presentaba hace menos de tres meses después de estar 13 años fuera de la política. Todo eso se nota mucho. Ayer recibió de absolutamente todos los candidatos y quedaron a la luz sus enormes puntos débiles: sus declaraciones machistas, sus políticas racistas, sus prácticas empresariales más oscuras... todo mientras él balbuceaba en sus respuestas e intentaba concentrarse en atacar a Trump. Spoiler: eso funciona mejor cuando lo explicas tranquilamente en tu publicidad y no tienes a tus rivales, que te odian, gritándote en la oreja.

Amy Klobuchar. Tas dar la sorpresa en las primarias de New Hampshire tenía una oportunidad, pero no la ha aprovechado. Sus intervenciones han sonado forzadas y demasiado ensayadas, muy lejos de su tono de los últimos tiempos. Quien quiera votar a un moderado ha tenido mejores opciones sobre el escenario. Quien quiera votar por una mujer sin duda ha visto a Elizabeth Warren mucho mejor. E incluso si quieres a un centrista con experiencia, Biden ha sido mucho más convincente. Klobuchar ha tenido una mala noche y no sé cuántas se puede permitir.

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