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El Brexit rompe los ejes tradicionales de la política británica

Los once miembros del recién creado Grupo Independiente posan este miércoles para la prensa.

Javier Biosca Azcoiti

“Politics is broken” (la política se ha roto). Es la base del nuevo Grupo Independiente surgido en el Parlamento británico y compuesto de momento por ocho laboristas y tres tories que reniegan de sus antiguas formaciones. El Brexit, como no podía ser de otra forma, ha jugado un papel fundamental en romper la política tradicional de partidos en Reino Unido.

La salida del bloque comunitario ha convertido la ruidosa Cámara de los Comunes en una realidad bidimensional. En la superficie juegan los partidos políticos, pero en el fondo luchan los defensores de un Brexit duro, los más moderados y los contrarios a la salida. Se reparten entre todos los partidos y ya no se sabe si los clásicos abucheos y pataleos en la Cámara vienen de tu propia bancada.

El recién creado Grupo Independiente nació a principios de semana con siete parlamentarios laboristas –Luciana Berger, Ann Coffey, Mike Gapes, Chris Leslie, Gavin Shuker, Angela Smith y Chuka Umunna–, a quien posteriormente se unió una octava, Joan Ryan. Entre sus razones: que el partido liderado por Jeremy Corbyn es “racista”, “antisemita” y “cómplice en la facilitación del Brexit”.

Este miércoles se unieron a ellos tres parlamentarios conservadores: Sarah Wollarton, Heidi Allen y Anna Soubry. Las tres parlamentarias tories han señalado que no pueden pertenecer a un partido cuyas políticas y prioridades están controladas por el llamado European Research Group (ERG), euroescépticos duros, y el ultraconservador Partido Unionista Democrático.

“El Brexit ha redefinido el Partido Conservador, deshaciendo todos los esfuerzos para modernizarlo”, señalan en su carta a la primera ministra. “Se ha producido un deprimente fracaso a la hora de enfrentarse a la línea dura del ERG que opera abiertamente como un partido dentro de un partido, con su propio líder, disciplina de voto y su propia política”, añaden.

“Esto confirma la tesis de que el Brexit está cambiando los esquemas políticos en Reino Unido, aunque no es algo nuevo que haya surgido ahora. Tanto el Partido Laborista como el Partido Conservador aglutinan a mucha gente que es euroescéptica y que quiere salirse de la UE y gente que quiere quedarse”, afirma Blas Moreno, codirector de El Orden Mundial. “Esas tensiones, más que las diferencias ideológicas entre los dos partidos, son realmente el eje divisor que ha definido la política británica en los últimos años”, añade.

Moreno cree que la creación del Grupo Independiente, que este miércoles ya se ha sentado junto en el Parlamento, “es importante por lo que simboliza, pero no por lo que supone a nivel práctico” y cree que puede arrastrar a más parlamentarios laboristas, pero no muchos conservadores.

“No hay tantos tories que estén a favor de quedarse en la UE o de un segundo referéndum. Si que podrían arañar mucha más gente en el Partido Laborista porque no solo hay divisiones en el tema del Brexit y el referéndum, sino que hay problemas más graves que tienen que ver con la posición de Corbyn en el liderazgo del partido. Entienden que su posición es demasiado a la izquierda”, afirma. “El Brexit ha puesto la guinda, pero la crisis se venía fraguando desde hace tiempo”, añade.

Los bloques invisibles del Parlamento

Un análisis de The Guardian confirma la ruptura que el Brexit ha generado en la política tradicional de partidos. El diario británico ha seleccionado 10 votaciones clave del Brexit y ha agrupado a los parlamentarios según sus votos. Un gráfico une a unos diputados con otros si estos votan lo mismo, independientemente de su partido. El resultado son cuatro grandes bloques: los que votan lo que determina el liderazgo laborista, los que hacen lo propio con el conservador, los eurófilos y los eurófobos.

La información de The Guardian comienza con la votación de diciembre de 2017 en la que la Cámara de los Comunes votó a favor de una enmienda laborista para obligar al Parlamento a votar el acuerdo final alcanzado por la primera ministra Theresa May en Bruselas. Las tres parlamentarias conservadoras que se han unido al Grupo Independiente votaron con los laboristas.

En las siguientes votaciones se puede observar como los 11 miembros que actualmente han renegado de sus partidos (ocho laboristas y tres tories) se salen siempre de los dos grandes bloques establecidos por sus partidos. “Las tensiones en los dos partidos ya venían de antes, pero el Brexit es lo que lo rompe todo definitivamente y dibuja dos mitades en ambos partidos entre los que quieren quedarse en la UE o al menos apoyan un segundo referéndum y aquellos que defienden la salida en alguna de sus formas”, explica Moreno.

El Grupo Independiente de 11 parlamentarios ha sido el primero en darse cuenta de esta realidad bidimensional existente en la Cámara de los Comunes y han expresado su deseo de constituirse en un partido político formal para saltar de la segunda a la primera dimensión y sacar beneficio político.

“Creemos que ninguno de los partidos políticos de hoy es capaz de proporcionar el liderazgo y la dirección que necesita el país”, señalan en su carta fundacional. “Nuestro objetivo es llevar a cabo políticas no motivadas por ideologías, tomando una perspectiva a largo plazo de los desafíos del siglo XXI de acuerdo con el interés nacional en lugar de quedar bloqueados en la vieja política del siglo XX”, añade.

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