El pleno de la Eurocámara ha pedido este miércoles a la Comisión suspender de forma temporal el acuerdo que permite la transferencia de datos bancarios europeos a Estados Unidos para la lucha antiterrorista como represalia por el supuesto espionaje norteamericano a instituciones y ciudadanos de la UE a través de Internet.
La resolución -presentada por los grupos socialista, liberal y verde- se ha aprobado por 280 votos a favor, 254 en contra y 30 abstenciones. Aunque no tiene carácter vinculante, los parlamentarios avisan al Ejecutivo comunitario de que tendrán en cuenta su respuesta a la hora de votar futuros acuerdos internacionales.
La comisaria de Interior, Cecilia Malmström, ha respondido al Parlamento que no tiene “indicios” de que el pacto haya sido vulnerado por EEUU, aunque todavía espera “garantías adicionales por escrito” de Washington. Mientras tanto, las disposiciones del acuerdo de transferencia de datos, ha resaltado Malmström, “seguirán en vigor”
“Pedimos a la Comisión que suspenda temporalmente este acuerdo hasta que se nos dé una aclaración completa (sobre el espionaje), se identifique una aplicación adecuada del pacto y se encuentre una solución”, ha dicho la vicepresidenta de la comisión de Libertades Civiles de la Eurocámara y promotora de esta iniciativa, la liberal holandesa Sophie in't Veld.
La resolución critica la tibia reacción de los Estados miembros ante las denuncias de espionaje y reclama a los Gobiernos que autoricen una investigación completa a cargo del centro de lucha contra la ciberdelincuencia de Europol.
Finalmente, la Eurocámara subraya que la transferencia de datos a EEUU debe basarse en un marco jurídico coherente de protección de datos. Este marco debe limitar los datos al mínimo necesario y debe acotar cuestiones como el acceso, la corrección, el borrado y el derecho de recurso.
Según las informaciones publicadas por la prensa europea, la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU (NSA) también espió la red de transacciones electrónicas Swift, lo que según la Eurocámara supone una violación del acuerdo entre Bruselas y Washington.