ENTREVISTA

Andrea Chávez, diputada mexicana: “En la frontera, las mujeres son tratadas como botín de guerra”

Ayelén Oliva

Buenos Aires —
8 de mayo de 2022 21:31 h

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Andrea Chávez conoció con ocho años a Andrés Manuel López Obrador. Fueron sus padres, ambos de izquierda y profesores de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, quienes la llevaron a un mitin en el Salón México, un bar de Ciudad Juárez, en la campaña para las elecciones de 2006 en las que Felipe Calderón ganó con una diferencia de menos de medio punto y la oposición denunció fraude.

Su militancia política empezó cuando Chávez tenía 15 años, dentro de un grupo que buscaba ayudar a jóvenes que vivían entre la violencia y la pobreza, según cuenta a elDiario.es. Una década después, es diputada federal por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que gobierna México.

La joven saltó a la escena pública cuando la Embajada de Estados Unidos la premió con una beca para estudiar en ese país. “Pero el entonces gobernador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) decidió de manera arbitraria retirarnos el premio. A modo de disculpas, unos días después, nos ofreció el premio de las Juventudes del estado de Chihuahua”, dice Chávez.

En lugar de agradecer el reconocimiento del gobernador, reclamó ante un auditorio repleto la beca que le habían negado el gobierno local. Desde ese momento, gran parte de la dirigencia política de Chihuahua empezó a poner atención en esta mujer de ideas firmes.

Poco después de recibirse como abogada en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, donde pasó por las filas de la militancia universitaria, llegó en 2021 al Congreso de México como diputada y pasó a presidir la Comisión de Igualdad de Género.

Hace unas semanas, López Obrador la mencionó en una rueda de prensa: “Cuando veo argumentar a mi tocaya Andrea, que tiene 25 años, en la Cámara de Diputados, me da muchísimo gusto. Es para decir: Me puedo retirar tranquilo, me puedo jubilar tranquilo, porque así como ella hay muchos otros. Hay relevo generacional”. Esa tarde, después de la mención del presidente, Chávez recibió decenas de mensajes de WhatsApp de las principales figuras políticas de México, desde gobernadores hasta un ministro de la Suprema Corte.

Feminicidios y desapariciones

El lugar de nacimiento marca la agenda política de Chávez: Ciudad Juárez, espejo mexicano de El Paso en Estados Unidos, una localidad trágicamente conocida por su violencia, en un país que solo en 2021 registró más de 33.000 homicidios, y por ser camino de paso para miles de migrantes que buscan llegar de manera irregular a Estados Unidos.

Pero también es el lugar por el cual la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió, por primera vez en la historia, una sentencia con perspectiva de género al condenar al Estado de México por su responsabilidad en los femicidios de la década de 1990.

El 26 de abril, el Congreso aprobó una iniciativa presentada por Chávez que prohibe a los acusados de feminicidios reducir sus penas, solicitar libertad condicional o prisión domiciliaria. “En la frontera norte los feminicidios son generados a causa de condiciones estructurales de violencia, de las redes de trata, en donde las mujeres son tratadas como botín de guerra, se utilizan como mercancía para ser vendidas para sacar absolutamente todo lo que se pueda de su cuerpo”, dice Chávez.

Además, la propuesta aprobada incluye considerar la tentativa de asesinato. “No contábamos con la herramienta de la tentativa de feminicidio, con esta ley lo empezamos a reconocer”.

La sanción de esta ley llegó al día siguiente de que el Parlamento aprobara la creación de un Centro Nacional de Identificación Humana para identificar a más de los 50.000 cuerpos que se encuentran en fosas y que forman parte de las más de 95.000 personas denunciadas como desaparecidas en el país. “El Centro nos va a permitir tomar la información necesaria de los familiares de los desaparecidos en todas las entidades federativas del Estado. Esperamos poder identificar al menos el 50% de los desaparecidos del país”, dice.

Acusaciones de traición

Si en un primer momento, el objetivo de Andrés Manuel López Obrador de convocar a un plebiscito revocatorio no quedaba del todo claro, una semana después de conseguir el 90% de los votos, aunque con un participación por debajo del 20%, la estrategia cobró sentido.

