Alemania ha registrado un importante brote de coronavirus en una planta de Tönnies, la principal compañía cárnica del país. Según el Frankfurter Allgemeine, más de 650 personas están infectadas en la sede central de la compañía, que incluye un matadero y una planta de empaquetado, en la localidad de Rheda-Wiedenbrück, en el estado de Renania del Norte Westfalia. En total, según el diario alemán, se ha evaluado a casi 1.000 empleados y se ha puesto en cuarentena a unas 7.000 personas.
Como medida de prevención, al tener los trabajadores de la compañía hijos en edad escolar, el distrito de Gütersloh, en el que se encuentra la empresa, ha cerrado todos los colegios y guarderías hasta las vacaciones de verano, para evitar la propagación del virus en la población.
Según medios alemanes, se han examinado 983 pruebas de las 1050 que se pidieron el martes. Desde el distrito de Gütersloh aseguran que pueden esperarse “más resultados positivos”, además de los 650 ya conocidos, entre los que aún están pendientes de resultados.
Un portavoz de la compañía citado por el Frankfurter se ha disculpado por la situación creada y ha garantizado que harán todo lo posible “para sacar al virus de la planta” con el fin de poder “volver a trabajar” en condiciones de seguridad.
Además, la canciller alemana Angela Merkel ha valorado que el distrito haya tomado de manera rápida y sin dudar la decisión de cerrar los colegios y guarderías. Lo ha hecho al terminar una reunión con los jefes de los distintos estados federados. “Esta es la estrategia que planteamos para que el virus no se extienda más: estar preparados para reaccionar siempre, porque podemos tener un evento infeccioso incontrolado en cualquier momento”, ha declarado.
Otras infecciones en mataderos
El de Tönnies no es el primer brote de coronavirus registrado en mataderos alemanes desde el inicio de la crisis, aunque sí el mayor. En mayo se detectaron infecciones en varias plantas de los estados de Baden-Württemberg, Renania del Norte-Westfalia, Baja Sajonia y Schleswig-Holstein. Además, entonces se cerró temporalmente un matadero de la empresa Westfleisch, en el que hubo un brote con en torno a 151 infectados y el Ministerio de Salud en Renania del Norte-Westfalia ordenó que se examinara a los 20.000 empleados de estos lugares.
Ahora se investiga si las habitaciones refrigeradas favorecen la propagación del virus. Sobre esto, Gereon Schulze Althoff, que dirige el equipo interno de crisis de la compañía, ha dicho, según explica el diario alemán, que “existe una creciente conciencia de que promueven la transmisión del virus, incluso antes de que aparezcan los síntomas”.
Debido a los casos que se han dado en la industria cárnica, el ministro de Trabajo, Hubertus Heil, presentó una serie de medidas entre las que destaca que el sacrificio y el procesamiento de carne solo deberían permitirse a partir del próximo año.
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