Agredida sexualmente y amenazada de muerte una activista del movimiento de desaparecidos en plena ola negacionista de Milei

Luciana Peker

21 de marzo de 2024 20:50 h

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Ataque sin precedentes a una militante de Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio. H.I.J.O.S es la agrupación de hijas e hijos de desaparecidos, detenidos, presas políticas o exiliados de Argentina. La joven –que pidió no ser identificada por las amenazas de muerte– fue golpeada, abusada sexualmente y amedrentada por las actividades como activista de derechos humanos el 5 de marzo, 3 días antes de la convocatoria a la marcha del 8M, según se ha conocido este jueves. 

La activista entró a su casa y se encontró con dos hombres armados adentro de su departamento. Le ataron los pies y las manos con alambre y le dijeron: “No hables nunca más, mirá lo que te pasa por hablar.” Después le taparon la boca y abusaron sexualmente de ella. “Ahora nos vamos a ir, si vos gritás vamos a volver y te vamos a meter un tiro”, le advirtieron antes de irse. “No vinimos a robarte, vinimos a matarte. A nosotros nos pagan para eso”, le dijeron expresamente cuando ella dijo que no tenía dinero. Lo único que se llevaron fueron archivos de investigaciones por violaciones a los derechos humanos. La red H.I.J.O.S., que tiene sedes en Barcelona y París, denunció un “atentado contra la vida” de una de sus integrantes y responsabilizó al gobierno argentino.

El 24 de marzo se cumple el 48° aniversario del golpe de Estado de 1976 que se extendió hasta el 10 de diciembre de 1983. El domingo, Día Nacional por la Memoria, la Verdad y la Justicia; desde las 12, se convoca a una marcha frente a la Casa Rosada. “Esperamos que la justicia avance, se de con el esclarecimiento, y que los responsables paguen por sus actos”, respondió el vocero presidencial, Manuel Adorni, cuando una periodista le consultó sobre el atentado. 

En Argentina se conocía como “mano de obra barata” a los ex integrantes de fuerzas de seguridad que habían trabajo para la dictadura militar como torturadores, servicios de inteligencia, militares o policías y que seguían ejerciendo espionaje o intimidaciones en democracia. Los vecinos de la víctima relataron que en los días previos al ataque diferentes personas preguntaron por ella en las cercanías a su casa. La organización H.I.J.O.S. emitió un comunicado en donde sostuvo que se trató de un ataque político motivado por la militancia en derechos humanos y feminista. “Estos hechos tienen un claro correlato con las acciones y discursos de odio que las máximas autoridades del país expresan cotidianamente e incita a la violencia contra quienes militamos por los derechos humanos”, advirtió el pronunciamiento de H.I.J.O.S.

La periodista Miriam Lewin, sobreviviente del campo de concentración de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), reconvertido en museo de la memoria y autora del libro Putas y guerrilleras (crímenes sexuales en los centros clandestinos de detención. Las historias silenciadas. Una guerra sin fin), de Editorial Planeta, junto a Olga Wornat, apunta: “El ataque a la integrante de H.I.J.O.S. nos retrotrae a las peores épocas de la Argentina, a las del terror, en un contexto en el que se habilita desde el poder la violencia contra quien piensa distinto y, especialmente, contra las mujeres”. 

“Se ha ejercido violencia sexual como una herramienta de disciplinamiento. Le dijeron ”no hables más“ porque esto es lo les haremos a las que se atrevan a disentir, a reclamar, a seguir luchando por las políticas de memoria, verdad y justicia. Los feminismos, con el ambientalismo, fueron acusados lisa y llanamente, de ser una herramienta del comunismo, una categoría anacrónica”, contextualiza Lewin, que sobrevivió a la violencia física y sexual y se convirtió en una periodista emblemática. Ella advierte: “Ahora se presenta un escenario preocupante en el que la violencia, que venía circulando en lo digital, se expresa en el mundo real”. 

“Este gobierno promueve y ampara la violencia y su plan suscribe la lógica dictatorial, tanto en su plan de miseria y saqueo económico como en la represión que se vuelve necesaria para hambrear a la mayoría del pueblo”, denuncia la periodista Marta Dillon, editora del suplemento feminista “Las/12”, activista lesbiana transfeminista y autora del libro “Aparecida”, de Sudamericana, sobre la desaparición de su madre (Marta Taboada) y la búsqueda de su cuerpo. Ella resalta: “Es gravísimo el ataque a nuestra compañera, es más grave todavía que este gobierno fascista mire para otro lado”. 

