Gritos, discursos, momentos simbólicos y fuego: las protestas contra la violencia policial en EEUU, en imágenes
La mecha se encendió hace una semana. El “no puedo respirar” de George Floyd, bajo la rodilla del policía que lo asfixió en Minneapolis el 25 de mayo, fue la chispa que avivó la llama. Desde entonces, se ha convertido en el grito de rabia y frustración que ha impulsado una ola de protestas en Estados Unidos contra el racismo y la violencia policial contra las personas negras.
Esas tres palabras, I can't breathe, han ocupado pancartas, incluso mascarillas – en un momento en el que EEUU continúa lidiando con la pandemia de COVID-19 –, junto al célebre eslogan “Black lives matter” [las vidas negras importan] y consignas como “Justicia para George Floyd” en un estallido social que muchos comparan con el que se produjo en 1968, tras el asesinato del histórico líder afroamericano Martin Luther King.
Desde la semana pasada, Minneapolis y distintos puntos a lo largo y ancho del país han sido escenario de marchas pacíficas para denunciar la brutalidad policial y la profunda discriminación que sufren las personas negras. Pero también de disturbios, enfrentamientos e incendios, normalmente cuando cae la noche. La tensión crece conforme pasan los días, retroalimentada por actuaciones policiales muy cuestionadas y un discurso criminalizador desde la Casa Blanca.
Las protestas han estallado en al menos 140 ciudades estadounidenses desde la muerte de George Floyd, según el recuento de The New York Times. Al menos 4.400 personas han sido detenidas durante esta semana, según The Associated Press.
Este domingo se vivió la sexta jornada de movilizaciones. Unas cuarenta ciudades impusieron toques de queda y varios gobernadores movilizaron a la Guardia Nacional, pero eso no disuadió las protestas generalizadas en ciudades de todo el país. En ciudades como Nueva York, Chicago, Filadelfia y Los Ángeles, la Policía lanzó gases lacrimógenos y balas de pimienta para tratar de dispersar a las multitudes.
El día fue en gran parte pacífico con cientos de miles de personas congregadas en todo el país para condenar el racismo y vecinos unidos para evitar los saqueos en un intento de que la violencia no eclipse las demandas de justicia y cambio que persiguen las protestas.
En Nueva York, agentes de la Policía se arrodillaron o alzaron sus puños al paso de las manifestaciones, en un gesto de solidaridad hacia las protestas. L os manifestantes los vitorearon y l os agentes, con la cabeza gacha, se unieron para leer los nombres de hombres y mujeres negros a los que ha matado la Policía, según recoge EFE. Después se pudo ver a los manifestantes y a los policías dándose la mano y abrazándose. En Florida, un grupo de agentes también se arrodilló en solidaridad con los manifestantes. Escenas similares se han vivido en Portland y en Boston.
En Minneapolis, epicentro de las protestas, una gran manifestación de miles de personas reclamó la detención de los tres expolicías que quedan libres implicados en la muerte de George Floyd. La marcha, pacífica, estuvo marcada por el intento de una persona que conducía un camión cisterna de embestir a las personas que protestaban. Lograron salir corriendo y el conductor, según anunció la Policía, fue detenido.
Tras la marcha, un último grupo de manifestantes quedó en las calles de Mineápolis y a medida que se acercaba el toque de queda del domingo por la noche, se registraron pequeños enfrentamientos entre la policía y los manifestantes que contrastaron con lo ocurrido el sábado, cuando policías y militares utilizaron la fuerza para dispersar las protestas. Pero pocas personas desafiaron el toque de queda al final. Unas 150 personas fueron arrestadas.
Más tensa fue la noche en Washington, donde varios manifestantes desafiaron la orden de irse a partir de las 23 horas. Se encendieron hogueras en las zonas adyacentes a la Casa Blanca y también se incendiaron comercios. El centro de la capital estadounidense ha amanecido este lunes con vidrios rotos, puertas destrozadas, pintadas contra Trump y a favor del movimiento Black Lives Matter.
En Nueva York, las protestas mayoritariamente pacíficas dieron paso a disturbios por la noche, cuando en diferentes puntos y en especial en una zona comercial del Bajo Manhattan, pequeños grupos destrozaron escaparates y saquearon tiendas. Unas 400 personas han sido arrestadas.
Las actuaciones de la Policía han sido también muy criticadas en los últimos días, con dudosas prácticas como vehículos patrulla embistiendo a manifestantes y placajes por la espalda así como el uso de gas pimienta contra manifestantes con las manos en alto o disparos de balas de goma a la cara, informa EFE.
Por su parte, el presidente Donald Trump ha tachado de “débil” la respuesta de los gobernadores del país ante las protestas y disturbios y les ha exigido mano dura.
En Phoenix, Albuquerque y otras ciudades miles de personas marcharon pacíficamente. Algunas de ellas pidieron el fin de los incendios y los saqueos, asegurando que debilitan las demandas de las movilizaciones. “Siguen matando a nuestra gente”, dijo a AP Mahira Louis, de 15 años, que marchó con su madre y varios cientos más en una protesta pacífica por el centro de Boston. “Estoy muy harta y cansada”.
“Aunque no tolero la violencia, esto ha encendido una llama que se ha estado gestando durante generaciones. Lo que necesitamos es curar las llagas del racismo que han estado supurando y carcomiendo el alma de América”, ha dicho en Twitter Martin Luther King III, activista por los derechos humanos e hijo de Martin Luther King. Hace unos días, también citó a su padre: “Los disturbios son el idioma de los no escuchados”. Es uno de los numerosos defensores de derechos humanos que han condenado el trato de la policía a Floyd.
También se ha vuelto viral el discurso de la activista Tamika Mallory en una de las marchas de Minneapolis, en el que expresó su indignación ante quienes se ofenden más por las tiendas saqueadas que por los muertos por la violencia policial. “No me importa si incendian Target porque Target debería estar en las calles con nosotros pidiendo la justicia que nuestra gente merece”.
La llama contra el racismo y la violencia policial no se ha extendido solo por Estados Unidos. Ya ha traspasado fronteras. Ha habido protestas en Londres, Alemania, Dinamarca, Canadá, Italia, Nueva Zelanda, Suiza, Australia en un gesto de solidaridad. Los mismos gritos que comenzaron en Minneapolis ya resuenan alrededor del mundo: “Las vidas negras”, “justicia”, “no puedo respirar”.
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