Ameriza la cápsula Dragon Endeavour tras 19 horas de viaje desde la Estación Espacial Internacional

EFE

2 de agosto de 2020 21:41 h

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La capsula Dragon Endeavour de SpaceX, con los astronautas de la NASA Robert Behnken y Douglas Hurley a bordo, ha caído este domingo de manera controlada en las aguas del Golfo de México al cabo de un viaje de 19 horas desde la Estación Espacial Internacional (EEI).

Tal como estaba previsto y sin problema alguno, la cápsula se posó sobre la superficie del mar con ayuda de paracaídas a las 14.48 (18.48 GMT) en un punto del golfo de México cercano a Pensacola, en la costa noroeste de Florida (EEUU).

El barco Navigator de SpaceX está a solo unas tres millas náuticas del lugar para encargarse de recuperar la nave.

Se trata del final de la histórica misión Demo-2, que se inicio el 30 de mayo en Cabo Cañaveral (Florida) y con la que se certificará la capacidad de SpaceX, la compañía de Elon Musk, para realizar viajes espaciales comerciales.

El viaje de Behnken y Hurley fue el primero desde suelo estadounidense y en una nave comercial hasta la EEI desde que en 2011 concluyó el programa de transbordador de la NASA.

Ambos astronautas, que han dormido ocho de las 19 horas que toma el regreso a la Tierra desde la EEI, fueron despertados desde el centro de control con una grabación de audio de los hijos de ambos, según un comunicado de la NASA. En total estuvieron 62 días a bordo de la EEI, durante los cuales dieron 1.024 vueltas a la Tierra, dedicaron 114 horas a la investigación y vieron llegar y salir de la estación espacial a varios vehículos espaciales, según informó la NASA.

Behnken participó en cuatro caminatas espaciales con otro astronauta de la NASA, Chris Cassidy, que se encontraba en la EEI cuando ellos llegaron. Si el viaje de ida fue histórico, el de regreso también, pues será la primera vez en 45 años que la gente pueda contemplar el amerizaje de una nave espacial.

La última vez fue el 21 de julio de 1975, cuando la tripulación de una misión Apollo-Soyuz cayó al océano Pacífico, cerca de Hawai. En 2014 la NASA otorgó a Boeing y a SpaceX contratos por un total de 6.800 millones de dólares para desarrollar el programa comercial de transporte espacial y dejar de depender de la nave rusa Soyuz que ponía en órbita a los astronautas de la agencia estadounidense desde que está canceló su programa de transbordadores en 2011.