La Embajada de España en Suecia, tal y como desveló eldiario.es, filtró por error el pasado viernes un archivo PDF de 690 páginas con información personal de los españoles residentes en este país. El hecho supuso la difusión pública de números de pasaporte, teléfonos, direcciones de residencia, correos electrónicos o fechas de nacimiento. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha decidido poner cartas sobre el asunto y abrir una investigación sobre el caso, según ha podido confirmar este diario.
Fuentes de la AEPD confirman, además, haber recibido hasta el momento “multitud de denuncias” de los españoles afectados —más de 5.000—, que “sin duda” esperan “una respuesta inmediata y contundente” del organismo responsable.
Por su parte, la embajada ha vuelto a enviar un correo electrónico a todos los afectados por las filtraciones, donde explica detalladamente la sucesión de los hechos ocurridos el pasado viernes, 24 de noviembre, y achaca las causas a “un error del personal”.
El texto, al que ha tenido acceso eldiario.es, exime de toda responsabilidad al Consejo de Residentes Españoles (CRE) y a su consejera, Elena Prats, que no tuvo nada que ver con el envío del documento en cuestión. “Si no fuera por mi insistencia, la embajada española en Suecia no hubiera hecho nada por salvaguardar mi imagen y mi honor”, sostiene Prats. “¿Cómo puede ser que los datos se puedan transferir por errores humanos de un sólo click”?
“El mensaje electrónico original de Elena Prats contenía únicamente un texto invitando a participar en una consulta sobre la eventual creación de un aula ALCE (Aulas de Lengua y Cultura Españolas) a través de un cuestionario ”on-line“, cuyo hipervínculo se incluía en el cuerpo de mensaje. El mensaje de Elena Prats no contenía anexo alguno. Dicho mensaje, a petición del CRE, fue reenviado por la Embajada y fue en este reenvío cuando se adjuntó, por un error del personal de la Embajada, el documento PDF”.
Fuentes del Ministerio español de Asuntos Exteriores han asegurado a este medio “estar al tanto de lo sucedido y mantener un contacto activo con la embajada”. Además, confirman que el órgano público responsable de la filtración “está tomando las medidas necesarias para evitar que vuelvan a producirse errores de este tipo”. “Con el fin de dar solución al problema, se está atendiendo personalmente a todos los españoles que se han puesto en contacto con el organismo responsable”, añaden.
Respuesta colectiva
La asociación de Ayuda a Españoles en Suecia (AES) ha hecho un llamamiento a todos los perjudicados por la filtración con el objetivo de “interponer una demanda colectiva contra el órgano responsable”. En declaraciones a este medio, AES asegura estar recibiendo “gran cantidad de firmas” de personas que no han dudado en mostrar su disconformidad e indignación con lo sucedido.
“Nunca pensamos que tendríamos que canalizar una denuncia colectiva de nuestros compatriotas por un error tan garrafal de nuestra propia embajada. A cada minuto que pasa hay más gente que se adhiere a nuestra propuesta”. Teniendo en cuenta que aún hay españoles que ni siquiera saben que sus datos figuran en el documento filtrado, desde AES esperan “una respuesta oficial del organismo público” al que instan a “hacer lo mismo con las miles de personas que han quedado expuestas”. “Estamos dando los pasos necesarios que nos permita la ley en todo este proceso”, aseguran.
“Entiendo que la persona responsable de enviar el fatídico archivo no lo hizo con ninguna intencionalidad”, relata a este diario Raquel Pérez, una española afincada en la localidad sueca de Malmö cuyos datos personales también han quedado a merced del público.
“Me sumo a la demanda colectiva de muchos de los afectados porque creo que es la única medida para llamar la atención a un organismo público que ha vulnerado nuestros derechos”. Y es que, según afirma, quien más debería representar a todos los que viven fuera de España es el que puede haber hecho mucho daño publicando datos personales. “La disculpa no ha sido suficiente”, apostilla.
Petición de más y mejores protocolos de seguridad
Si bien Internet facilita el libre acceso a la información, a menudo puede conducir a vulnerabilidades. Por ello, los protocolos de seguridad de los organismos públicos deben ser un arma imprescindible para proteger debidamente los datos personales de los ciudadanos.
Sin embargo, cuando se produce un fallo u error en estos, las consecuencias pueden llegar a ser inesperadas. Así lo cree M.S., una española residente en Suecia y afectada por la filtración. “Gracias a este error, mi número de pasaporte y otros datos han quedado visibles para muchas personas. Viajo muy a menudo y no estoy tranquila sabiendo que alguien podría comprar un billete de avión a mi nombre, por ejemplo. La embajada es nuestro único vínculo con España y siento que su email de disculpa no nos ayuda a solventar el problema. Por eso me he unido a la demanda conjunta”.
Eli Y. Tampoco sabe quién puede utilizar sus datos del pasaporte, su dirección de correo y residencia o sus teléfonos de contacto. Según ha relatado a eldiario.es, muchos como ella han contactado con la embajada, “no sólo para pedir explicaciones, sino para solicitar la expedición de nuevos pasaportes con el fin de garantizar la seguridad”.
“¿Y si entre los presentes en el documento hay víctimas protegidas por violencia de género? Su dirección de residencia dejaría de ser confidencial y estaría a merced de su agresor”, se pregunta otro de los afectados, P.T., para quien la filtración “no sólo es sido un error administrativo corriente, sino una importante vulneración del derecho a la intimidad cuyas consecuencias pueden llegar a ser fatales. ”Es necesario revisar la seguridad de este organismo público“, subraya.
En ese sentido, las conversaciones entre los afectados no sólo giran en torno a las medidas legales a emprender, sino también a la “urgente necesidad” de reforzar los protocolos de seguridad dentro de la embajada con el fin de “garantizar la correcta protección de los datos más personales de los ciudadanos españoles”. También están “muy pendientes” de la respuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores.
“Sé que somos seres humanos y cometemos errores. Eso es algo que todos sabemos. Lo que no se puede llegar a entender es cómo aún existen protocolos de seguridad tan deficientes que facilitan la exposición de nuestra información más personal. Alguien debe hacer algo al respecto”, insiste Raquel Pérez.