Banalización de la violencia policial, guerra contra Twitter y coronavirus: Trump se mete en una tormenta perfecta
Mientras Estados Unidos rompe la barrera de las 100.000 muertes por coronavirus y Minneapolis arde por las protestas contra el racismo y el abuso policial, el presidente Donald Trump ha iniciado una guerra contra Twitter, ha intensificado sus ataques a China por el origen del virus; y ha amenazado a los manifestantes en Minneapolis con disparos y más fuerza policial, además de atacar a su alcalde.
La bola de nieve empezó con una frase: “Obtén información fehaciente sobre el voto por correo”. Por primera vez en la prolífica carrera tuitera del presidente, la red social ha desmentido a Trump, que intenta equiparar el voto por correo con el fraude electoral. Aquella frase enfureció al presidente, que acusó a la red social de limitar la “libertad de expresión” y de “interferir en las elecciones presidenciales de 2020”. Dos días después, el presidente firmó a golpe de ira una orden ejecutiva que retira determinadas protecciones legales a las redes sociales sobre el contenido que suben en ellas sus usuarios.
El fundador y consejero delegado de Facebook, Mark Zuckerberg, ha entrado en el debate sobre la regulación de los contenidos en la red social: “Nosotros tenemos una política diferente a la de Facebook en este tema. Creo firmemente que Facebook no debería ser el árbitro de la verdad sobre todo lo que dice la gente online”. Posteriormente, el consejero delegado de Twitter, respondía a Zuckerberg: “Esto no nos convierte en 'árbitros de la verdad'. Nuestra intención es relacionar declaraciones contradictorias y mostrar la información en cuestión para que la gente juzgue por sí misma”.
A finales de marzo, Twitter bloqueó tres vídeos del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en los que aparecía animando a la gente a trabajar y hablando sobre el uso de la cloroquina. En un comunicado, la red social indicó que había ampliado sus reglas para excluir contenido que contradiga la información y orientación de las autoridades sanitarias que “puedan colocar a las personas en mayor riesgo de transmitir la COVID-19”.
“Las plataformas online están participando en una censura selectiva que daña nuestro discurso nacional. Decenas de miles de estadounidenses han denunciado, entre otros comportamientos preocupantes, marcar contenido como inapropiado aunque no viola ninguna de las condiciones de servicio declaradas; hacer cambios sin anunciar y sin explicar sobre la política de uso que desfavorecen determinados puntos de vista; y eliminar contenido y cuentas sin aviso, justificación y recurso”, sostiene la orden ejecutiva del presidente.
Desde que Trump ha sido desmentido en público por la red social, el presidente ha seguido tuiteando y equiparando el voto por correo con el fraude electoral, pero sus tuits no han ido acompañados de ningún mensaje adicional de la red social. Además, el presidente ha elevado el tono y ha utilizado un discurso más combativo. Incluso ha señalado personalmente a un empleado de la empresa como el culpable e insiste en que el voto por correo es un fraude que “acabará con el gran Partido Republicano”.
“Cuando empiezan los saqueos, empiezan los disparos”
El asunto escaló todavía más este viernes cuando Twitter ocultó (no eliminó) un tuit del presidente por incumplir las reglas “relativas a glorificar la violencia”. La publicación no ha sido eliminada porque puede considerarse de interés público al pertenecer al presidente de EEUU. El tuit se puede ver haciendo click sobre el mensaje de advertencia de la red social: “Cuando empiezan los saqueos, empiezan los disparos”, advierte.
Algunos percibieron el mensaje como una sutil amenaza dirigida a los “matones” que se manifestaban en Minneapolis por tercer día consecutivo contra el racismo y el abuso policial que esta semana se ha cobrado una nueva víctima mortal. Las protestas estallaron el lunes, cuando George Floyd, afroamericano, murió tras ser asfixiado por el agente que le detenía.
Floyd estaba inmovilizado, pero el agente mantuvo durante aproximadamente cinco minutos la rodilla presionada sobre su cuello. La gente grababa y denunciaba la acción del policía, que no le retiró la rodilla ni para tomarle el pulso cuando parecía que el Floyd ya no respondía. Sus grito de auxilio, “no puedo respirar”, se ha convertido en el lema de las protestas. La noche del jueves, los manifestantes prendieron fuego a varios edificios, entre ellos la comisaría de policía.
El presidente alega que la frase censurada por Twitter no es una amenaza: “Es un hecho, no una declaración. Es muy simple, nadie debería tener ningún problema con esto más allá de los 'haters'”. “El saqueo lleva a disparos, por eso un hombre murió disparado en Minneapolis el miércoles por la noche”.
“No me puedo quedar mirando lo que pasa a una gran ciudad estadounidense, Minneapolis. O el muy débil alcalde de la izquierda radical, Jacob Frey, se organiza y controla la ciudad o enviaré a la Guardia Nacional y haré el trabajo bien hecho”, añadió el presidente. A la mañana siguiente, Trump informaba: “La Guardia Nacional ha llegado a la escena. Están en Minneapolis completamente preparados”.
La respuesta de Frey a los incidentes ha sido bien diferente: “Lo que hemos visto en los últimos días es el resultado de mucha ira y tristeza acumulada y arraigada en nuestra comunidad negra, no solo por cinco minutos de horror, sino por 400 años. Si sientes esa tristeza y enfado no solo es comprensible, es correcto”, ha afirmado entre lágrimas.
El alcalde también ha respondido a las acusaciones del presidente: “Debilidad es negarse a asumir la responsabilidad por tus acciones. Debilidad es señalar a otra persona durante un momento de crisis. Donald Trump no sabe nada sobre la fortaleza de Minneapolis”. En otra ocasión, Frey había pedido ante las cámaras el arresto del policía en cuestión: “Si ustedes o yo lo hubiéramos hecho, estaríamos ahora mismo entre rejas”.
Nuevos ataques a China
Trump ha aprovechado el encontronazo con Twitter para lanzar nuevos ataques sobre china. “Twitter no está haciendo nada con todas las mentiras y la propaganda lanzada por China o el Partido Demócrata de extrema izquierda. Han atacado a los republicanos, a los conservadores y al presidente de EEUU”.
Twitter si ha tomado acciones con algunas de las mentiras lanzadas desde china. El pasado 13 de marzo, Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Exteriores chino, afirmó en la red social que “podría haber sido el ejército de EEUU quien llevase la epidemia a Wuhan”. Ahora el mensaje va acompañado del mismo aviso que acompaña a los tuits del voto por correo de Trump.
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