La posición del Gobierno argentino, por primera vez, desde hace cuatro décadas, es cercana al negacionismo o a la impunidad sobre los crímenes cometidos durante el terrorismo de Estado. Argentina es un país modelo en el juzgamiento de los responsables de violaciones de derechos humanos. El juicio a las juntas militares se pudo ver en la película “Argentina 1985”, que ganó el premio Goya a la mejor película iberoamericana, en el 2023. Además hay 301 sentencias por crímenes de lesa humanidad cometidas durante la dictadura militar; hay 1.136 personas condenadas y 696 detenidas (573 con arresto domiciliario porque la mayoría de los militares tienen más de 70 años) y, aproximadamente, 73 causas elevadas a juicio y 273 en instrucción, según datos de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad.

Sin embargo, el gobierno de Javier Milei y Victoria Villaruel da señales de impunidad. El ministro de Defensa, Luis Petri sonrió en una foto, en el Círculo Militar, junto a Cecilia Pando, una militante que defiende a los presos por genocidio y busca la liberación de los militares condenados por delitos de lesa humanidad y un grupo de esposas de condenados por torturas, asesinatos, violaciones y desapariciones forzadas, en campos de concentración. Pando le reclama al gobierno que libere a represores a si pretende utilizar a las fuerzas de seguridad para combatir el narcotráfico o amedrentar la protesta social. Los organismos de derechos humanos creen que la actual gestión rompe con el pacto democrático que existía, hasta este gobierno, en Argentina.

“El gobierno elige negar los crímenes de lesa humanidad cometidos por la última dictadura militar”, enmarca Dillon. Ella es hija de una desaparecida y una de las pioneras de “Ni Una Menos”, recorrió las calles para marchar en contra de los femicidios y la liberación de genocidas. Los juicios en España, Francia e Italia fueron claves en la lucha contra la impunidad de los militares que asesinaron a ciudadanos/as de la Unión Europea durante la dictadura argentina. Dillon hace un llamado a despertar las alarmas globales: “Necesitamos el compromiso de la comunidad internacional para evitar que el fascismo se instale a costa de represión y disciplinamiento mediante el miedo. La vida está en riesgo y no es ninguna metáfora”. 

En la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se aprobó un repudio al ataque a la integrante de H.I.J.O.S. propiciado por Alejandrina Barry, hija de desaparecidos y legisladora del Frente de Izquierda y Trabajadores (FIT). Sin embargo, el bloque de La Libertad Avanza (LLA), el partido de Javier Milei, no adhirió al repudio. “Los autores materiales del hecho pintaron en la pared de la integrante de H.I.J.O.S la sigla ”Viva la libertad Carajo“. Los que militamos toda nuestra vida en derechos humanos sabemos lo que significan las amenazas, pero este hecho se da en un contexto que desde el máximo poder del estado se reivindica la dictadura militar y los ataques actuales diciendo a viva voz ”zurdos van a correr“. Por eso, exigimos el inmediato esclarecimiento de este atentado”, destaca Barry. 

La periodista Ailín Bullentini, que cubre juicios de lesa humanidad y es la autora del newsletter “Ahora y siempre” en el diario “Página/12” resalta: “Venimos viendo el avance de un ataque sistemático contra organismos de derechos humanos, la destrucción de baldosas por la memoria, amenazas contra pañuelos blancos (símbolo de las Madres de Plaza de Mayo) pintados en las veredas o plazas que está emparentado con el avance de La Libertad Avanza abiertamente negacionista y reivindicador de los crímenes de la dictadura. Pero este episodio enciende todas las alarmas y tiene los condimentos del plan sistemático de la dictadura militar. No es casual que haya sido una mujer la víctima elegida. El gobierno habilita la violencia y la crueldad y no repudió este ataque. Por eso, la marcha del 24 de marzo, con una convocatoria que suma a los sindicatos, va a ser una respuesta social al miedo”. 

“Hay señales muy preocupantes en esta escalada de violencia”, alerta la escritora Mariana Eva Pérez, hija de desaparecidos, querellante en juicios de lesa humanidad, becaria del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y autora del libro “Diario de una princesa montonera” y creadora de “Antivisita. Formas de entrar y salir en la ESMA”. “No hay sorpresa y eso hiela la sangre: que lo ves venir”, subraya. Y cuestiona: “Los que tienen las responsabilidad política de dar explicaciones y de impedir que esto pase son los partidos políticos que se dicen democráticos y que están acompañando a Milei y Villarruel y la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Nos deben una explicación a todo el pueblo argentino de por qué no están defendiendo la democracia”.