La intención era avanzar con una agenda de reformas energéticas impulsadas por el Gobierno desde el Congreso. Pero la reforma eléctrica, una de las apuestas más fuertes del Gobierno, que buscaba limitar al 46% la participación privada en la generación eléctrica, no ha conseguido la mayoría en el Congreso.

En respuesta, el presidente de México dijo que se cometió un “acto de traición a México” y que los diputados de las oposición “en vez de defender los intereses del pueblo, de la nación, en vez de defender lo público, se convirtieron en francos defensores de empresas extranjeras que se dedican a robar”.

Para Chávez, hablar de “traidores”, teniendo en cuenta lo que está pasando Nicaragua donde decenas de opositores están detenidos por “traición a la patria”, no es preocupante porque la “distancia es enorme”. “En México no hay represión en contra de estos diputados que votaron en contra, no va a haber judicialización, ni tendrá consecuencia. Es un ejercicio que hacemos, no solo como partido sino como pueblo, para que no vuelvan a ganar una elección en sus vidas”, dice.

Tampoco cree que este tipo de discursos puedan llevar a polarizar a la sociedad mexicana. “En México, los medios de comunicación conservadores hablan de polarización cuando en realidad un 65% de la población piensa que los diputados de oposición que votaron en contra de la reforma eléctrica cometieron traición a la patria. Así que no hay polarización en términos igualitarios, no es un 50-50, no veo esa polarización”.

Unas hora más tarde del rechazo de la reforma eléctrica, el Gobierno logró pasar con mayoría simple una reforma a la Ley Minera para avanzar con la nacionalización del litio. 

“No hemos todavía tenido certeza con respecto a la cantidad de litio con la que contamos en México porque todavía no contamos con las herramienta de medición dentro del Servicio Geológico Mexicano. Pero, según las proyecciones, estaríamos hablando de que México entraría dentro de los diez países más ricos en litio del mundo”, dice Chávez.

En las últimas semanas, el Gobierno mexicano anunció que busca crear una alianza con Argentina, Bolivia y Chile para compartir experiencias y coordinar acciones para la explotación de litio en América Latina.

Vínculo con EEUU

La relación con Estados Unidos para México es central. Estos países comparten una frontera de más de 3.000 kilómetros por donde cruzan más de un millón de personas al día, mientras que en Estados Unidos viven más de 34 millones de personas de origen mexicano, según datos oficiales.

Estados Unidos se ha consolidado como el primer socio comercial de México, concentra el 64% del comercio total y el 80% de sus exportaciones. Es por eso, que este es el único país que ha visitado López Obrador desde que está al frente del Gobierno.

El vínculo tan estrecho explica porque Estados Unidos es el único país que visitó López Obrador. “El presidente ha tomado una decisión correcta de limar asperezas, esas asperezas que hemos tenido desde hace muchos años, porque Estados Unidos siempre nos ha visto como subordinados. El presidente decidió estrechar la relación diplomática para poder fortalecer a México sin entregar lo que es nuestro”.

Para la diputada, si bien la prioridad de la política exterior mexicana no es América Latina, sí cree que este Gobierno mira ahora mucho más que antes a la región. “Nosotros venimos de expresidentes como Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón, Vicente Fox. Presidentes que se burlaban de América Latina, que pensaban que no importaba voltear hacia el sur, que no creían en aquello de la Patria Grande. Por el contrario, este Gobierno mira al sur, mira a Centroamérica, región de dónde llegan muchos migrantes a falta de garantías en su país”.

En el plano de las demandas de género, Chávez reconoce el impulso que llega de América del Sur. “Yo creo que estamos volteando hacia el sur. En mi caso, por ejemplo, siento que hemos recibido cátedra y un impulso muy fuerte desde Chile y Argentina con el movimiento feminista”.

Esta joven militante de Morena no se anima a ambicionar lo que todo dirigente político en algún momento desea: llegar a la presidencia. “Yo no suelo pensar en eso aunque me lo diga, y hasta me lo exija, la gente. Pero prefiero no pensar en eso. Yo voy pasito a pasito”.