Alemania aprueba el matrimonio igualitario con el voto en contra de Merkel
El pleno de la Cámara baja alemana aprobó este viernes la legalización del matrimonio homosexual, un proyecto impulsado por los socialdemócratas del SPD rompiendo el acuerdo de coalición con los conservadores de la canciller, Angela Merkel.
La iniciativa celebrada en el último pleno antes de las elecciones generales de dentro de tres meses fue apoyada por 393 diputados, 226 en contra y 4 abstenciones. La canciller fue una de las primeras en depositar su voto en la urna colocada en el centro del salón de plenos y eligió la tarjeta azul, que representaba el “no” a la legalización del matrimonio homosexual.
Distinta papeleta escogió el secretario general de su partido, Peter Tauber, así como la ministra de Asuntos de Familia, Katarina Barley, que votaron a favor.
Ante el temor de que el matrimonio igualitario entrara en la próxima campaña electoral, Merkel cambió de estrategia el pasado martes al dar libertad de voto a los diputados del partido conservador para que votasen “con conciencia”. De esta forma, la política alemana allanaba el camino a una iniciativa que contaba con el apoyo del 82,6% de la población.
Además de la presión ciudadana, formaciones como el SPD o Los Verdes habían asegurado que sólo entrarían en una coalición con la Unión Socialdemócrata (CDU) si se legalizaba el matrimonio. Ambos se han felicitado por el logro “histórico” alcanzado y reivindicaron su lucha durante décadas por los derechos de los homosexuales, con numerosos activistas presentes en la tribuna de invitados.
Desde 2001, en Alemania se permiten las uniones civiles entre personas del mismo sexo, sin embargo éstas tenían un régimen jurídico distinto al matrimonio heterosexual. Desde entonces, años de estancamientos promovidos por el partido conservador que ha terminado tras la flexibilización de la postura de Merkel.
Los socialdemócratas forzaron la votación
El portavoz socialdemócrata, Thomas Oppermann, defendió el paso dado por su partido, que forzó que se debatiera la iniciativa antes de finalizar la legislativa rescatando un proyecto de ley de 2015 del estado federado de Renania-Palatinado que ya había pasado por el Bundesrat, la cámara alta, y que estaba aparcado en el Bundestag.
“Esta decisión quizá no es buena para la coalición, pero es buena para las personas, y buena para el Parlamento”, manifestó Oppermann, quien rechazó que sea necesario reformar la Constitución.
“Si el matrimonio para todos llega, se habrá dado algo a alguien, pero no se le habrá quitado nada a nadie”, subrayó intentando convencer a los diputados reticentes, a quienes mostró su respeto.
Su candidato a las próximas elecciones del próximo septiembre, Martin Schulz, también ha querido celebrar en las redes sociales el resultado de la votación. El que fuera Presidente del Parlamento Europeo durante cinco años se ha alegrado de que Alemania se convierta en el vigésimo tercer país en aprobar el matrimonio igualitario.
En nombre del CDU, el líder del grupo parlamentario, Volker Kauder, se convirtió en portavoz de quienes defienden que “el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer”, aunque manifestó su respeto a sus compañeros con una opinión diferente.
“Yo personalmente nunca pondré mi firma en algo que represente el matrimonio para todos, por motivos de conciencia”, declaró Kauder, quien expresó dudas sobre la constitucionalidad de la ley al entender que la concepción cristiana del matrimonio está protegida en la ley fundamental alemana.
Desde el mismo partido, el diputado Jan Marco Luczak defendió el “sí” al proyecto al recordar que el respeto, el amor y la convivencia son valores tradicionales que deben defender los conservadores y consideró que no se necesita ninguna reforma constitucional para abrir el matrimonio.