Heinz Bierbaum (nuevo presidente del PIE): “La transformación ecológica no es modernizar el capitalismo, sino superar sus límites”
¿Puede haber transición ecológica dentro de los límites del capitalismo? ¿Es reformable la Unión Europea? ¿Cómo se combate la ola de extrema derecha europea? ¿Se pueden ampliar las alianzas? ¿Por qué se ha retrocedido en las últimas elecciones europeas? Son algunos de los debates que ha abordado el Partido de la Izquierda Europea (PIE) en Benalmádena (Málaga), durante su congreso, en el que ha elegido un nuevo presidente, el alemán de Die Linke Heinz Bierbaum (73 años) para relevar al alemán de Die Linke Gregor Gisy (71 años).... Y en el que se ha estrenado una nueva versión del Bella Ciao, flamenca, de Juan Pinilla y Amparanoia.
El PIE engloba a organizaciones a la izquierda de la socialdemocracia –IU, Syriza, Bloco de Esquerda– que se reúnen en el grupo de la Izquierda Unitaria del Parlamento Europeo –GUE/NGL–, si bien hay miembros de este grupo parlamentario –Podemos, Francia Insumisa, PCP– que no forman parte del PIE.
“Hay dos objetivos cruciales en el PIE”, reconoce en una conversación con eldiario.es Heinz Bierbaum, elegido presidente con el 66% de los votos este domingo en una votación en la que no había candidato alternativo: “Fortalecer el perfil político del PIE y fortalecer la cooperación entre las fuerzas de izquierdas: el PIE sólo representa una parte de la izquierda europea, y fuera están Podemos, el PTB, la Francia Insumisa... que no quieren ser miembros, y tenemos que fortalecer la cooperación con ellos”.
¿Habría que refundar el PIE para poder incorporar a quien está fuera? “No es necesario refundar el PIE, el problema es que es una organización paraguas, no es un partido, y no será posible. Pero sí puede ser un poco más partido, con más actividad política, un perfil político mejorado sirve. Y creo que con Podemos y los otros tenemos muchos puntos en común y una base para la cooperación”.
El PIE es el único partido europeo que no reúne al conjunto de su familia política y que no es gemelo del grupo parlamentario en la Eurocámara. “Por eso pusimos en marcha el Foro Europeo, cuya tercera edición se celebró en octubre en Bruselas, con Verdes, socialdemócratas, sindicatos... Es un objetivo fundamental para el futuro. No creo que sea tan importante que estén todos en el PIE, es más importante una cooperación continua, por eso creo que el Foro Europeo es una oportunidad, hay que buscar formas para una cooperación continua”.
Heinz Bierbaum, economista, es un dirigente de Die Linke conectado con el sindicato IG Metall, habla cinco idiomas y ha colaborado con CCOO en Catalunya y otras centrales sindicales y comités de empresas europeos. Die Linke es el resultado de la fusión del ASWAG de Oskar Lafonatine escindido del SPD y el PDS del Este de Alemania. Y si hasta ahora el presidente del PIE era Gregor Gisy, que venía del PDS, el relevo lo toma Bierbaum, que viene del ASWAG: hombre, alemán y de más de 70 años releva a otro hombre, alemán, de más 70 años.
“Gisy no quería continuar”, responde Bierbaum, “había otras propuestas, pero no había consenso... Había partidos que me vieron como posibilidad y por eso he decidido dar el paso”.
Durante el proceso precongresual hubo organizaciones que buscaron, como ocurre en el Partido Verde Europeo o en el GUE, el modelo de copresidencias paritarias y que la mujer fuera del sur, pero finalmente entraron en juego los vetos y Die Linke ganó el pulso con un tercio de la organización en contra: la votación del presidente ha sido una de las que más votos contrarios ha concitado durante el fin de semana.
“Es un gran reto”, dice Bierbaum, “estoy convencido de que nos encontramos en una situación crítica porque hemos sufrido una derrota clara en las europeas, con algunas excepciones. Pero somos una fuerza de la izquierda que cuenta en Europea, el problema es que no fuimos capaces de presentarnos como fuerza política alternativa fuerte y creíble. Por eso tiene que haber una evolución crítica. Este congreso es una oportunidad para reflexionar”.
Uno de los debates que atraviesan a la izquierda europea es cómo relacionarse con la arquitectura institucional de la UE: “La cuestión es siempre si es posible reformar la UE o no. Creo que todos y todas están convencidos que los tratados no son una base para construir una Europa democrática, social, pacífica y ecológica, y por eso hay que modificarlos. La cuestión de si es reformable o no es abstracta. Es más importante cambiar el clima político como condición para otra Europa. No es posible esperar hasta que se puedan cambiar los tratados, hay que afrontar la situación como es”.
Sobre otros asuntos sí hay más consenso político: “Estamos todos en contra de las políticas de austeridad, neoliberales, necesitamos inversiones públicas, tenemos grandes retos con los problemas ecológicos con el cambio climático... Tiene que haber otra política financiera, un control democrático de los mercados financieros y estamos convencidos en que hay que cambiar la política del Banco Central Europeo, que tiene que asumir una responsabilidad para el desarrollo económico y creación del trabajo”.
Bierbaum reconoce que “el reto más importante para mejorar el perfil político del PIE es la transformación ecológica de la economía. Tenemos los desafíos del cambio climático, que pasan por un cambio en la manera de producir, por eso para la izquierda es importante conectar la dimensión ecológica con la social. Pero no es suficiente modernizar la producción capitalista, queremos superar los límites. Esa es la diferencia con los verdes. No se trata de la renovación capitalista, sino de superar los límites del desarrollo capitalista”.
El PIE también ha elegido al resto de la dirección, con el 75% de los votos, compuesta por los seis vicepresidentes: Maite Mola, de relaciones internacionales (IU); Anna Mikkola, de campañas y comunicación externa (Alianza de Izquierda finlandesa); Pierre Laurent, del Foro Europeo (PCF); Natassa Theodorakopoulou, de comunicación interna (Syriza); Margarita Mileva, para Europa central y oriental (Izquierda Búlgara); y Paolo Ferrero, para la Fundación Transform (Rifondazione Comunista).