La primera muerte de una mujer por un aborto casero en Argentina tras el rechazo del Senado desata nuevas protestas
Una mujer de 34 años ha muerto en Argentina por una infección tras interrumpir su embarazo con un tallo de perejil. Es la primera mujer que fallece por un aborto clandestino después del 'no' del Senado argentino al proyecto de ley que lo despenalizaba hace menos de una semana y ha desatado nuevas protestas en las calles contra los riesgos para las mujeres del aborto clandestino.
Liz (nombre ficticio), que tenía un hijo de dos años, murió en el Hospital de General Pacheco en Buenos Aires. Según informa el diario Clarín, fue internada de urgencia el domingo con un cuadro infeccioso general y los médicos le extrajeron el útero para que la infección no continuara avanzando. Pese a ello, falleció de madrugada, después de haber sido derivada al Hospital de Pacheco para permanecer en terapia intensiva.
El martes por la tarde se convocó un “Pañuelazo contra el aborto clandestino” frente al hospital donde murió la mujer. La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito ha emitido un comunicado de repulsa: “Cada muerta y presa por abortar es responsabilidad del Poder Ejecutivo Nacional y de lxs 40 senadoras y senadores, integrantes del Poder Legislativo, que se abstuvieron o votaron en contra de nuestro derecho a la vida”, afirman en un texto en el que responsabilizan también a las autoridades provinciales. “La clandestinidad no salva ninguna vida. La clandestinidad mata”.
El Senado rechazó el pasado 9 de agosto la ley que pretendía permitir el aborto libre durante las primeras 14 semanas de gestación. 38 legisladores votaron en contra, frente a los 31 que apoyaban el proyecto y las 2 abstenciones.
Actualmente, las mujeres argentinas solo pueden interrumpir su embarazo en caso de violación o de riesgo para su vida. El proyecto que ha sido rechazado, muy parecido a la ley española, establecía el aborto libre en las primeras 14 semanas. Además, garantizaba el acceso al aborto en el sistema sanitario público.